TOCAR EL MILAGRO
por
Thây
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Thây
Desde mi maestro, el Buda, la vida no está disponible sino en el aquí y en el ahora.
El pasado se fue y el futuro no ha venido aún. Sólo hay un momento para mí que vivir: es el momento presente.
La primera cosa que debo hacer es regresar al momento presente y, haciendo esto, toco profundamente la vida.
Mi inspiración es la vida, mi espiración es la vida, el paso que doy es la vida, el aire que respiro es la vida y puedo tocar el cielo azul.
Puedo tocar la vegetación. Puedo escuchar el canto de los pájaros, puedo escuchar a otro ser humano.
Si somos capaces de quedarnos en el momento presente, somos capaces de tocar las maravillas de la vida que están allí, disponibles.
Mi inspiración es la vida, mi espiración es la vida, el paso que doy es la vida, el aire que respiro es la vida y puedo tocar el cielo azul.
Puedo tocar la vegetación. Puedo escuchar el canto de los pájaros, puedo escuchar a otro ser humano.
Si somos capaces de quedarnos en el momento presente, somos capaces de tocar las maravillas de la vida que están allí, disponibles.
Muchos de entre nosotros pensamos que la alegría no es posible por el momento. Muchos de entre nosotros pensamos que hace falta todavía algunas condiciones suplementarias para poder ser felices. Es por eso que somos aspirados por el futuro.
No somos capaces de estar aquí en el momento presente y es por lo que pisoteamos sobre muchas de las maravillas de la vida. Si continuáis corriendo, entonces no podéis entrar en contacto con estas maravillas que os curan, os transforman y os aportan la alegría.
Sois un milagro.
Cuando tengo una naranja, me gustaría comer esta naranja como un acto de meditación.
La tengo en la palma de mi mano y la miro. Tengo tiempo para mirarla con plena conciencia. “Inspiro, hay una naranja en mi mano izquierda; espiro, sonrío a mi naranja”. Estáis realmente allí, en el aquí y en el ahora, para poder reconocer la naranja. Para mí una naranja es ni más ni menos que un milagro. Con vuestros ojos espirituales podéis ver una naranja florecer.
Podéis ver el sol y la lluvia atravesando la flor de azahar. Podéis ver la pequeña naranja bien verde y podéis ver al naranjo trabajando con el tiempo para llevarla a su tamaño actual. Ahora la naranja está entre mis manos. La miro y le sonrío y para mí es alguna clase de milagro. Cuando respiro con plena conciencia, regreso al momento presente, vivo verdaderamente y soy yo mismo un milagro.
Queridos amigos, sois un verdadero milagro. Se os ha dicho ciertamente un día que no valíais nada, pero no sois ni más ni menos que un milagro, por el hecho de que estéis allí, vivos y capaces de respirar. Contenéis el universo en vosotros y es la prueba suficiente de que sois un milagro. Os he hablado del bocado de alubias. En él está el universo entero: el sol, la lluvia, la tierra, el tiempo, el espacio, la conciencia.
Queridos amigos, sois un verdadero milagro. Se os ha dicho ciertamente un día que no valíais nada, pero no sois ni más ni menos que un milagro, por el hecho de que estéis allí, vivos y capaces de respirar. Contenéis el universo en vosotros y es la prueba suficiente de que sois un milagro. Os he hablado del bocado de alubias. En él está el universo entero: el sol, la lluvia, la tierra, el tiempo, el espacio, la conciencia.
Nosotros también, nosotros contenemos el universo entero. Contenemos el Reino de Dios. Contenemos la Tierra Pura del Buda en cada célula de nuestro cuerpo. Y si sabemos cómo vivir, el Reino de Dios se manifiesta en nosotros aquí y ahora. Con un solo paso podemos penetrar en el Reino de Dios. No debemos morir para entrar: de hecho debemos estar bien vivos para poder entrar. Para mí el Reino de Dios está en cada célula de nuestro cuerpo. Y el Infierno también. Está en nosotros la elección. Si regamos los gérmenes del Infierno en nosotros cada día varias veces, entonces el Infierno se vuelve para nosotros una realidad a vivir durante las veinticuatro horas. Pero si sabemos cómo regar las simientes del Reino de Dios en nosotros cada día varias veces, entonces este Reino de Dios se volverá para nosotros una realidad que vivir en cada instante de nuestra vida. Es mi experiencia. No hay un solo día en que no camine en el Reino de Dios.
