El mantra de la meditación:
OM MANI PADME HUNG
Para entrar en la dimensión sagrada del sonido del afecto amoroso, lo único que necesita es pararse un momento. Hágalo ahora mismo, tómese un descanso, tome una respiración profunda. Visualice la imagen amorosa mas genuinamente exaltada de amor incondicional y de compasión que pueda imaginar. Pude ser el Buda, Tara, Maria, Jesús, un Santo o Maestro particular o un arcángel o ángel o también su propio Maestro o guía espiritual. Dirija hacia esta imagen pensamientos de gratitud, de devoción, de confianza, de fe, y de aprecio.
Con este pensamiento o imagen en su mente, entone el Om Mani Padme Hung suavemente, regularmente. Utilice este mantra de amor y compasión para suavizar, para tranquilizar, para aquietar su mente, su energía y sus espíritu. Utilícelo para disolver cualquier dureza o constricción que exista en su corazón, para fortalecer y liberar su temple. Cántelo una y otra vez , despertando ante la presencia de ese ser exaltado, que es la realidad sagrada o dimensión espiritual. Sienta donde se encuentra, lo que es y quien es y quien puede llegar a ser. Permita que se disuelva todo dentro de esta corriente susurrante; de esta especie de sonido repetitivo a manera de cántico que es el mantra de la Gran Compasión.
Om Mani Padme Hung... Om Mani Padme Hung... Om Mani Padme Hung
Ahora se puede centrar la atencion y el pensamiento en aquellos a quienes amamos y podemos dejar que nuestro amor incondicional les alcance. Debemos seguir proyectandonos mientras visualizamos los radiantes y claros rayos de nuestro amor. El alcance del amor incondicional es infinito.
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