viernes, 4 de febrero de 2011

EL ALMA HUMANA

EL ALMA HUMANA





Una buena definición del alma humana sería: aquella que creyendo conocerlo todo se desconoce a sí misma.


Como apuntaba en la introducción del libro, el enorme cambio que todos intuimos, viene del descubrimiento por el hombre de su propia alma y de las leyes que la rigen. El desarrollo tecnológico no será el protagonista, sino una herramienta para que esto suceda.


3.1 Los tres niveles del hombre.


Todo en el Cosmos se manifiesta de una forma trina. Existen siempre tres principios que dan origen a lo creado. La Trinidad divina, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, o Brahma, Shiva y Vishnu para los hindúes, manifiesta los tres Principios constructores del Universo; el masculino, el femenino y el neutro.


Esta ley se manifiesta también en el ser humano, entendido como un todo formado por el espíritu, o principio positivo; el cuerpo, o principio negativo; y el alma o principio neutro que une los dos anteriores.


"Todo ser vivo tiene un campo energético [alma] porque la Vida [espíritu] necesita de una manifestación energética para expresarse. Ese campo energético es expresión de una conciencia, que crea una forma [cuerpo]". (Rojas, 1996)


Estos tres principios están vinculados en la ciencia física por la famosa ecuación de Einstein: Energía es igual a masa por velocidad de la luz al cuadrado.


La luz representa al espíritu, la energía al alma, y la masa al cuerpo.


La fórmula nos muestra que los tres componentes de la ecuación son manifestaciones de una misma cosa.


Podemos ver al ser humano como cuerpo, como alma o como espíritu. Esto depende de en qué aspecto del ser ponemos nuestra atención.


Si dirigimos nuestra atención sólo al cuerpo, tenemos una visión material y mecanicista del ser humano; si la orientamos al alma, nuestra percepción es psicoemocional y energética; y si la situamos en el espíritu, tendremos una percepción espiritual del ser, pero para lograrlo habremos de sintonizar con esa frecuencia.


Las tres percepciones son válidas y útiles en función del contexto en el que trabajemos, pero el proceso de integración del ser lleva a entender que el espíritu es causante de lo que sucede en el alma y esta a su vez de lo que sucede en el cuerpo.


3.1.1 Nivel físico: El cuerpo


· El cuerpo es la forma. Está sometido a un desarrollo unidireccional en el tiempo y el espacio.


· Es el vehículo para que el espíritu se manifieste y experimente en el nivel material.


· Se encuentra bajo la ley de la causalidad.


· Está conformado por el campo de conciencia o electromagnético.


· Es estudiado por la medicina biológica y la alopática.


El cuerpo es un vehículo para que el alma pueda experimentar en un mundo material. No tiene mayor significado que el de un automóvil para su conductor. Sin embargo, en el mundo de realidad virtual en que vivimos, le damos una importancia casi absoluta, lo que acarrea conflictos y sufrimiento.


Los seres humanos tendemos a identificarnos con nuestros cuerpos, pero en realidad éstos no son más que una proyección de nuestras almas.


El cuerpo es una densificación de nuestro campo electromagnético que a su vez es condensación de la luz del espíritu.


3.1.2 Nivel energético: El alma.


· El alma es el campo de conciencia. Es el puente entre el espíritu y el cuerpo.


· El campo de conciencia es el registro de las experiencias del espíritu.


· Puede desplazarse a través del espacio y el tiempo, dando origen en los sueños a los viajes astrales, y a las premoniciones.


· Corresponde al aura o cuerpo energético.


· En la dimensión donde se expresa, los hechos son sincrónicos: paralelos y simultáneos.


· Su estudio está a cargo de la psicología, la psiquiatría, la astrología y las medicinas bioenergéticas.


La bioelectrografía mide algunos de los niveles más densos del alma, por eso nos ayuda a entender qué es el alma.


En el nivel físico el alma es un complejo campo electromagnético como veremos en el apartado dedicado a la ciencia.


En el nivel psicológico este campo es el soporte para la consciencia, definida por la psicología transpersonal como la experiencia del darse cuenta.


En el nivel espiritual es el registro de todas las experiencias del espíritu individual de cada ser a lo largo de su devenir por el Universo. En ella están grabadas todas las acciones y la explicación de por qué el ser actúa de la manera en que lo hace (su karma).


