miércoles, 30 de mayo de 2018

UNA LLAVE QUE CIERRA CIRCULOS, por Carlos Fraga


UNA LLAVE QUE CIERRA CIRCULOS
por Carlos Fraga


El perdón es la regla de oro a través de la cual llegamos a conectar con nuestro ser. Es lo único que de verdad alivia y que de verdad sana. Muchas enfermedades mortales tienen que ver con el resentimiento, con la culpa. El perdón genera una sensación de absoluta libertad, porque nos permite desprendernos de esos sentimientos. Todas las enfermedades del aparato digestivo, tienen mucho que ver con la actitud de soltar, de desprendernos de las cosas, y no lo sabemos hacer. La verdadera posibilidad de redescubrirnos en términos de absoluta libertad, vienen a través del perdón. 

Perdonar es un verbo, indica acción. Pero el hombre siempre se ha preguntado: ¿Cómo perdonar? Hay mucha gente que te dice «Yo ya perdoné», pero se encuentra con la persona perdonada o se enfrenta de nuevo a la misma situación y se eriza. No ha perdonado nada. El sentimiento permanece ahí, te lo dice tu cuerpo, tu energía, el recuerdo. He conocido a muchas personas que en un momento determinado de su vida tuvieron mucho dinero, se asociaron con alguien que provocó su ruina y que a continuación se pasaron veinte años lamentándolo. ¿Qué significa esto? Que prefirieron quedarse con el papel de víctima impotente y arruinada y no con el de persona emprendedora con potencial para hacer dinero que fueron antes de asociarse. Asumieron el papel de víctimas, se arruinaron y a partir de entonces el mensaje que transmiten es: «Te voy a demostrar el daño que me hiciste, y puedo llegar hasta lo último en mi vida, hasta la muerte para castigarte». Y resulta que la otra persona está disfrutando con el dinero; es gente que se daña a sí misma por el miedo a perdonar. 

No se trata de la falsa noción de que perdón es presentarse de rodillas ante la otra persona. Es común esa noción de que perdonar es volver a meter en nuestra casa a la persona que a lo mejor nos sacó de ella. Pero no es eso. Perdonar es liberarnos de ese pensamiento, de ese recuerdo, y poner límites de una vez y decirle a esa persona: «Perfecto, fue maravilloso conocerte, hoy comprendo lo que me enseñaste -aunque uno no se lo diga así-, hoy comprendo la lección que me diste. Y ahora, gracias, pero no te quiero más en mi vida». 

La idea real del perdón es llegar a sentir que nunca pasó, que nunca te hicieron daño porque en realidad nadie tiene capacidad para hacerte daño. Si alguien te hiere es porque has puesto tu poder en sus manos, y ese alguien no sabe qué hacer con ese poder y te agrede. Tu ser no puede sufrir ataques, y toda defensa que hagas en tu vida va en contra de tu paz. La paz comienza, como dice el mismo Curso, cuando dejamos de querer tener la razón. 

El perdón es una llave que cierra ciclos. Independientemente de cómo actúes ante cualquier cosa, ante una institución o una persona, siempre terminarás perdonándote a ti mismo, porque fueron tus pensamientos los que crearon las energías hacia esa persona, institución o cosa. 


Carlos Fraga

lunes, 28 de mayo de 2018

CÓMO UTILIZAR EL SUFRIMIENTO PARA CREAR LA FELICIDAD, por Thich Nhat Hanh


CÓMO UTILIZAR EL SUFRIMIENTO PARA CREAR LA FELICIDAD 
por Thich Nhat Hanh

Conferencia de Thich Nhat Hanh en Madrid
Domingo 27 Abril 2014. Teatro Lope de Vega


Hay una profunda conexión entre la felicidad y el sufrimiento. Si sabemos cómo utilizar el sufrimiento, podemos crear la felicidad. Para hacer crecer flores de loto necesitamos el barro. No podemos crear flores de loto sin barro. El sufrimiento es como el barro. Sin sufrimiento no es posible es la felicidad. Aquellos que  practicamos la plena conciencia y la meditación,  hemos de reconocer nuestro sufrimiento.

Miramos profundamente la naturaleza de nuestro sufrimiento. Si sabemos como  manejar el sufrimiento en nuestro interior, si sabemos cómo sufrir, sufriremos menos que otras personas. El sufrimiento es un arte. Si sabemos utilizar nuestro sufrimiento, podemos  crear  felicidad  para  nosotros y para quienes nos rodean. La mayoría de nosotros no sabe sufrir. Tenemos miedo del sufrimiento, temor a adentrarnos en nosotros mismos. Si tenemos el coraje de afrontar nuestro sufrimiento, tendremos la oportunidad de manejarlo. Sabremos cómo traer el alivio, cómo utilizar el sufrimiento para traer  la felicidad.

De acorde  a nuestra práctica, hemos de saber cómo  manejar ese sufrimiento, cómo volver a nuestro hogar. El arte de la meditación consciente nos ayuda a tomar  cargo de nuestro sufrimiento. Con la energía de la plena conciencia podremos abrazar con cariño el sufrimiento y considerarlo en su naturaleza. La energía de la plena conciencia nos proporciona un alivio y sufrimos menos. Si continuamos con nuestra práctica, podremos abrazar el sufrimiento y transformarlo finalmente  en algo positivo.

