SÍ CREO, SÍ CREO, SÍ CREO
por
Gillian MacBeth-Louthan
Cuando no vean una solución a lo que le acontece a su corazón, dejen que el Universo intervenga. Hagan lo que puedan y confíen en Dios, y el Universo hará lo que ustedes no pueden hacer. Se les pide que se mantengan en paz en medio de la batalla, que se afiancen con la certeza divina de que saldrán indemnes.
Es hora de ponerse las zapatillas de rubí de la fe, de golpear los talones a través del tiempo y permitirles llevarlos hacia portales de creencias que son mucho más grandiosas que las que han considerado en el pasado. No pueden preocuparse y tener fe al mismo tiempo, no pueden ocupar el mismo espacio, el mismo tiempo, la misma frecuencia. La energía de volar por el aire con la mayor facilidad representa lo que se nos pide hacer. Se nos pide que DEJEMOS IR aquello a lo que nos hemos estado aferrando con tanta firmeza y nos permitamos una caída libre desde una barra de luz a otra. El factor de la fe tiene que ser 100%. No se acepta nada menos.
Creer tan profunda y firmemente no es para los débiles de corazón, los débiles de luz o los débiles de propósito. Manténganse firmes en lo que reside en su corazón. En medio de todo el infierno desatado, conviértanse en una bendición viviente. Utilicen su luz y su corazón para bendecir al otro. Bendigan todo lo que se cruce en su camino, conviértanse en la sanación y en lo santo, en su vida, en su apariencia y en su intención.
Busquen formas de ser una bendición. Nunca pueden dar más que Dios, ¡pero inténtenlo de todos modos! Lo que sea que den, en bendición, en fe, en paz para otros, les será retribuido en denominaciones de bendiciones acumuladas que sobrepasen cualquier expectativa. Dejen que el deseo de su corazón los conduzca a un lugar que los ayudará a evitar todo lo que llegue para eludir y circuncidar su alma.
Gillian MacBeth-Louthan
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