ACCEDIENDO AL YO SUPERIOR
El autocontrol de la mente y las emociones.
por:
KWAN YIN
Bienvenidos a este espacio de luz, este espacio de energía de luz dorada, cálida. Junto a vosotros, los guías, los ángeles, los maestros que os acompañamos. Este mensaje es un mensaje de traducción, un mensaje de desvelos. Durante mucho tiempo estáis esperando mensajes de luz, con claridades que puedan mostraros respuestas. Y este mensaje ya llega. Es importante que busquéis estas respuestas continuamente dentro de vuestros corazones y no fuera, pues quien busca fuera no encuentra. Sólo en el corazón se puede hallar la claridad y hacia allá os conducen estas palabras. Son palabras de luz para el encuentro con el Maestro Interior.
Cada persona, cada uno, conecta con un maestro desde su nacimiento con mucha más facilidad que con otros. Algunos maestros tienen relación con la familia de luz, pero en su mayoría los maestros conectan con vosotros por la misión de vida. Y es la misión de vida la que os permite canalizar y contactar a un maestro o a otro. Así hoy venimos a hablar dos maestros de luz: Kwan Yin y el maestro Morya. Durante varios años hemos trabajado en este canal capacitándole para realizar estas canalizaciones y hoy os mostramos esta energía para que pueda ser recibida adecuadamente. La energía de acceso al Yo Superior.
Todas las personas nacen con un canal que les une consigo mismos y ese canal puede ser reactivado a través de la meditación y la energía. Canalizar no es otra cosa que contactar con uno mismo y encontrar, dentro de sí, la energía adecuada para este momento.
Así, hoy, viajaremos dentro de vosotros, dentro de cada uno para poder despertar a la respuesta de la vida. Respirad despacio e ir escuchando la propia respiración. Según vais respirando id notando cómo la respiración es más y más tranquila.
Así se va bajando a una vibración más alta. Poco a poco, con constancia. Es la propia persona la que pone la intención de subir la vibración y es la propia persona quien ha de provocar esta subida de conciencia, esta subida de escalón. Nosotros, mis amados, estamos aquí arriba esperándoos. Sólo con la respiración vais notando cómo la energía va subiendo, va creciendo y cómo la conciencia se va expandiendo.
Así de fácil se va creando este espacio.
Buscando dentro de cada uno veréis esta energía de elevación. Esta energía de contacto con uno mismo.
Vamos a seguir con la respiración y la intención puesta en la conciencia. Según respiras ve notando cómo eres más y más consciente, cómo abarcas más y más consciencia sobre tu espacio, sobre ti mismo, sobre tu luz, tu energía… ya estás en un nivel de conciencia más alto. Ya estás en una vibración más alta. Con sólo la intención.
Desde este punto podemos comenzar el mensaje de luz.
Venimos hace tiempo hablando de la necesidad de autocontrol ante las propias emociones, las personas soléis tender a cansaros mucho y tiene relación con el desgaste continuo que permitís en vuestra vida a causa del dejaros llevar por las emociones. Las personas podéis elegir, tú puedes elegir. El camino está en tu mano, la elección es sencilla, no es difícil, es sencilla. Y vamos a encontrar respuesta al por qué cuesta tanto elegir este autocontrol de uno mismo.
Muchas vidas atrás tú eras un hombre controlado, paciente, sano. No te faltaba tranquilidad y paz y podías permanecer toda una vida en silencio absoluto, sólo sintiendo la calma de la propia vida. Eran vidas plenas. Ahora, el ruido, el ajetreo parece que dificulta en gran medida que esto se realice en el día a día y eso es lo que ocasiona que no puedas centrarte en ti misma.
Ve respirando y ve sintiendo que tienes un cuerpo y ese cuerpo es tuyo, tú posees la capacidad de dirigirlo. Posees una mente humana y esa mente es tuya, tú puedes dirigirla. No es al revés, tú diriges tu cuerpo, tú diriges tu mente, tú diriges tus emociones.
