VIVIR EL MOMENTO PRESENTE
por
Alberto Merlano Alcocer
Muchos maestros espirituales sostienen que hacerse consciente del momento presente concentrándonos en él, es el secreto de la paz interior y aún de la iluminación, entendida como un estado de consciencia permanente en la que nos percatamos de nuestra unidad con todos los seres del universo.
Pema Chodrón, una monja budista dice en su libro, "Cuando todo se derrumba", que cuando nos centramos en el presente y no nos culpamos ni culpamos a los demás, simplemente observamos, nos encontramos con la sabiduría. Este mismo pensamiento lo comparte Eckhart Tolle en su muy conocido libro "El Poder del Ahora".
Concentrarse en el presente quiere decir estar en el aquí y en el ahora; tener la consciencia exactamente, donde se está, no en otro lugar, en tiempo presente, no en el ayer o en el mañana. Es hacerse consciente en presente de nuestros pensamientos y emociones. También puede entenderse como estar concentrados en lo que se esté haciendo.
Estar consciente del momento presente significa, por ejemplo, estar de cuerpo y mente en el acto de tomarse un café, hablar por teléfono, recibir la visita de alguien, en lugar de estar pensando o haciendo simultáneamente otras cosas. Esto permite atender cada situación en fila india (aumentando nuestra productividad), en lugar de en columna, aumentando nuestra productividad.
El pasado es memoria y el futuro imaginación, solo tenemos el fugaz e inaccesible presente como espacio-tiempo de la vida.
Vivir en presente no significa dejar de pensar en el pasado para aprender sus lecciones o no planear el futuro, sino percatarse de que ambos, pasado y futuro, sólo existen en presente, porque es en presente que los convocamos. En este sentido no sólo es plenamente compatible con la tarea gerencial sino que la hace menos estresante y más efectiva.
Cuanto más se viva en presente, más serenos estaremos, pues miedo, ira, culpa, resentimiento y otras emociones perturbadoras, generalmente se dan cuando la mente se ubica en el pasado o en el futuro. Aun lo que no nos gusta es plenamente tolerable cuando lo vivimos en presente, cuando lo aceptamos y lo dejamos ser sin hacerle resistencia, como si uno mismo lo hubiera escogido.
En cualquier momento cuando descubras que estás apartándote del momento presente, devuelve el centro de atención al aquí y al ahora. Ello exige disciplinar la mente, logrando fijarla en lo que en cada momento, se esté haciendo. Podemos por ejemplo, al percatarnos que nos hemos alejado del presente, decirnos a nosotros mismos: Desconcentrado…volver al presente. Esto equivale a una especie de moción de orden en la que nos conminamos a ubicarnos en el aquí y ahora concentrándonos en la actividad que estemos desarrollando.
Otra forma de hacerlo es preguntarnos frecuentemente ¿Dónde está ahora mi cuerpo? ¿Mis pensamientos? ¿Mis sentimientos? Ello nos permite tomar consciencia del presente y en caso de estar fuera de él, corregir el rumbo.
La existencia se percibe y vive en forma diferente cuando nos tornamos consciente del momento presente. Ensayémoslo.
Alberto Merlano Alcocer
No hay comentarios:
Publicar un comentario