Debemos aprender a caminar en plena conciencia y tocar la tierra como un milagro. Esté aquí o en cualquier lugar, soy siempre capaz de caminar en la plena conciencia y el suelo debajo de mí es siempre la Tierra Pura del Buda o el Reino de Dios. Nadie puede quitarme este Reino. Para mí el Reino de Dios está aquí o no estará nunca. No está situado en el tiempo ni en el espacio sino en vuestro corazón. Si sabéis regresar al momento presente, si sabéis tocar el Reino de Dios en cada célula de vuestro cuerpo, se manifestará a vosotros aquí y ahora.
Thây Doji
**Extraido de la Enseñanza de Thây Doji en el centro correccional de Maryland, Estados Unidos. 16-10-1999
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*** ¿QUIÉN ES THÂY?
Uno de los maestros zen más conocidos y respetados del mundo, poeta, activista por la paz y los derechos humanos, Thich Nhat Hahn (sus estudiantes lo llaman Thay, que significa “maestro”) ha tenido una vida extraordinaria. Nació en el Vietnam central, en 1926, y se convirtió en monje a la edad de 16 años. La guerra de Vietnam enfrentó a los monasterios a la difícil cuestión de decidir si llevar una vida contemplativa y dedicarse solo a la meditación en los monasterios o ayudar a sus conciudadanos que sufrían bajo los ataques de las bombas y la devastación de la guerra. Nhat Hanh fue uno de los que decidió hacer ambas cosas, ayudando a fundar el movimiento del “Budismo comprometido”. Ha dedicado su vida, desde entonces, al trabajo de la transformación personal para el beneficio de los individuos y la sociedad.
Al principio de los años 60, en Saigón, Thich Nhat Hahn fundó la Escuela para el Servicio de Ayuda Social, una organización de ayuda para la reconstrucción de los pueblos y aldeas bombardeadas, la construcción de escuelas y centros médicos, el realojamiento de familias, y la organización de cooperativas agrícolas. Con la ayuda de más de 10.000 estudiantes voluntarios, la SYSS basó su trabajo en los principios budistas de no violencia y acción compasiva. A pesar de la oposición del gobierno vietnamita, Nhat Hahn también fundó la Universidad Budista, una editorial y una influyente revista de activismo por la paz, en Vietnam.
En 1982 fundó Plum Village, una comunidad Budista en el exilio, en Francia, donde continua su trabajo de ayuda a los refugiados, los llamados “boat people”, “gente de los barcos”, prisioneros políticos, y familias pobres de Vietnam y de todo el mundo. También ha recibido un merecido reconocimiento por su trabajo por los Veteranos de Vietnam, por sus retiros de meditación y su prolífica obra literaria sobre meditación, plena consciencia y paz. Ha publicado 85 libros de poesía, prosa, oraciones, de los cuales 40 están en inglés, incluyendo los más vendidos, “Llámame por mis verdaderos nombres”, “La paz está en cada paso”, “Ser paz”, “Tocando la paz”, “Buda viviente, Cristo viviente”, “Enseñanzas sobre el amor”, “El camino de la emancipación”, e “Ira”. En Septiembre del 2001, justo pocos días tras los ataques al World Trade Center, dió un memorable discurso sobre la no violencia y el perdón, en la Iglesia Riverside de Nueva York. En Septiembre del 2003 pronunció un discurso a miembros del congreso de los Estados Unidos, en un retiro de dos días. Thich Nhat Hanh continua viviendo en Plum Village, en la comunidad de meditación que él fundó, donde enseña, escribe y trabaja en los jardines; dirige retiros por todo el mundo sobre el “arte de la vida consciente”.
Texto traducido. Fuente: www.plumvillage.org
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