En nuestro sufrimiento está el sufrimiento de nuestros padres y nuestros ancestros. Si ahondamos en nuestro sufrimiento, podremos comprender el sufrimiento de nuestros padres y ancestros. Ello nos lleva a la compasión y la compasión abriga la capacidad de sanar. Llegados a este punto, será más fácil comprender el sufrimiento del otro en ti.

Vamos a practicar el canto, vamos a cantar el nombre de Avalokitesvhara. Cuando cantan el canto, ellos abrazan su sufrimiento. La razón del canto es promover la compasión.  Conectando en este sentimiento, aflora la compasión y esa compasión tiene la capacidad de sanar. Cuando cantan el nombre de  Avalokitesvhara por segunda vez, tratan de conectar con el sufrimiento que está alrededor de ellos. Generan igualmente  energía de compasión. Por tercera  vez, cuando cantan sienten el sufrimiento del mundo en su interior. Conectando con ese sufrimiento generan una energía de sanación en sí mismos.

El canto de Avalokitesvhara contribuye a conectar con el sufrimiento de las personas de alrededor. Ello nos ayuda en la práctica del la plena conciencia y el sufrimiento. La plena conciencia en el caminar nos ayuda en ese trabajo. Cuando estás en contacto con tu sufrimiento y el de los otros, emerge la compasión. Durante el canto, debéis continuar con vuestra inspiración y expiración. Dejad de pensar. Permitid que esta energía de compasión penetre en vuestra mente. El pensar nos impide  profundizar en el aquí y el ahora. Por eso es muy útil parar de pensar cuando estamos escuchando tan bella música. Si concentramos nuestra concentración, permitimos entrar en contacto con la energía de plena conciencia y la compasión que genera. Esa energía podrá entrar en nuestro propio cuerpo y nos ayudará a sanar. Si damos paso a esa energía de la compasión  en nosotros, podemos hacer que la energía  de la tensión se afloje y así se esfume el dolor.

Somos una  gota en el corazón de un río. Dejamos que este  río nos lleve como gota de agua. Si tienes algún dolor ansiedad o angustia, permite ser arrastrado por la energía de la compasión  colectiva, como una gota de agua en la corriente colectiva. Decimos a la “shanga”: “Éste es mi dolor, mi desesperación y yo no lo puedo mantener por mí mismo. Por favor ayudadme a mantener  este  dolor.” Entonces  sentimos mermar este dolor, hasta que esa energía colectiva nos abraza  y el dolor va cediendo poco a poco.

Si durante este tiempo tienes  ganas de llorar, llora pero  ya instalado en la plena conciencia. Lo esencial es que estemos aquí presentes y que nos dejemos abrazar por esta energía colectiva. Si tenemos a alguien enfermo que no ha podido  venir al estar en el hospital, mencionamos  su nombre silenciosamente y la energía de plena conciencia y compasión les será enviada en el instante.

Inspirando me siento vivo y expirando sonrío a la vida y me siento feliz. La plena conciencia es una clase conciencia que todos podemos generar. La plena conciencia es la energía que nos ayuda a estar en el aquí y el ahora. En el aquí y en el ahora se encuentra la vida. El pasado ya se ha ido y el futuro aún no ha llegado. El momento presente es el único momento en que estamos presentes en la vida. Tenemos una cita con la vida. Esa cita está en el momento presente. Si pierdes esa cita, pierdes esa cita con la vida. Cada paso, cada respiración te trae a la vida. Me concentro en la inspiración de forma natural, dejo de pensar y traigo mi mente a mi cuerpo. Nuestra mente está atrapada por la angustia del pasado o del futuro, incertidumbres del mañana, proyectos… Es por ello que nuestra mente no está con nuestro cuerpo.

Cuando inspiro con plena conciencia,  llego a mi hora  y quedo establecido en el aquí y en el ahora; me puedo encontrar  con las maravillas de la vida, el cielo azul, los pájaros y los árboles. Tengo que ir al aquí y el ahora para poderlos encontrar. La meditación caminando es por lo tanto muy  útil, porque me ayuda a venir al aquí y el ahora. Delante del ordenador sin embargo se nos va la mente. En Plum Village por eso tenemos la campana de la llamada a la plena conciencia. Nos ayuda a volver a nuestra respiración, a volvernos vivos. Nos ayuda ello también a relajar la tensión del plexo. Lo primero que encontramos al alcanzar la plena conciencia es nuestro cuerpo. Nuestro hogar, nuestro cuerpo contienen todo el universo. Nuestros ancestros están vivos en cada célula de nuestro cuerpo.

Podemos conectar con ese pasado espiritual. El Padre Sol también está dentro de nosotros. Estamos hechos del Padre Sol, de la Madre Tierra y de las estrellas. Ese cuerpo es por lo tanto nuestro primer factor de plena conciencia. Una inspiración  dura uno o dos segundos. Con nuestra inspiración podemos descubrir muchas  cosas, como que tenemos un  cuerpo y estamos vivos. Tú que estás  respirando, estás vivo y eso es un milagro, en realidad el más grande de los milagros.