Durante mucho tiempo ha sido y está siendo al revés, permites que sea la mente quien dirija tu vida y permites que sea tu cuerpo el que te guíe, agotado y aletargado, hacia el próximo momento. Ahora deja ya que tu cuerpo te guíe, deja ya de permitir esto y empieza a darte cuenta, sólo date cuenta que tu cuerpo es tuyo y tú lo diriges. Tranquilamente puedes comprobar cómo responde a tus órdenes. Cuando tiene frio, sí, abrígalo y cuídalo. Pero no le dejes que continuamente él te diga lo que tienes que hacer.
Lo mismo, la mente humana siempre dirigiendo el camino. La mente humana no posee el control, no, es un espejismo el creer esto. Es el corazón el único capaz de dirigir al hombre hacia una vida plena. La mente controla de datos, de información, pero no de lo esencial. Cuando la mente decide se ofusca. Es uno mismo, desde su centro quien ha de dirigir. Nota ahora la diferencia de la mente siempre calculando, siempre interpretando y siempre juzgando. Déjala ahora a un lado y comienza a darte cuenta que eres tú misma quien diriges tu mente, eres tú misma quien tomas el control sobre ella, quien diriges el pensamiento y quien diriges la voz pensante. El pensamiento no se vuelve loco, tú permites que así sea.
Durante tanto tiempo bombardeando de información inútil la mente, tu mente tiende a pensar de más sin sacar provecho, pero eres tú quien tiene la fuerza y la capacidad de decir: “¡Basta!” Sólo tú puedes. Ahora aquí, estamos mostrándote cómo esa mente la controlas y la diriges tú misma.
Sigamos ahora con este control sobre uno mismo y pasemos a las emociones. El tema emocional es un tema difícil para los hombres hoy en día pues durante muchos años habéis dado una gran importancia a las emociones y a los estados emocionales. Las personas enferman y sanan sólo por sus emociones, las personas controlan o descontrolan su vida por tener unas u otras emociones. Ahora puedes controlar estas emociones, siempre has podido.
Las emociones son tuyas, tú las diriges. Siente y nota que la emoción surge a raíz de la mente, es la mente quien decide qué sentir en qué momento, cómo bloquear el flujo emocional y cómo pararlo. Esto hace que la vida tenga más fácil control. Cuando la persona no logra controlar su mente o no permite que la mente haga su trabajo real, entonces pierde el contacto con la realidad y es la misma mente la que dirige la vida, la que decide, y es la mente la que dice: esto es bueno y esto es malo. Es bueno contener la risa, es malo llorar, es bueno tener pasión, es malo tener ira....
Es la mente la que juzga y cataloga una emoción como buena o como mala. Pero ¿qué pasaría si todas las emociones fuesen buenas? ¿Qué pasaría entonces? Las personas serían caballos desbocados y el sentirse de una manera u otra sería saludable. Todos gritarían, llorarían y saltarían a su antojo. Y hay que tener en cuenta que la emoción, en mayor o menor medida, puede cambiar el rumbo de la vida de una persona.
Las emociones son buenas, son naturales, pero no son el fin de la existencia humana y permitir que estas emociones dirijan la vida no es sino intentar controlar la vida y dirigirla hacia un fin pasional. No son las emociones las que han de dirigir la vida, al contrario, ellas dan color, dan aroma, producen sobresaltos y ayudan a colorear lo que conocemos. Sin ellas todo sería liso, blanco o negro. Sin ellas no habría marea en el mar. Son necesarias y saludables. Pueden permitir que una persona viva más de 100 años pero también pueden envejecerla rápidamente a causa del estrés y la ansiedad.
Las emociones son gotas de rocío para el hombre. Mantenerlas a un lado de la vida no es la manera, pero tampoco es la forma permitir que ellas controlen lo que a uno le ocurre. En este equilibrio está la vida natural, la vida plena. El significado completo de la vida no se tiene si no hay emociones de una forma regulada y fluida. Son una parte del ser humano y no ha de pensar que tienen que desaparecer.