Los grandes iniciados en la medicina han buscado en el alma o campo electromagnético el camino hacia la salud. Hahnemann la llama la fuerza vital, y en el capítulo 10 del Organon afirma que el organismo material, sin la fuerza vital, no es capaz ni de sensación ni de funcionamiento ni de propia preservación.


La causa de los problemas del ser humano no está en su cuerpo, sino en su alma. El campo electromagnético humano está dañado por multitud de factores, unos internos como las emociones y pensamientos negativos, y otros externos, como las contaminaciones de todo tipo, y los condicionamientos sociales.


La búsqueda del hombre es conectar con su alma y reconstruirla. Cuando logra hacerlo, expresa directamente las cualidades de su espíritu.


3.1.3 Nivel Lumínico: El espíritu.


· El Espíritu es la Vida; la chispa divina que da vida a cada ser humano.


· Está situado en el centro de todo tiempo y espacio; es omnipresente.


· Todo está continuamente presente para él.


· Lo estudian las religiones, las escuelas iniciáticas, y la psicología transpersonal.


La luz alcanza al hombre a través del alma, que comunica al cuerpo con el espíritu.


Por tanto el alma es un transformador que recibe la luz y la decodifica para que el hombre la exprese a través de su cuerpo en el mundo material. Este es la parte del ser encargada de materializar las realidades cósmicas.


La búsqueda del hombre es manifestar las virtudes de su espíritu. Cuando el hombre se convierte en su alma, va directamente al espíritu.


La virtud es manifestación de Vida-Luz; proviene del plano espiritual, y desarrollarla en la conciencia es trabajar en el alma. El resultado es un ser feliz y fiel a sí mismo, porque realiza con exactitud su misión; aquello para lo que fue creado.


Como expresa Ken Wilber en Un modelo evolutivo de la conciencia, "La moderna psicología evolutiva se ha dedicado a la investigación de los diversos niveles, etapas y estratos de la condición humana. [...] Tenemos derecho a preguntar cuál es el estadio supremo al cual se puede aspirar. [...] Los místicos y sabios más grandes del mundo, representan algunas de las etapas realmente supremas de la evolución humana". (Wilber, 1982)


Si tomamos como referencia los grandes hombres, modelos de la humanidad como Jesús, Buda, Sócrates, Gandhi, etc., encontramos que todos ellos se caracterizan por haber desarrollado intensamente sus virtudes y su capacidad de servicio.


Estos seres, cultivando las virtudes, han afinado sus almas hasta convertirlas en instrumentos que traducen la luz cósmica en vida humana, alcanzando el estado de Gracia, Iluminación o Buddheidad, al entrar en contacto con su espíritu.









Figura 1: Cuerpo, alma y espíritu.


3.2 La conciencia y su relación con la bioelectrografía.


La conciencia se relaciona con la escala de valores de una persona, a través de la cual toma decisiones. Consideremos pues, la conciencia como esa sutil herramienta del espíritu que nos posibilita conocer el mundo material y aprender en él. Siendo la conciencia un elemento tan importante para el desarrollo evolutivo humano, sería deseable desarrollar instrumentos capaces de registrar sus cambios, para obtener datos objetivos sobre la misma.


3.2.1 Qué es la consciencia.


La consciencia es una función de la conciencia: es la experiencia del darse cuenta de los pensamientos, sentimientos y actos. El estudio de la consciencia es el estudio de los fenómenos de percatación.


Cuanta mayor consciencia ponemos en realizar un acto, mayor es el nivel de percatación de ese acto, más nos damos cuenta de lo que hacemos.


Las funciones de la consciencia no deben confundirse con los procesos intelectuales.


Personas que causan graves perjuicios a la humanidad suelen ser aquellas con un alto nivel intelectual y un bajo nivel de consciencia, pues en estos casos la ética personal es prácticamente inexistente.


Según la visión de la psicología transpersonal, la causa de los problemas de nuestro planeta es el bajísimo nivel de consciencia de sus habitantes.


El campo de conciencia puede definirse como el registro de todos nuestros pensamientos, sentimientos y actos.


Para que un programa informático exista, se necesita un disco en el cual existen partículas magnéticas que orientadas en determinadas direcciones, contienen la información del programa.


Estableciendo una comparación informática, consideremos que los pensamientos sentimientos y actos son los programas del ordenador; el campo bioeléctrico corresponde a la memoria del ordenador; y el cuerpo físico se asemeja al soporte material, el hardware.