Con ese cuerpo podemos tocar las maravillas de nuestro interior y alrededor nuestro. Estamos en contacto con los refrescantes colores de la naturaleza… Aquellos que practicamos la plena conciencia, podemos generar una calidad de energía  en cualquier momento que nos encontremos. Si nos establecemos  en el momento presente, si hacemos uno con cuerpo y mente, podremos dar con la felicidad en el aquí y en el ahora. Podemos escribir una lista de las condiciones que hemos puesto a la felicidad que hemos adquirido, pero necesitaríamos  muchas hojas. Ponemos muchos reparos a la felicidad. “¿Qué esperamos para hacer la fiesta…?”, dicen los franceses en una canción. Podemos añadir: “¿Qué esperamos para ser felices?”

Somos muy afortunados, más que mucha gente en el mundo… Hay gente que ha de recorrer varios kilómetros para disponer de agua. Si tienes agua corriente en tu casa y no eres feliz, entonces es por que no tienes la energía de la plena conciencia en ti todavía. No tenemos dolor de muelas y no somos felices en este momento. El dolor de muelas te dice: “Amigo, no tienes dolor de muelas, ¿cómo no eres feliz ahora?” La plena conciencia nos ayuda a reconocer que tenemos ojos maravillosos. Sólo tenemos que sentarnos en la hierba, para constatar que el paraíso es nuestro. Si no eres feliz en medio de un prado, es porque no tienes la energía de la plena conciencia. Hay quienes han perdido la vista y no tienen esa potestad de ver los prados.
Creemos normalmente que la felicidad no es posible ahora y que necesitamos aún más condiciones. Tenemos mas que suficientes condiciones para ser felices. Con la vigilia de la plena conciencia, podemos ser felices en el aquí y en el ahora. Tengo más de 85 años y cada día disfruto caminando. Reconozco que tengo pies y que son lo suficientemente fuertes para poder caminar. La plena conciencia es una fuente de plena felicidad y alegría. Aquellos que practicamos la plena conciencia podemos generar esa energía de la plena conciencia cuando queramos.

La enseñanza es lo suficientemente sencilla para que cualquiera la pueda practicar. Sólo nos hemos de entrenar un poquito en el aspecto de la felicidad. Cada momento de nuestra vida cotidiana se puede convertir en una fuente de felicidad. Podemos generar esa felicidad, mientras que la plena conciencia nos acompañe. Con el caminar y la meditación podemos generar esa energía de la plena conciencia.

Practicar el pleno caminar es practicar la plena conciencia. La energía de rabia, odio, sufrimiento… es una energía, que hemos de reconocer y abrazar, tal como la mamá abraza a su bebé. Quizás la mamá no sabe lo que le pasa al bebé, pero lo coge, lo abraza y entonces sufre menos. Hemos de abrazar ese dolor con la energía de la plena conciencia. Podemos pedir para ello el apoyo de otros practicantes: “Aquí amigos está mi  dolor. Mi energía de la plena conciencia no es suficiente para abrazar mi dolor. Por favor respirad conmigo para poder alcanzar una energía poderosa de la plena conciencia, de forma que yo pueda  abrazar mi dolor…” Esa energía adicional puede contribuir a superar esa energía de dolor. La “sangha” nos ayuda, nos ofrece una energía poderosa de la plena conciencia.

Como individuos podemos contribuir  a esa energía  colectiva  sanadora. Esa energía nos ayuda a restaurar nuestra  salud, belleza y frescura. “Respirando me  siento como una  flor…”, dice la canción. Todos de hecho, hemos nacido como una flor. Pero hemos de saber cómo cuidarnos a nosotros mismos en cuanto flor. La práctica de nuestra  conciencia nos ayuda a cuidar esta  preciosa  flor, para nosotros mismos y para los demás. Esa frescura es la que podemos ofrendar al mundo. La meditación andante nos ayuda a restaurar  esa plena conciencia.

Inspirando siendo esa frescura y expirando restituyo la solidez. Una persona que no tiene estabilidad no puede ser feliz… Caminar es  restaurar nuestra  solidez. Cuando eres estable y sólido la gente puede confiar en ti. Ese  elemento de estabilidad y solidez es lo que puedes ofrecer.

… Inspirando me siento como agua, expirando reflejo las cosas tal como son. Es el aspecto de la paz lo que cultivas a través de la práctica. Si no tienes suficiente paz y tranquilidad no puedes  ser feliz. En la vida cotidiana puedes con cada paso cultivar una solidez y ganar en paz. Si tienes paz, la otra persona se beneficiará de tu paz y de tu tranquilidad. Expirando me siento que tengo libertad… La práctica de la plena conciencia nos permite tener más espacio en el corazón, nos ayuda a mirar todo de una forma más consciente y comprobar si lo que observas es importante o no lo es.

Hay gente que tiene todo eso y aún y todo no es feliz. No podemos dedicarnos a correr detrás de la fama y del dinero, sino que hemos de invertir nuestro  tiempo en hacer lugar en nuestro interior a más comprensión, amor y compasión. He de comprender la esfera  ajena, de él o ella. Cuando entiendes el sufrimiento de la otra persona, la rabia se te desprende y ya no tienes odio para con ella. La comprensión siempre lleva a la compasión. Estos  son lo valores.