Continuamos sobre este tema y veréis que estos son los puntos que se necesitan controlar para que la vida no se os escape, para que la vida no pierda el rumbo. La mente humana, las emociones, y el cuerpo físico.
Pero hay una cosa más que muchas veces olvidáis o no queréis recordar. Hay algo que os cuesta mucho controlar y mantener en el pensamiento y en uno mismo vivo para que tome fuerza. Y es el amor. La falta de amor en la vida, ocasiona una pérdida de sentido sobre el por qué de la existencia y el por qué de uno mismo. Durante mucho tiempo perdisteis la noción de la realidad. Esto fue debido a que muchos no se guiaron por el corazón, sino por el miedo. No es una sorpresa esta afirmación pues la precaución es parte de la vida humana que ahora conocéis. La precaución y el intentar controlar la vida de uno y del otro a fin de no temer las consecuencias, a fin de tener claro lo que pueda ocurrir. Y eso es miedo ante lo desconocido. En un mundo de paz, este miedo desaparecería. En un mundo de paz no habría otra cosa más que dirigiese la vida que el amor y la fe en Dios. La duda sobre lo que el Universo hace, es una falta de dominio sobre uno mismo, revela que uno no sabe quién es, no sabe cómo controlarse y no es consciente de hacia dónde se dirige. La falta de luz sobre la vida es miedo ante la realidad.
Ante un ejercicio sencillo deseamos que empecéis a tener más claridad sobre estos puntos a fin de que controléis la propia vida y podáis dirigiros al futuro calmadamente, conscientemente. A fin de que localicéis los problemas de vuestra vida y podáis por fin tomar consciencia de ellos y solucionarlos. La vida es un fluir y como muchos notaréis el fallecimiento es parte de este fluir, no se puede vivir sin sufrir cambio, cada día, una parte de vosotros muere para que otra renazca. Y eso es bello, es hermoso y es necesario. Aquí estamos para constatar este hecho, es necesario que una parte muera para que otra renazca, es necesario que muera el yo que tiene miedo para que amanezca el yo que no teme, el yo que ama, el yo que tiene fe, ante todo fe. Es necesario y es esto lo que ha de haceros conscientes de que la realidad ha de formarse soltando unas cosas y permitiendo que ciertas facetas desaparezcan para que aparezcan otras, pues agarrados a lo viejo, no puede renacer lo nuevo. De esto va este mensaje, de soltar ese control, ese intento de control sobre la situación de uno mismo, de soltar ese control de la mente, de soltar ese control de las emociones y esos impulsos desorganizados y de soltar ese miedo. De soltar esa importancia sobre el cuerpo, sobre el físico, sobre su forma y sobre lo que le ocurre. El cuerpo necesita amor, cariño, atención, pero no es el traje quien dirige la vida sino la vida la que dirige el traje. Ahora vamos a soltar.
Juntos, mis amados, estamos juntos. Ante vosotros vuestro Maestro de luz. Vuestro Maestro Interior. A vuestro lado vuestros ángeles. Soltad ahora ese temor, ese miedo. Miedo a todo lo desconocido. Y al soltar el miedo sentir como os expandís, vuestro ser de luz se expande pues el miedo os retiene escondidos. Por fin se empieza a sentir y a ver la energía que lleváis. Soltar ese miedo rápidamente. Coged aire y soltar.
Suelta. (susurro suelta).
Relajados, seguros dentro de la propia divinidad, ahora pasamos a las emociones. Las emociones os guían de tal manera que muchas personas sienten que donde no hay emoción satisfactoria, no hay nada. Y no, mis amados. Dios está en todo, el amor está en uno mismo. La emoción sólo es el colorido de la vida, nada más que el color. No permitáis tampoco que la vida sea monocromática, ni de color crema, permitir colores vivos, saludables, controlados. Ahora empezar a controlar este espacio en el que estáis y sentir que las emociones se estremecen un segundo y se relajan todas. Coger aire y al coger aire sentir como las emociones se estremecen, al soltarlo, relajarlas. Tomar así el control sobre uno mismo, sobre el propio placer, la ansiedad, la ira.
