miércoles, 17 de noviembre de 2010

COMO VISUALIZAR Y PRECIPITAR LOS DESEOS POR EL AMADO MAESTRO SAINT GERMAIN


COMO VISUALIZAR Y PRECIPITAR LOS DESEOS
 POR
 EL AMADO MAESTRO SAINT GERMAIN

La verdadera visualización, es el atributo y poder de la Vi­sión de Dios, actuando en la mente del hombre. Cuando uno visualiza conscientemente en su mente un deseo que quiere plas­mar, está usando uno de los me­dios más poderosos para traerlo a la manifestación, a la expe­riencia visible y tangible. Existe mucha confusión e incertidumbre en la mente de los muchos, res­pecto a lo que ocurre textual­mente cuando uno visualiza o forma un cuadro mental de algo que uno desea. No existe forma alguna en el Universo que no haya sido mantenida consciente­mente a manera de un retrato en mente de alguien, ya que todo el pensamiento contiene un retrato de la idea contenida en él. Aún el pensamiento abstracto contie­ne un cuadro, y por lo menos una imagen que constituye el concepto mental de la idea.


TE VOY A DAR UN EJER­CICIO POR MEDIO DEL CUAL SE PUEDE DESARRO­LLAR:

Controlar conscientemen­te y dirigir las propias activida­des visualizantes para obtener resultados definidos. Doy varios pasos en el proceso, que cada estudiante puede usar en cual­quier momento. Esta práctica cuando es aplicada, trae resulta­dos tangibles, visibles.


EL PRIMER PASO ES EL DE DETERMINAR LO QUE SE DESEA MANIFESTAR:

Por su­puesto, que esto sea algo hono­rable, constructivo, digno del tiempo y esfuerzo. Asegúrate del motivo que te impele a traer se­mejante creación al exterior. De­bes ser honesto contigo y con el resto del mundo. No simplemen­te el de gratificar un capricho de los apetitos sexuales. Recuer­da que existe una gran diferencia entre el uso, el deseo, el apetito o capricho. EL USO IMPLICA EL CUMPLIMIENTO DE LA GRAN LEY UNIVERSAL DE SERVICIO. El deseo es la Acti­vidad Expansiva de Dios, a tra­vés de la cual se mantiene la constante manifestación. Es la Perfección engrandeciéndose. El apetito es simplemente el hábito establecido por la gratificación constante de la naturaleza sen­soria, y no es sino la energía en­focada y calificada por las suge­rencias que vienen de las activi­dades exteriores de la vida.


Asegúrate muy bien que no tienes por dentro, disimulada­mente, alguna sensación de que te agradaría "beneficiarte a ex­pensa de otro". Un verdadero estudiante y únicamente el ver-dadero estudiante sacará pro­vecho del siguiente entrenamien­to. Toma las riendas y resuelve disciplinar y controlar conscien­temente a su ser inferior. El es­coge lo que ha de permanecer, o salir de su mundo, a través del proceso de visualizar en su mente, diseñar y traer a la ma­nifestación un plan determinado de vida.


EL SEGUNDO PASO ES EL DE DECLARAR EL PLAN EN PALABRAS

Tan claras y con­cisas como sea posible.
Escríbelo.
En esta forma estarás graban­do un registro de tu deseo en el mundo exterior, visible, y tangi­ble.


EL TERCER PASO ES EL DE CERRAR LOS OJOS Y VER DENTRO DE TU MENTE UNA IMAGEN MENTAL DE TU DESEO,

 En su perfecta con­dición de actividad terminada.
Contempla el hecho de que tu habilidad de crear y ver un cua­dro dentro de tu propia concien­cia es el atributo Divino de la Vista actuando en ti. La activi­dad de Ver y el de poder Crear son atributos de tu SER DIVI­NO, el cual tú no conoces y sientes en ti, en todo momento. La Vida y Poder de Dios están ac­tuando dentro de tu conciencia para impulsar hacia afuera, al mundo exterior, el cuadro que tú estás viendo y sintiendo den­tro de ti.