¿Cómo hemos de cultivar el amor y la compasión? Esa compasión es la que te hace libre. Si quieres ser libre, libérate del dolor, del sufrimiento, del apego… Si tienes  comprensión, tienes mucho espacio en tu corazón. Comprender tu propio sufrimiento te ayuda a comprender el sufrimiento de él o ella: “Querido/a he visto que has sufrido mucho en estos años. He comprobado que no podía  aún comprender tu sufrimiento. Ayúdame a comprender tu sufrimiento. Ayúdame si puedes…”. Hay que comunicarse por lo tanto con amor. Si tenemos amor y compasión dentro de nosotros mismos, podemos verdaderamente ayudar. En unos minutos podemos practicar la conciencia, podemos generar la energía suficiente como para ayudar a otra persona a traer la reconciliación… En pocos días todos podemos aprender a escuchar con compasión y establecernos en la plena conciencia.

Acudir a un retiro de unos días puede ser una fiesta para practicar la plena conciencia Entablar  la escucha profunda es indispensable para restaurar la comunicación. No debemos esperar a estar en una situación de guerra para instalarnos en la paz. Si la guerra estalla es porque en la nuestra vida cotidiana no hemos practicado suficiente. No es fácil practicar en el contexto de la guerra. El sonido de los disparos nos impide concentrarnos en la práctica.

La paz se puede verdaderamente apreciar con el trasfondo de la guerra. Si apreciamos suficientemente la paz, no permitiremos la guerra. Si sobreviene la guerra es porque no pujamos lo suficiente por la paz. Quienes conocimos la guerra, tenemos compromiso añadido con la paz. Hemos de hablar con los jóvenes para ganarlos para la paz. En mitad de la situación de guerra, hay que practicar para no caer víctimas de la desesperación. Mucha gente joven que no ha vivido la guerra, no sabe apreciar la paz que tenemos. Lo que se sufre en una guerra, sólo se sabe  por la propia guerra. Os recomiendo la práctica preventiva.

En la sociedad se riega continuamente la violencia, el desenfreno y el placer sexual…, ¿Cómo practicar entonces sin perdernos en tanta locura? Es bueno practicar como individuos, pero es mucho mejor practicar como grupo. Si podemos cultivar la fraternidad en el seno del grupo, si podemos demostrar que la felicidad es posible, sin mucho dinero, sin mucho sexo…, podremos lograr que los otros no corran detrás de estos señuelos, de que sigan  detrás de la verdadera felicidad. El verdadero amor siempre nutre y sana. No tiene que ver mucho con el sexo. La felicidad es posible con la comprensión y la compasión. Quienes corren detrás del poder, del sexo, del dinero…, no encuentran la verdadera felicidad. Logremos demostrar esto a los jóvenes… Por eso es muy importante  crear grupo. Se pueden leer muchos libros, pero nada se puede  comparar con unas personas que viven en grupo y que son capaces de manifestar el verdadero amor y la verdadera felicidad.

Es posible ser consciente en medio de situaciones estresantes, cuando la mente trabaja mucho. Cuando nos encontramos en una situación estresante, respiramos y decimos: “Entonces estoy una situación estresante y no quiero dejarme  llevar por esta situación estresante”. La práctica de la meditación andante y la respiración, nos permite no dejarnos llevar este tipo de situaciones. ¿Quiero desperdiciar mi vida en situaciones así? Esta energía de plena conciencia nos permite no participar más en esas situaciones. Si en ese momento tenemos la suerte de estar con un hermano y hermana en la práctica, ellos nos pueden ayuda y así no dejarnos llevar por esa coyuntura. Estos estados estresantes precisamente ponen a prueba nuestra capacidad para ser conscientes.

Necesitamos tiempo para sanar nuestra situación dolorosa. Si la otra persona no tiene conciencia, cuando surgen esos estados hemos de practicar la respiración y la meditación andante. En vez de reaccionar negativamente, podemos decir así: “Querido, querida necesito tiempo para  abarcar estas circunstancias. Necesito tiempo para poder cuidar yo de mi emoción, para no dejarme arrastrar  por las emociones negativas”. Él o ella aprenderá de nuestra actitud y nos respetará…