Coges aire, suavemente. Al coger aire sientes que la energía emocional se excita un poco más, y de pronto relajas. Relajas. Suave, las emociones suaves. Las sientes que se suavizan todas.
Ahora otra vez coges aire, sientes la excitación del cuerpo emocional y al soltarlo, sueltas la emoción. Ella no controla la vida, tú la controlas a ella. Tú controlas tus estados emocionales. Tú controlas tu vida. ¿Ves qué fácil es? Así de fácil es, tú controlas tu vida. Ante ti, siempre tu maestro mostrándote que no estás sólo en este camino, amándote en cada paso que das. Mostrándote que él está junto a ti.
Vamos a dar ahora un paso más y a intentar soltar ese control “casi automático” de la mente, ese control por controlarlo todo. Suelta la mente. Relájala. Respira este momento, esta energía, esta situación y olvídate de todo lo demás. Olvídate de quien eres, de lo que crees de ti mismo, de lo que crees o has creído alguna vez de otros. No temas olvidarlo, simplemente se consciente de que todo eso se va soltando. Se va relajando. Ya no hay control por controlar. La mente es un instrumento y tú la manejas. Y lo estás haciendo ahora. Esto es muy importante para la vida, estás controlando tu pensamiento continuamente. Continuamente estás trabajando por controlar tu mente, por dirigirla racionalmente hacia tu vida consciente. No por controlar y entender la vida consciente, se es consciente por encima de la mente humana, no por debajo de ella, no te subordines a la mente, permite que esta se duerma un rato y se consciente, abre los ojos a la realidad entonces y observa. Estás en un espacio sagrado, tu vida. Eres un ser de luz en una vida humana. Se consciente de eso y respira claridad. La mente, no es capaz de entender y comprender nada de esto. La mente sólo controla racionalidades. Respira en tu propia divinidad, en tu propio autocontrol.
Estas en plenitud, sólo así se puede lograr una vida de crecimiento y saludable, a partir de este control sobre uno mismo.
Ahora, mis amados, ahora pasamos al control más difícil de realidad, el control del miedo. Es necesario soltarlo, soltar la preocupación constante. Muchas veces se os ha dicho que os preocupáis demasiado y así es, os preocupáis de todo, por todo. No soltáis esa preocupación constante y es necesario soltarla. Es necesario dejarla fluir. Es necesario. No preocuparse. Tranquilos. Ante vosotros el futuro lleno de sabiduría propia. Sabiduría esencial. Ante vosotros la luz. Ante vosotros la energía de la vida. Ante vosotros la claridad. Suelta ya eso que agarras por creer que los vas a perder. No tienes las riendas de tu vida, es un error creerlo. Sólo tienes las riendas de tu cuerpo, tu mente, tus emociones. Pero tu vida la dirige tu Yo Superior, la vida te la dirige tu amor, tu corazón. Deja de agarrarte a ese control ilusorio creado a base del miedo que tienes a ser llevado por otros. Eres quien ve, quien vive, quien siente, quien se dirige. Sólo tú tienes el control sobre el dejar este falso control. Suelta. Relaja. La vida no se escapa. La vida no es un caballo desbocado. La vida eres tú. La vida es tu presente, es el Ahora. La vida eres tú.
Estas son las claves de la Nueva Energía. De la Nueva Era. El autocontrol del viejo Yo. Llegará el momento en que este autocontrol no sea una gran preocupación, pero hoy, ahora, es necesario comenzar a practicar el autocontrol una vez más a fin de que la vida no la dirija el ego, sino uno mismo. La naturaleza humana, aun hoy, es traicionera, y es necesario dirigir uno mismo hacia la luz a través del corazón.
Sed bienvenidos a esta Energía nueva.
Sed bienvenidos a esta Nueva Era.
Os amamos.
Gracias
Kwan yin
Canalizado por Altaïr García
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