Sigue RECORDÁNDOLE a tu intelecto que la habilidad de visualizar es un atributo de Dios, o sea, el Atributo de la vista. El poder de sentir, experimentar y asociar con el cuadro perfeccio­nado es el poder de Dios. La sustancia que es usada en el mundo exterior para formar tu cuadro y tu plan, es la sustancia de Dios. Luego tú sabes que Dios es el HACEDOR, la acción y el hecho de toda forma y ac­ción constructiva que jamás haya sido lanzada al mundo de la ma­nifestación. Cuando tú usas así todos los procesos constructivos, es imposible que tu plan o pro­yecto no salga al mundo visible.


RELEE tu plan o tu deseo tantas veces como te sea posible durante el día, y siempre justa­mente antes de dormirte, porque al dormir inmediatamente des­pués de contemplar el deseo den­tro de tu conciencia, una impre­sión completa permanece en tu conciencia interna humana y sin ser molestada, durante algunas horas, permitiendo que se gra­be profundamente en la activi­dad exterior, y dejando que se acumule y genere la fuerza que le ha de impulsar a la experien­cia exterior de vida. De esta ma­nera, puedes llevarte todo el de­seo o cuadro a tu conciencia pa­ra que entre al GRAN SILEN­CIO del sueño. Allí será cargada con el más grande Poder y Ac­tividad de Dios, los cuales están siempre del Corazón del Gran Silencio.


POR NINGUNA CIRCUNS­TANCIA DEBES COMENTAR TU DESEO O TU VISUALIZACION CON PERSONA ALGU­NA.


Esto es imperativo e impor­tante:

No lo converses contigo mis­mo, ni en voz alta, ni en susurro, ya que tú debes comprender que cuanto mayor sea la cantidad de energía generada y acumulada por tu visualización, tu senti­miento y la realidad de tu cua­dro, tanto más rápidamente sal­drá a tu experiencia exterior.


Miles de deseos, ambiciones e ideales hubieran sido manifes­tados si los individuos no los hu­biesen discutido con familiares y amigos. Cuando tú decides de­mostrar una experiencia por la vía de la visualización conscien­temente dirigida, tú te convier­tes en Ley —Dios—. La Ley del Uno, para Quien no hay oposi­ción. Tú tienes que formular tu propia decisión y apoyar tu pro­pio DECRETO con toda fuer­za. Esto significa que no de­bes vacilar. Para esto, debes saber y sentir que es Dios quien está deseando, sintiendo, manifestando, controlando todo lo que se refiere a ello. Esto es la Ley del Uno. Dios y única­mente Dios. Hasta que esto no sea comprendido plenamente, jamás podrás obtener las manifestaciones, ya que el minuto que entra el elemento humano lo estarás sacando de la mano de Dios y, por supuesto, no pue­des expresarte ya que lo neutra­lizas con las cualidades humanas de tiempo, espacio, lugar y mil condiciones imaginarias no re­conocidas por Dios.


Nadie podrá conocer a Dios, mientras considere una fuerza opuesta a El, ya que el momento en que reconozcas que dos fuer­zas pueden actuar al mismo tiem­po, estarás neutralizando la ac­tividad. Cuando se manifiesta una neutralización, no se tiene nada. No se manifiesta nada. Cuando se reconoce a Dios —EL UNO— se obtiene la perfección manifestando instantáneamente, ya que no hay nada que se opon­ga y lo neutralice. NO HAY ELEMENTO TIEMPO. Así es que SE ESTABLECE LA MANI­FESTACIÓN o mejor dicho:


Así es como se establece (como lo expresa la Biblia) pues no hay nada que se oponga a lo DECRETADO POR DIOS.