FUENTE: https://www.mindalia.com

domingo, 27 de mayo de 2018

AVE DE MI ALMA, por Malena Sotomayor


AVE DE MI ALMA
por Malena Sotomayor

Al llegar a este mundo, me dijeron: 
todo es un sueño 
vuela, vuela ... anda a volar! 
Eres un ave de paso... tan solo un 
instante aquí, en este mundo y volverás.. 
y entonces... 
Empecé a volar, por este mundo, tan real 
pero recordando que me habían dicho 
que todo es un sueño aun siendo real... 
y entonces no entendía y a veces, no sabia si 
estaba navegando o si estaba volando... 
ave en vuelo soy... 
Cuando duermo vivo, cuando vivo duermo... 
y es todo un sueño... mas que un sueño... eso es todo ! 
Y entonces encuentro que deseo despertar 
y vivir y sentir y en todo amar... 
Allá en mi hogar... que ahora busco y 
digo : a donde estará? 
Mientras.... sigo volando 
y en mi vuelo encuentro 
suaves cantos que envuelven mis lagrimas 
y la brisa que acaricia mis plumas 
porque cuando un ave vuela... 
A veces llora 
A veces sufre 
A veces duele 
Sin embargo...un ave en vuelo eterno 
sabe trasformar todas las lagrimas en luz 
y todo el dolor en alegría, y todo el 
sufrimiento en aprendizaje para volar 
mas todavía.... 
Soy un ave de luz 
y extiendo mis alas que son muy grandes 
suaves, radiantes, bellas... 
OH! no soy de aquí... 
No puedes imaginar mis alas... 
Al aletear mueve corazones allá abajo... 
Sí... tienen mis alas, ese don:... de mover amor! 
Y veo que los seres sin alas no saben 
que hacer con un corazón, 
con una brisa de amor 
simplemente sigo volando 
No entiendo este mundo! 
y amorosamente extiendo mis alas 
tocando las nubes, tratando de solo 
sentir el amor, allá abajo, pero.... 
Pido.... 
Llamo... 
Busco... 
Miro mas allá del sol... 
Busco mi hogar y deseo estar en mi hogar 
vuelo una cima y cuantas mas y estoy deseando 
tan solo estar donde no hay mas... 
...tan solo HOGAR 
Recojo mis alas 
desciendo y me detengo 
acaso un beso del alma 
toca mi luz 
entonces despierto 
y este sueño... 
Este vuelo... 
se desvanece... 
Descubro mis plumas azules. 
Así, llegue a este mundo, 
si recuerdas de tus alas azules. 
Entonces dirige el vuelo ave del alma... 
Vamos a continuar este viaje 
y así, mover mas corazones 
...porque allá abajo... lo necesitan 
allá, en donde no tienen alas, siento 
que gritan por paz... gritan por amor... 
yo trato con mis alas de mover mas paz y mas amor 
pero juntos, Ave de mi alma, 
podemos multiplicar amor!!! 
ABRAZOS ALADOS envío al 
AVE de mi Alma 
GAIA nos llama
a re-unirnos .... AHORA ....

*

Malena Sotomayor

(31 de mayo, 2001 - San José, Costa Rica)


viernes, 25 de mayo de 2018

SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE, por Jiddu Krishnamurti


SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE 
por Jiddu Krishnamurti

(Os dejo link para lectura del libro "Sobre la Vida y la Muerte" de J. Krisnamurti)*

Escribe Krishnamurti en Sobre la vida y la muerte: «Hay tres cosas que debemos entender a fondo si queremos captar el movimiento total de la vida: el tiempo, el dolor y la muerte. Comprender esto requiere la claridad del amor. El amor no es una teoría ni es un ideal. 

El amor no puede enseñarse. Pero uno puede entrar en el amor de manera 
espontánea cuando comprende de verdad el significativo del tiempo, la profundidad del dolor, la pureza que llega con la muerte». «La vida es 
algo total. El dolor, la pena, la angustia, la alegría, las ideas absurdas, la posesión, la envidia, el amor, la dolorosa soledad... todo esto es la vida. Y para comprender la muerte tenemos que comprender la totalidad de la vida, no tomar sólo un fragmento de ella y vivir con ese fragmento, como lo hace la mayoría de nosotros.»


*Para lectura del libro "Sobre la Vida y la Muerte" de Jiddu Krisnamurti, podéis visitar el siguiente link: 


jueves, 17 de mayo de 2018

DESCANSA EN PAZ PAPÁ


DESCANSA EN PAZ PAPÁ

Hoy de madrugada mi padre abandonaba este plano y se disponia ha recorrer el último tramo del Camino, el que le lleva de regreso al Hogar. 

Descansa en paz, papá. En los corazones de los que aquí dejas y te amamos seguiras viviendo siempre y para siempre nos quedara tu recuerdo junto a nuestro eterno agradecimiento por todo el amor que en vida nos regalaste.

jueves, 10 de mayo de 2018

ACEPTACIÓN: Otra oportunidad en la vida, por Merlina Meiler


ACEPTACIÓN:
Otra oportunidad en la vida,
por Merlina Meiler


Cuando sobreviene un gran disgusto, nos parece que todo está perdido. Sin embargo, la vida suele darnos lo que habitualmente se llama una segunda oportunidad. Además, es bueno saber que, en realidad, las oportunidades son muchas más que dos…

En la vida de toda persona se produce una gran debacle en algún momento. Al oír el diagnóstico de una enfermedad difícil, luego de una gran desilusión sentimental, la muerte de alguien cercano, a causa de una iniciativa comercial frustrada o alguna situación de este tenor, la primera percepción suele ser que ahí se termina todo. El fin del mundo acaba de anunciarse para nosotros. Vemos imposible volver a levantar cabeza, nos parece estar en un callejón sin salida, con acceso vedado a la felicidad.

La primera etapa por lo general es la negación: a mí no me puede estar pasando esto, hay una equivocación, el teléfono va a sonar y ese llamado va a terminar con la angustia que siento. La negación es una respuesta instintiva a la desesperanza. Nuestro mecanismo de supervivencia lucha contra la agresión provocada por noticias angustiantes, tratamos con todo nuestro empeño que no sea verdad lo que está aconteciendo.

Suele manifestarse cierta depresión, ya que en un principio no se vislumbra la salida, y si se llegara a tener idea de cómo dejar atrás la debacle, la solución muchas veces suele no ser instantánea y requerir un gran esfuerzo. Algunas personas fluctúan entre períodos de depresión y otros de exaltación en los que tratan de llevarse el mundo por delante y creen que así la situación cambiará mágicamente.

