martes, 20 de enero de 2015

NO ME DIGAS QUE CREES EN DIOS…


NO ME DIGAS QUE CREES EN DIOS…

El Rav* solía decir: “No me digas que tu ‘crees’ en Dios”.

¿Por qué? Porque el concepto de “creer” inherentemente incluye su opuesto: la duda. Por ejemplo, si alguien está enfermo, creemos (eso es que tenemos fe o esperanza) de que mejorará (no “sabemos” si va a pasar). Esta es una intención basada en la fe. Es como decir: “Yo creo que si actúo de ésta manera, los resultados serán x, y o z”.

En vez de eso, el Rav siempre habló de tener certeza en el Creador. Certeza es la idea de que así como sabemos que el sol saldrá todos los días a pesar del clima, nosotros sabemos de la existencia del Creador.

Ahora puede que te preguntes: ¿Cómo? ¿Cómo podemos tener certeza sobre algo que no podemos tocar o experimentar directamente? La respuesta es que nosotros construimos nuestra certeza a través de esas cosas que podemos ver y entender: el simple milagro de respirar, la belleza y la maravilla de la luz del sol, los sincronismos que experimentamos a diario que pueden ser descartados como una coincidencia, sólo por nombrar algunos.

Si sabemos estas cosas, entonces ¿cómo no podemos reconocer la mano del Creador en cada parte de nuestra Creación, incluyendo las pequeñas cosas de nuestra vida?

La certeza en el Creador se traduce como la certeza de que lo que ocurre en mi vida desde este momento al siguiente momento es exactamente lo que me ayudará en el camino de mi vida.

Karen Berg



***Rav Berg fue Director Espiritual de El Centro de Kabbalah


FUENTE: http://senderoespiritual.com/

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