Por tanto, definamos al alma, o campo de conciencia como la totalidad de las memorias de las experiencias de un ser. Dichas informaciones están asentadas en un campo de conciencia; un campo bioeléctrico, que comienza a ser medido por aparatos electrónicos.


3.2.2 Materia y energía.


La teoría eléctrica de la materia, del físico francés Le Bond, afirma que la materia es una cantidad enorme de energía concentrada en un reducidísimo espacio. Consideremos pues, a la materia como energía condensada, del mismo modo que podemos expresar que el agua de un lago es un estado denso de ese mismo agua en una nube.


La física avanza en dirección a la idea de que sólo hay una sustancia prima, que concentrándose de varios modos da origen a todos los elementos y cuerpos.


Consideremos que la materia es sustancia prima atrapada y la energía es sustancia prima libre, como expresa esta alegoría:


"Una nube viajaba por el cielo. Conocía los valles, las montañas, y los mares desde todos los ángulos que el cielo la ofrecía. Danzaba al ritmo de los vientos, viendo la tierra desde lo alto; contemplaba atardeceres y amaneceres desde perspectivas privilegiadas y únicas, y sentía toda la libertad que su forma ligera le permitía. Un día se junta con otras muchas y se oscurece. Llueve, la nube se condensa y va a parar a un lago, donde se vuelve estática y densa. Pierde su individualidad pues se funde con otras nubes condensadas en el lago. Ya solo puede tener conciencia del agua del lago, y de los árboles que lo rodean y se reflejan en ella. En ocasiones recibe la imagen de las nubes que pasan por el cielo y la recuerdan que antes fue ella misma y podía ver con perspectiva. Pero le queda la esperanza de que un día no lejano, el fuego arrebatador del sol la elevará otra vez al cielo, donde volverá a ser libre, a dialogar con los mares, las montañas y los valles."


Así sucede con la consciencia: cuando está comprimida se materializa. El individuo solo tiene percepción de su forma material y de que pertenece a una sociedad.


Cuando la consciencia se expande, la materia se transmuta en energía, y ésta abarca muchos más aspectos de la realidad. Es como el agua del lago cuando se evapora y vuelve a ser nube. Asciende al cielo y recupera su libertad. Así sucede con el alma después de la muerte, pero el reto es lograrlo en vida, alcanzando un estado de Gracia o Iluminación.


3.2.3 El campo bioeléctrico.


Definamos al campo bioeléctrico como un campo electromagnético y fotónico, que se encuentra dentro y alrededor del cuerpo humano. El campo bioeléctrico nutre de vida el cuerpo físico, de esa Vida que se escapa a las leyes de la física y química clásicas, y que místicos y sabios de todos los tiempos han nombrado.


Para que cada célula exista, el campo bioeléctrico ha de estar en equilibrio. Para que la sangre circule y se reparta por todo el cuerpo hace falta algo más que un sistema circulatorio: una compleja interacción de campos electromagnéticos que la dirigen. Investigaciones del biólogo ruso Vladimir Voleikov demuestran que la sangre emite luz. Quizás más adelante se descubra que la sangre absorbe la luz del alma y la transmite al cuerpo.


Existe una ley fundamental: Cuando el campo bioléctrico se encuentra alterado, y su desequilibrio se prolonga a lo largo del tiempo, aparece la disfunción y luego la enfermedad en las zonas del cuerpo correspondientes a la alteración.


El campo bioeléctrico es el componente del alma más cercano a la materia. Se encuentra en constante movimiento e interacción con lo que le rodea. El psiquismo del individuo, esto es, sus pensamientos y emociones, lo transforma continuamente.


Por tanto, el campo bioeléctrico cambia con las emociones y con los pensamientos. Se nutre de emociones y pensamientos positivos y se daña con emociones y pensamientos negativos, sobre todo si estos son repetitivos.

Todas las acciones que realizamos a lo largo del día inciden en el campo bioeléctrico y a su vez son resultado de la energía que fluye en el mismo. Si supiéramos cómo cultivarlo y armonizarlo, nunca enfermaríamos.




AUTOR: Fernando Sánchez Quintana
EXTRAIDO DE SU LIBRO: Aura y Ciencia
EDITORIAL: Mandala Ediciones

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