En este punto cabe señalar que no hay actitudes buenas o malas, en los momentos de crisis reaccionamos como podemos y es positivo permitirnos que así sea.

Lo que produjo la debacle fue un proceso, el salir de ella, también lo será. Es bien posible hacer el intento ¡y tener éxito!. “Nada es permanente, todo se transforma”, reza una ley física. Vale la pena vivir y apostar al futuro, donde nos esperan un sinnúmero de posibilidades variadas en todos los campos. Una excelente manera de descubrir nuevamente la claridad es con compañía, o sea, hay que tener en cuenta que pedir ayuda a quien creamos conveniente es clave es este momento.

Para transitar el proceso de salida de esta situación tan dura, primero es necesario aceptarla. La aceptación implica entender cabalmente que, en efecto, esto tan temido o completamente inesperado tuvo lugar, y nos está sucediendo a nosotros. Aunque no lo merezcamos, no queramos o no sepamos qué hacer, sí, nos está pasando. En la medida que podamos, a nuestro tiempo, describamos la situación en primera persona. Una vez que nos acostumbremos a esta nueva realidad, el dolor irá quedando atrás.

Aceptación implica también perdonarnos incondicionalmente. Por los alertas que no quisimos o no pudimos ver. Por la negligencia o la extrema inocencia con la que actuamos. Por haber confiado a ciegas en nosotros mismos o en otra persona. Por no haber escuchado lo que nos decían, o por haber callado nuestras propias voces internas.

La aceptación es el puente que nos lleva del dolor a la paz interior. Nos conecta con nuestra condición de seres humanos, falibles, con errores y defectos, al igual que todas las personas que nos rodean. Asumir los errores como propios nos aporta claridad de conciencia. El autoconocimiento es esencial en la búsqueda del equilibrio psicofísico.

El aceptar el momento presente abre las puertas hacia otra oportunidad en la vida. Al entender exactamente qué sucede operamos en la realidad, y así contamos con la mejor predisposición interior para ver el abanico de posibilidades que se abre delante nuestro. De este modo lograremos las modificaciones de rumbo que deseamos. Todos tenemos la capacidad de procurarnos un futuro mejor. Cada día puede significar una nueva oportunidad, y trasformarse en un nuevo comienzo y en el primer paso hacia un futuro promisorio, si así lo decidimos.

Merlina Meiler


miércoles, 9 de mayo de 2018

SOBRE DEJAR IR...


SOBRE DEJAR IR...

Hay que dejar ir a quien nunca hizo nada para quedarse

Hay que dejar ir a quien nunca hizo nada para quedarse, a esas personas de sentimientos temporales que nos hicieron invertir tiempo e ilusiones. Dejar ir requiere valentía, pero lejos de aceptarlo como un final, debemos verlo como el principio de algo nuevo.

Imagen de Mila Marquis


¿Quién no se ha visto obligado en alguna ocasión a tener que cerrar una etapa de su vida? 

En ocasiones lo llaman “cerrar círculos“.

No obstante, esta idea de la circularidad más que darnos la visión de algo que se cierra con un inicio y un final, nos hace visualizar más bien una entidad que nunca termina, como una especie de uróboro o eterno retorno. Debemos ver esas etapas de nuestra vida como una línea por las que avanzar, por las que fluímos a medida que crecemos.

Y para crecer, nos desprendemos de ciertas cosas, a la vez que ganamos otras. La vida es un avance imparable que nos abruma y que nos quita el aliento, y de nada nos vale quedarnos encallados en algo o alguien que nos hunde hacia abajo como la piedra que cae por un pozo.

Quien no nos reconoce, quien nos hace daño y erosiona nuestro ser, nuestra esencia como persona, está vulnerando nuestro crecimiento.

Ahora bien, puede que nos cueste darnos cuenta, que no deseemos verlo durante un tiempo, pero la infelicidad es algo que nadie puede esconder. Duele, marchita y nos apaga. Así que no lo permitas. En la vida siempre llega un momento en que es mejor soltar, dejar ir…

Hay que dejar ir hasta a quien nos abandonó

El dejar ir, el cerrar una etapa de nuestra vida no se refiere solo a decir adiós a quien comparte vida con nosotros, en un acto de decisión o valentía.

Es posible que no seas tú quien abandona, puede que en realidad, hayas sido el abandonado. 

En este caso, la idea de soltar, de asumir esa ruptura y avanzar de nuevo hacia delante, es algo vital.

Imagen de Shawna Erback


Debemos dejar ir a quien nos ha abandonado, porque de no hacerlo, seguiremos aferrados a un sinfín de emociones negativas que nos van a herir cada día más. Y los responsables, seremos en esta ocasión nosotros mismos.

Cerrar ese ciclo de nuestra vida en el cual existe aún el dolor desgarrador del abandono, requiere tiempo. El duelo debe vivirse, llorarse, asumirse y más tarde, aceptar lo ocurrido hasta lograr llegar al perdón. Una vez cauterizada la herida y cuando nos encontremos libres de cargas al haber podido perdonar, nos sentiremos más ligeros para dejar ir con la máxima plenitud.

