martes, 15 de agosto de 2017

MUÉSTRAME A DIOS, por Papaji


MUÉSTRAME A DIOS, 
por Papaji

(…)

Una niña de 8 años vino a verme y me pidió que le mostrara a Dios.

Le dije que se fuera a la escuela y mañana se lo mostraría.

Al día siguiente vino y me dijo de nuevo: “Muéstrame a Dios, me lo prometiste ayer”.

Le dije que el conductor la estaba esperando para llevarla a la escuela.

“Tú deberías ir con él y mañana te lo mostraré”.

Al día siguiente, dijo: “Todos los días me dices ‘mañana’, pero hoy no tengo que ir a la escuela. Muéstramelo”.

Le dije: “De acuerdo. Te mostraré a Dios en esta pequeña habitación. Pero para ver a Dios debes tener algo para darle. ¿qué tienes para darle?”.

“Le daré el chocolate que mamá pone en mi bocadillo” contestó.

Dije: “Dale el chocolate y Dios vendrá”.

“¿Pero dónde está Dios para dárselo?”, preguntó.

“Dale el chocolate primero, sólo entonces Dios vendrá. Él no vendrá hasta que no extiendas tu mano”, le dije.

Ella era una niña, no dudó, y extendió su mano.

Entonces hubo mucho ruido en el cuarto, acudió su madre y preguntó qué había pasado.

“Mamá, le he dado chocolate a Dios y se lo ha tomado todo, no me ha dado la mitad… ¿no puedes verlo? Yo lo veo, Papaji también.”

Su madre no creía lo que ella decía, así que la niña hizo un dibujo de lo que había visto y resultó ser la más bella imagen de Dios que jamás había visto.

Desde entonces ella pasea conmigo, medita conmigo, e incluso me ataría una cuerda a la pierna y la sostendría mientras duerme para saber si me fui.

Lo que quiero decirte es que esto es inocencia.

Dios está en todas partes. Los que no son inocentes no pueden verle.

No es necesaria la astucia que sólo te dará problemas.

Necesitas inocencia. Entonces puedes ver a Dios en cualquier sitio porque él está en todas partes.

¿Por qué no puedes verle?

Aquel que tenga una duda no le puede ver.

Y si no tienes dudas de que él está en todas partes, ¿por qué no vas a verle?

Así que la única separación entre tú y Dios es la duda. Por eso Dios no es visto.

Crees que sólo podría ser visto tras una larga penitencia en las cuevas de los Himalayas.

Pero esta niña podía verle en el momento, tan solo dándole un trozo de chocolate.

Elimina la duda y dime lo que ves…



Fuente: “The Truth Is”, de Sri H. W. L. Poonja – Weiser Books – Editor



Vídeo del diálogo:



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