No podrán jamás mejorar las condiciones de aquel que desea la perfección, mientras siga reconociendo un poder contrario al de Dios, o que hay algo dentro o fuera de sí mismo que pueda impedir que se exprese la Perfec­ción de Dios. El mero conoci­miento de alguna condición que pueda expresar menos que Dios, implica la elección deliberada de una condición imperfecta, y eso es lo que se llama la CAÍDA DEL HOMBRE. Este es delibe­rado e intencional por que él es libre en todo momento de pen­sar lo que le de la gana de pen­sar. Y a propósito no requiere más energía pensar la Perfección que pensar en la imperfección.


Tú eres el creador localizado para diseñar y crear la perfec­ción en tu mundo y tu sitio del Universo. Si deseas expresar la Perfección y el Dominio, debes saber y reconocer únicamente la Ley del Uno. El Uno existe y con­trola completamente en todas partes del Universo. Tú eres la vida autoconsciente. Tú eres la única Suprema Presencia de la Gran Llama de Amor y Luz. Tú eres, únicamente eres el que es­coge y decreta las cualidades y las formas que deseas vaciar en tu vida, pues eres el único energizador de tu mundo y todo lo que contiene. Cuando tú piensas o sientes, una parte de tu ener­gía vital sale a sostener tu crea­ción. Saca pues de tu cabeza toda duda y temor de que pueda no cumplirse aquello que estás de­seando o visualizando. Si acatas tales pensamientos que después de todo no son sino emanaciones humanas y que no contienen la Perfección, lograrán entrar a tu conciencia, reemplazándola ins­tantáneamente por el pleno re­conocimiento de que tu Ser y tu Mundo son la VIDA DE DIOS, El Uno. De allí en adelante, no te preocupes más, excepto cuan­do te pongas a visualizar. No de­clares un tiempo o momento de­terminado para la realización. No existe sino el ahora. EL MO­MENTO INMEDIATO. Toma esta disciplina, úsala y te verás manifestando un poder en ac­ción sin resistencia alguna que pueda fallar, ni jamás ha fallado.


Recuerda siempre que tú eres DIOS VISUALIZANDO. Tú eres la INTELIGENCIA DIVI­NA dirigiendo. Tú eres el PO­DER DE DIOS IMPULSANDO. Tu sustancia es la SUSTANCIA DE DIOS en acción. Cuando tú realizas esto, y lo contemplas a menudo, todo el Universo acude a cumplir tu deseo, tu mandato, tu cuadro, ya que es todo cons­tructivo y de acuerdo con el Plan Divino Original de la Vida Auto-consciente. Si el lado humano nuestro se pone verdaderamente de acuerdo con el Plan Divino y lo acepta, no puede existir tar­danza ni fracaso, ya que toda energía posee la cualidad inhe­rente de la perfección dentro de ella, y acude a servir a su Crea­dor. La Perfección es la única predestinación que existe.


Cuando tu deseo o tu reali­zación son constructivos, tú eres Dios contemplando su propio proyecto. Cuando Dios ve, es un Decreto irrevocable o un mandato de aparecer. En la creación de este sistema de mundos Dios dijo: "HÁGASE LA LUZ" y la luz apareció. NO TARDO EÓNES EN CREARSE LA LUZ. El mismo Dios magno está en ti ahora, cuando tu ves y hablas, es SU ATRIBUTO DE VISIÓN Y VOZ lo que está ac­tuando en ti y a través de ti.


Si tú logras comprender lo que esto significa, puedes orde­nar en el nombre de SU PLENO PODER Y AUTORIDAD, ya que tú eres SU CONCIENCIA VITAL. Es únicamente la con­ciencia del ser en tu vida, lo que puede ordenar, visualizar o de­sear un PLAN PERFECTO. To­do proyecto o plan es suyo. De manera que tú sabes que Dios está actuando, mandando: "QUE ESTO SEA CUMPLIDO AHO­RA" y se cumple.



Por: El Amado Maestro Ascendido SAINT GERMAIN


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