Un abandono es la ruptura de un vínculo, y como tal debemos “retornar” hacia nosotros mismos.

Hasta no hace mucho dicho lazo se nutría del amor hacia esa relación. Ahora, roto ya el cordón umbilical debemos reeencontrarnos, cuidarnos a nosotros mismos, atendernos para reforzar ese vínculo con nuestra autoestima para volver a mirar hacia delante. 

Fortalecidos.

No alimentes nostalgias, no focalices tu mirada en el ayer porque el pasado ya no existe, se fue, no está… Y recuerda sobre todo que quien vive de la nostalgia no hace más que alimentar el sufrimiento, y “aferrarse” mientras idealiza un pasado dejando que se pierda su presente. Su oportunidad de ser feliz “aquí y ahora”.

Hay que dejar ir sin resentimientos

Imagen de Lucy Campbell


Quien alimenta la rabia, el despecho y el resentimiento se vuelve prisionero de quien le hizo daño. Es así de sencillo y así de contundente. Quien te provoca la ira y focaliza todo tu desprecio, te hace ser un eterno cautivo de tus propias emociones negativas.

Perdonar no es fácil. En ocasiones asumimos que el perdón es una renuncia a nosotros mismos, que es como claudicar y vernos como víctimas. Nada más lejos de la realidad.

Para perdonar debes conseguir de nuevo tener confianza en ti mismo. Nadie es tan fuerte como la persona que es capaz de conceder el perdón a quien le hizo daño porque demuestra a su vez, que ha superado el miedo, que ya no teme al enemigo y que se siente más libre.

El desprendernos de los resentimientos y la rabia nos devuelve a nuestro estado inicial, nuestro corazón vuelve a sanarse y deja de lado esas emociones negativas. Solo entonces el acto de “dejar ir”, se convierte en algo más fácil de conseguir. a la vez que liberador.

No inviertas tiempo en quien ya no lo merece, en quien no hizo nada para quedarse a tu lado, o en luchar por ti. Ábrele el camino y ofrécele libertad, déjalo ir. Porque no merece la pena luchar contracorriente, porque toda puerta que se cierra, es una oportunidad que se abre.

Cortesía imagen: Mila Marquis, Shawna Erback, Lucy Campbell

Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-hay-que-dejar-ir-a-quien-nunca-hizo-nada-para-quedarse-607

CAMINOS PARA APRENDER A SER FELICES, por José Luis Martín Descalzo


CAMINOS PARA APRENDER A SER FELICES,
por José Luis Martín Descalzo

"Los humanos no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia. No es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa. La felicidad nunca es completa en este mundo, pero, aun así, hay raciones más que suficientes de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera. No hay recetas para la felicidad porque no hay sólo una, sino muchas felicidades, y cada hombre o mujer debe construir la suya... No obstante, sí hay una serie de caminos por los que se puede caminar hacia ella:

1. Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra alma. Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos. Sacar jugo al gozo de que nuestras manos se muevan sin que sea preciso para este descubrimiento las manos muertas de un paralítico.

2. Asumir después serenamente las partes negativas de nuestra existencia. No encerramos masoquísticamente en nuestros dolores. No magnificar las pequeñas cosas que nos faltan. No sufrir por temores o sueños de posibles desgracias que probablemente nunca nos llegarán.

3. Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasamos la vida desconfiando de los demás. Tratar de comprenderles y de aceptarles tal y como son, distintos a nosotros. Pero buscar también en todos más lo que nos une que lo que nos separa. Ceder siempre que no se trate de valores esenciales con nuestro egoísmo.

4. Tener un gran ideal, algo que centre nuestra existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestras energías. Caminar hacia él ince­santemente, aunque sea con algunos retrocesos. Aspirar siempre a más, pero no a demasiado más. Dar cada día un paso. No con­fiar en los golpes de la fortuna.

5. Creer descaradamente en el bien. Tener confianza en que a la larga -y a veces muy a la larga- terminará siempre por imponerse. No angustiarse si otros avanzan aparentemente más deprisa por caminos torcidos. Creer en la también lenta eficacia del amor. Saber esperar.

6. En el amor, preocuparse más por amar que por ser amados. Estar siempre dispuestos a revisar nuestras propias ideas, pero no cambiar fácilmente de ellas.

7. Elegir, si se puede, un trabajo que nos guste. Y, si esto es imposi­ble, tratar de amar el trabajo que tenemos, encontrando en él sus aspectos positivos.

8. Revisar constantemente nuestra escala de valores. Cuidar de que el dinero no se apodere de nuestro corazón, pues es un ídolo difícil de arrancar de él cuando nos ha hecho sus esclavos.

9. Descubrir que Dios es alegre, que una religiosidad que atenaza o estrecha el alma no puede ser la verdadera, porque Dios o es el Dios de la vida o es un ídolo.

10. Procura sonreír con ganas o sin ellas. Estar seguros de que el hombre es capaz de superar muchos dolores, muchos más de lo que él mismo sospecha.”



José Luis Martín Descalzo


Fuente:http://meditaldia.com/

martes, 8 de mayo de 2018

Yo Soy, por Maria Corbí


Yo Soy,
por Maria Corbí


Sumérgete profundamente en la "Sensación de existir" que se muestra como "Yo Soy".
Veras que esa sensación es la primera que aparece. Contemplala con calma.

