viernes, 27 de octubre de 2017

COMO SABER SI TU ALMA VA DE REGRESO A CASA


COMO SABER SI TU ALMA VA DE REGRESO A CASA


Cuando inicias el camino de regreso a casa, comienzas a darte cuenta de que no eres solo un cuerpo físico y reconoces que existe algo mucho más grande y profundo dentro de ti. Comienzas a darte cuenta de que eres el que habita ese cuerpo físico, que eres el que lo anima. Adviertes que si “ese algo” no habitara tu cuerpo, éste se desplomaría, caería al suelo inanimado y sin vida. Tomas conciencia de que tu verdadero hogar no está allí en ese cuerpo, que lo habitas solo por una cierta cantidad de años y luego lo abandonas. Existe algo dentro de ti que puede comprender esto. Llega un momento en que lo ves muy claramente y es cuando comienzas tu regreso a casa.

Te percatas de que tu cuerpo físico tiene energía y vitalidad porque tú eres quien se la entrega. Su estado de salud dependerá del estado de alineación que tengas con ese verdadero ser que eres. Mientras más alineado te encuentres respecto a tu verdadera esencia, mas vitalidad tendrá tu cuerpo físico. Notas que toda enfermedad es un alejamiento de la coherencia interna entre lo que piensas que eres y lo que realmente eres.


Te das cuenta de que estás de paso por aquí, que tu alma ha elegido vivir lo que estás viviendo  y dejas de temer a las experiencias de tu vida. Observas el programa que estás ejecutando y aunque aun no puedas soltarlo por completo, al menos tomas la suficiente distancia como para respirar y sentir cierto grado de alivio. Te autorizas para encontrarte allí justo donde estás.

Todo lo que antes considerabas como un drama comienza a bajar su intensidad y aunque las cosas aun no estén tal como quisieras que estén, ya no te desalientas como antes. Tienes una actitud de entrega ante lo que aun no terminas de comprender. Adviertes que nada de lo que sucede a fuera tiene tanta importancia, como la importancia de atenderte por dentro y te dedicas a identificar los pensamientos que están sosteniendo tu película personal.

Comienzas a ver claramente la correlación que existe entre tus pensamientos y lo que estás manifestando en tu vida.  Comienzas a observar tus pensamientos y tus emociones con mayor nitidez y ya no te asustas con ellos. Poco a poco te vas entrenando en el juego de advertir cómo la energía invisible que emanas se va materializando en eventos y cosas que te sorprenden.

Comienzas a aceptar el lugar donde te encuentras, tu valor deja de depender de lo que has conseguido y pasa a ponerse en lo que eres capaz de reconocer como sagrado en ti. Te das cuenta que tu autovalor depende más de tu nivel de conciencia que cualquier otro logro terrenal. Te das cuenta de que si te alineas, puedes conseguirlo todo, porque todo es posible para un ser alineado a su esencia. Descubres que todo está dentro de ti.

Comienzas a abrirte para amarte más profundamente como el ser divino que eres.  Junto con eso, comienzas a comprender a los demás,  dejas de juzgarlos y los autorizas para que hagan lo que quieran con sus vidas porque te das cuenta de que sin esas vivencias no podrían tener la oportunidad de despertar así como tú lo estás haciendo. Comprendes que todo este proceso es muy personal y que no puedes presionar a nadie para avance como deseas.

Con ello comienzas a percibir que los demás pueden mostrarte algo muy importante de ti mismo. Quizás te conecten con el gran amor que eres o quizás te conecten con la victima que aun existe en ti. Se convierten en un espejo maravilloso, sin ellos no podrías advertir lo que aún está sin descubrir dentro de ti. Comprendes que no hay nada que perdonar a nadie, solo agradecer lo que te muestran.

Adviertes que tu historia personal es solo un papel que ya no te identifica y que puedes abandonar ahora mismo. Entonces dejas de recrear el pasado porque aprendes la lección y lo dejas ir. Tampoco te atormentas por el futuro porque sabes que estás tomando el mando de tu existencia. Adviertes que hoy mismo, ahora mismo, en tu presente, puedes sintonizar contigo, con  tu conciencia, con tu energía, tu luz y el amor que eres.  Si hoy sintonizar con ese gran amor que eres, ¿por qué podrías temer al futuro?

Notas que puedes experimentar grandes tomas de conciencia en cosas pequeñas, comunes y corrientes, pero que te entregan gran entendimiento y sabiduría. De esta manera comienzas a disminuir las fuertes sacudidas que la vida pudiera darte cuando no estás atento a las pequeñas señales e insistes en resolver tus asuntos por las vías menos adecuadas, basado en lo que dice el personaje que estás interpretando. Te vuelves capaz de detener los grandes eventos traumáticos porque los ves venir desde antes de gestarse y realizas los cambios internos en sus inicios. Al estar más alineado, todo te parece bueno, noble y bello.

Descubres que eres capaz de observarte a ti mismo actuando y experimentado tu vida en este plano de tercera dimensión. Luego de eso, te das cuenta de que todo lo que te sucede es solo una experiencia, que no importa tanto lo que está pasando allá afuera, que es más relevante lo que está sucediendo dentro de ti y disfrutas al observar cómo abordas las situaciones de la vida. Existe algo dentro de ti que comienza a entretenerse en descubrir cómo es que generas tus experiencias.

Te das cuenta de que estás aquí para experimentar la alegría y la tristeza, el frio y el calor, el compartir y la soledad, el entendimiento y las discusiones, lo bueno y lo malo, para descubrir que  esos polos están dentro de ti. Estás aquí para vivir los polos e integrarlos.

Tomas consciencia de tu historia, de que estás repitiendo esa historia, de que puedes dejar de repetir esa historia y de que tienes la libertad para decidir terminar de repetir la historia.

Tu regreso a casa consiste en conocerte, auto descubrirte, observarte mientras experimentas tu vida, en sentir lo que sientes, experimentar el olvido y el recuerdo de quien eres realmente, siempre a salvo, porque tarde o temprano vas a volver a ser el todo.

Tu regreso a casa es llegar a descubrir que eres amor. Tus experiencias tienen la función de hacerte tomar consciencia de ti mismo, de tu capacidad de logro en medios materiales, en relaciones, en la crianza de los hijos, en prestigio y todo lo que corresponde a este mundo. Pero recuerda que todo  eso va a quedar atrás y solo te vas a quedar con la experiencia de todos tus descubrimientos. Tu alma anhela regresar a casa y existe algo dentro de ti, que la puede llevar de regreso.

Descubres tu mayor propósito que es emanar amor y con eso llegas a casa y podrás decir “Estoy en el mundo, pero no soy del mundo”.



Esta entrada fue publicada por José Gustavo el 16/06/2017 en: http://evolucionespiritual.com/de-regreso-a-casa/

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