CUANDO SE NOS CANSA EL ALMA
EL CANSANCIO DEL ALMA ES EL PEOR CANSANCIO QUE PODEMOS SENTIR. Mientras el cuerpo está cansado, con un descanso reparador sabemos que el equilibrio corporal se restablece.
Sin embargo, cuando lo que se ha cansado es la ilusión, los sueños, las ganas de vivir, las ganas de amar e incluso las de ser amado…IRREMEDIABLEMENTE SALTAN TODAS NUESTRAS ALARMAS, ES EL CANSANCIO EXISTENCIAL, ES EL CANSANCIO DEL ALMA.
Y la causa principal no es otra que el alejamiento de nosotros mismos.
Uno se cansa por muchos motivos a lo largo de su vida, el alma se cansa por acumulación, se cansa cuando el vaso rebosa, porque no le hemos prestado atención mientras se estaba llenando.
Se cansa de ceder y ceder
Se cansa de buscar y no encontrar
Se cansa de dar y nunca recibir
Se cansa de escuchar y no sentirse escuchado
Se cansa de amar y no ser amado
Se cansa de callar por no molestar
Se cansa de vivir la vida de otros y no la suya
Se cansa de no ver la salida
Se cansa de llorar en silencio
La lista de situaciones, experiencias y sucesos por lo que se nos cansa el alma es interminable, personal e intransferible y distinta a otro ser humano. En definitiva uno se cansa hasta de sentirse cansado.
CUANDO SE NOS CANSA EL ALMA, NOS SENTIMOS VACÍOS, SOLOS, DESAMPARADOS, VULNERABLES, TRISTES Y DESMOTIVADOS.
Si supiésemos mantener a salvo nuestra pequeña porción de vitalidad podríamos recurrir a nuestra despensa particular y sacar un pedazo. A veces con poco basta. Otras es necesario vaciar toda la despensa, para rescatarnos del desastre. Lo que sí es seguro es que la solución, como el problema está en nosotros. A nadie le pueden sacar de su escondite si no quiere ser visto. A nadie le pueden inyectar pasión si su corazón está vacío. A nadie impelerle a la acción si su movilidad es inexistente.
Es difícil reaccionar cuando uno está abajo porque la fuerza que nos acompaña cuando el alma sonríe no aparece cuando necesitamos un abrazo. Pero de cualquier forma aunque lo que nos rodee nos sea propicio y todos nos quieran ayudar, la mejor ayuda está en la propia sabiduría. En libar el néctar del espíritu puro que nos constituye; en ponernos en relación con el centro mismo del corazón para pedirle ayuda.
Existen otras fuerzas que nos acompañan, invisibles tal vez, pero no intangibles. Podemos verlas con los ojos de la intuición que advierte en otro plano sensorial e identificar las señales que nos indican el camino a seguir, para encontrar la salida.
Cuando a pesar de todo uno se ve incapaz de remontar sus propias carencias, cuando realmente las fuerzas no nos asisten y el corazón se resiste a seguir el ritmo habitual…entonces no tenemos más remedio que acudir a los que se han ido y nos protegen desde el otro lado de la orilla. No hay más remedio que entonar un cántico de ayuda alertándoles de nuestra necesidad; el resto está hecho porque su respuesta es siempre un cabo resistente al que asirnos.
Remontar se convierte así en un camino que debemos construir nosotros mismos…poco a poco, no importa el tiempo. Solamente importa lo que día a día ganemos a la desesperanza y la gran sonrisa que iremos dibujando en nuestro rostro para regalárnosla al mirarnos al espejo.
LA SOLUCIÓN VIENE DE LA MANO DE PARAR, MEDITAR Y HACER LOS CAMBIOS NECESARIOS, PARA RECUPERAR EL SER NOSOTROS MISMOS, QUE POR DIFERENTES CIRCUNSTANCIAS A LO LARGO DE LA VIDA NOS ALEJAMOS DE ESE CAMINO QUE HEMOS VENIDO A RECORRER. EL CAMINO DEL AUTO-CONOCIMIENTO, EL CAMINO DE HACER LO QUE SENTIMOS Y PENSAMOS.
EN LA MEDIDA QUE NO HACEMOS LO QUE SENTIMOS Y PENSAMOS NOS ALEJAMOS, DE NOSOTROS, DE NUESTRO PROYECTO DE VIDA, DE AQUELLO QUE DECIDIMOS HACER CUANDO TOMAMOS LA DECISIÓN DE VOLVER A ESTE MUNDO.
Richard Bach en su libro Juan Salvador Gaviota escribe una frase que creo que plasma muy bien el camino hacia uno mismo. Nos dice:
HAY SERES HUMANOS QUE OBEDECEN A SUS PROPIAS REGLAS, PORQUE SE SABEN EN LO CIERTO: SERES HUMANOS QUE COSECHAN UN ESPECIAL PLACER EN HACER ALGO BIEN: SERES HUMANOS QUE ADIVINAN ALGO MÁS QUE LO QUE SUS OJOS VEN: SERES HUMANOS QUE PREFIEREN VOLAR A COMPRAR Y COMER.
Publicado por Esteban Pérez en: http://lacienciadelespiritu.blogspot.com.es
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