Esa sensación de existir está siempre presente, pero está recubierta de todo tipo de cosas tales como soy este cuerpo, estos sentimientos, estos pensamientos, opiniones, posesiones.
Esos revestimientos te inducen a creerte lo que no eres.

Lo que existe es "El existir", no cosas que existen.
Y tu eres ese "Existir".

Observa ese "Yo Soy", esa sensación de existir con todos sus revestimientos. La realidad de tu ser, que es el existir, está detrás de todos ellos y es todos ellos.
Si permaneces tranquilo y en silencio, emergerá, lo invadirá todo y te acogerá.

Rechaza todo pensamiento, excepto uno: "Soy".
Al principio la mente se mostrará incapaz de permanecer fijada sobre ese único pensamiento, pero con el tiempo se calmará y se concentrará.

Esa actitud te llevará al fondo de ti mismo, a la fuente de donde brota toda realidad y todo sentido.



Maria Corbí

sábado, 5 de mayo de 2018

MENSAJE DE METATRÓN: Pronto aparecerá un sonido cristalino y lleno de esperanza


MENSAJE DE METATRÓN: 
Pronto aparecerá un sonido cristalino y lleno de esperanza



Saludos Maestros, soy Metatrón, Ángel de Luz, en compañía de Tyberonn del Servicio de Cristal.

Queridos Humanos, de todas las creaciones artísticas ofrecidas a las almas del Cosmos, del Omniverso viviente y del Omni de la Tierra, ninguna es tan beneficiosa como la expresión musical. Algunas formas de música clásica y “New Age”, como ustedes dicen, realmente estimulan y regeneran la fuerza de la vida y la sincronización celular en el cerebro y el cuerpo humano. Al hacerlo, este modelado musical cristalino impulsa el cuerpo, la mente y el alma.

También equilibra y estimula el sistema de chakras




Los humanos que escuchan regularmente música armoniosa, permanecerán en buena salud física y mental por más tiempo que aquellos que no lo hacen. Estos ritmos musicales son códigos de creación que reviven las células del cuerpo humano y mejoran las respuestas cognitivas del cerebro. Algunas formas de música preservan la función cognitiva y reducen la degeneración neurológica a lo largo del viaje biológico.

Uno de los ejemplos extraordinarios de este modelado musical es la Oda a la Alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven, no sólo del armonioso flujo de notas interpretadas por la orquesta, sino también de las voces humanas del coro. Contiene todos los códigos de creación. Si se pudiera “ver” la música en sus dimensiones físicas, esta sinfonía revelaría, de principio a fin, el complejo movimiento, la totalidad de los colores y formas de estos códigos.

La música y el sonido puro equilibran las tres partes humanas y conducen a una mejor alineación de los 33 chakras, una mejor comunicación y una conciencia superior. Las sociedades más antiguas y avanzadas eran muy conscientes del poder regenerativo y curativo de la música armoniosa como fuerza de vibración geomatemática.

Sanación Natural por Sonido




Actualmente se utilizan productos químicos para el tratamiento de enfermedades físicas y mentales. Les aseguramos que las civilizaciones más avanzadas de la Atlántida, Rama y Mu usaron el sonido para esto. Los sonidos naturales crean un estado de bienestar. Te sientes más tranquilo, más relajado, cuando estás en la playa escuchando el sonido rítmico de las olas, duermes mejor y más profundamente cuando llueve. En la naturaleza, la mente se libera y permite una terapia profunda del alma y es que la mente consciente ya no trata de alejar los pensamientos de la ansiedad, sino que desencadena un flujo liberador de ideas e imágenes “a medida” que proporcionan la solución, la terapia, adaptada a cada escenario individual.

Somos conscientes de que para muchos de ustedes en este momento no es fácil incluir caminatas por la naturaleza en su horario. Y si este es tu caso, la música como la Oda a la Alegría puede jugar el mismo papel y también traerte otros beneficios que son específicos de esta extraordinaria composición musical. Cuando te sientes ansioso o deprimido, la música clásica o natural te hará más bien que cualquier remedio químico “artificial”

Estos sonidos ayudan a alcanzar un estado mental más elevado para analizar problemas, explorarlos y alcanzar soluciones personales




Desafortunadamente, la mayoría de los humanos hoy en día están programados para creer en terapias químicas que temporalmente enmascaran problemas, privando así a cada individuo de los tratamientos naturales disponibles. Querido Humano, la terapia de sonido es poderosamente beneficiosa y sorprendentemente efectiva porque actúa en tu campo del aura y en lo que se puede llamar el Mer-Ka-Na, el Cuerpo de Luz Cristalina. Entender el mantenimiento del Aura en buenas condiciones es esencial para alcanzar la elevación dimensional del planeta y alcanzar la conciencia multidimensional.

En este nuevo tiempo, en este amanecer de la Era Cristalina, debes estar vigilante y avanzar con esperanza, porque a medida que se avanza hacia el 2038, la quinta “raza raíz” de la biología cristalina comienza a transformar a la humanidad. Esto requerirá acceso al Sea-Ka-Na, por lo que su esfuerzo disciplinado es requerido en este cambio.


Soy Metatrón. Siempre estamos contigo y eres profundamente amado.



AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org