LOS COLORES DE LOS CHACRAS Y SU SIGNIFICADO (2ª parte)
CHACRA AZUL
El Chacra Azul, conocido también como Chacra de la Garganta, Centro de la Abundancia y Visuddha.
Ubicación
Base de la garganta.
Partes del cuerpo
En lo que respecta al nivel físico, controla la garganta y el cuello, así como los brazos y las manos; está asociado con el plexo cervical o braquial. La glándula endocrina relacionada con este chacra es el tiroides.
Sentido
El sentido físico que se asocia a este chacra es el oído y, por tanto, también sus órganos, es decir, los oídos.
Consciencia
El Chacra Azul está relacionado con los aspectos de la expresión y recepción, así como con las creencias que tienen que ver con la manifestación de los objetivos personales. Se encuentra asociado también con el proceso que se da al escuchar la intuición, y con el estado de consciencia que uno experimenta al fluir siguiendo su intuición.
Algunos lo llaman Abundancia; otros lo conocen como Gracia. Éste es también el primer nivel de consciencia desde el cual uno experimenta de forma directa una sensación de interacción con lo que algunos llaman Inteligencia Superior, así como con el “espacio” que nos rodea, tu “espacio“.
Elemento
El elemento asociado con este chacra es el conocido como éter, que se define como el elemento más sutil y corresponde, en cuanto al nivel físico, al espacio profundo. Se trata de un vacío, pero que se considera todavía como parte del universo físico.
Los procesos de comunicación
El Chacra Azul representa los procesos de comunicación y discusión. También representa la expresión de lo que una persona considera como verdadero, o bien la expresión de lo que se encuentra en su interior. En este sentido, también está relacionado con las diversas formas de expresión, como la danza, la música, la pintura o cualquier otro proceso a través del cual uno deja salir lo que tiene dentro con el simple fin de expresar algo.
Alcanzar algo y poseerlo
El Chacra Azul, en lo referente a su aspecto de recepción, controla los brazos y las manos, que representan, respectivamente, alcanzar algo y poseerlo.
Si alguien te lastima un brazo, por ejemplo, y no puedes alcanzar algo, y ves esto desde el punto de vista de que fuiste tú mismo quien provocaste esa situación, podríamos afirmar que esa persona se está obstruyendo la posibilidad de alcanzar algo. Esto quiere decir que esa persona está buscando razones para no poder lograr sus objetivos; significa asimismo que ha estado buscando razones para no creer que pueda lograrlos.
Si el afectado es el brazo de la voluntad, esto querrá decir que la persona ha estado entorpeciéndose a si misma para no ir en busca de lo que desea; si la lesión se encuentra en el brazo emocional o sentimental, significará que ha estado haciendo todo lo posible para obstruir su camino hacia la felicidad. Nuestro desarrollo llega a su óptimo rendimiento cuando lo que deseamos es también aquello que nos hace felices.
Expresar los sentimientos
Si la lesión se encuentra en la garganta, significará que la persona ha experimentado algún tipo de resistencia para expresar sus sentimientos. En este sentido, el hecho de de expresar lo que quieres, o el hecho de expresar tus sentimientos con objeto de alcanzar lo que te hace feliz, refleja los pasajes bíblicos que dicen “busca y encontrarás” y “llama a la puerta y se te abrirá” o “pide y recibirás“.
La Abundancia
Los estados de consciencia a nivel del Chacra Azul están relacionados con la Abundancia, que naturalmente está relacionada con el punto hasta el cual una persona se permite recibir.
La Intuición
El Chacra Azul, como hemos mencionado, está relacionado con escuchar nuestra intuición, la cual nos guía con éxito hacia la culminación de nuestros objetivos. Nuestra intuición nos dice que podemos confiar en ella, siempre. Proviene de lo más profundo de nuestro ser, de ese lugar en el que todo se conoce, de la Consciencia Universal; se adapta a nosotros a través de la consciencia individualizada o del Espíritu. Respeta nuestros objetivos y nuestra sensibilidad, de modo que podamos permitirnos a nosotros mismos ser guiados hacia lo que deseamos, lejos de las situaciones que nos afectan, o ante las cuales oponemos resistencias.
Cuando escuchamos nuestra intuición fluimos sin esfuerzo, nos movemos junto con aquello que tiene que suceder, y aceptamos, sin resistirnos, lo que tiene que ocurrir. Continuamos siendo nosotros mismos, e igualmente reconocemos lo que es verdadero para nosotros en todo momento. Desde luego, si nuestra intuición nos está guiando en el momento presente, lo que ella nos diga se relacionará solamente con lo que ocurre en este instante, y con las decisiones que debemos tomar en el momento presente.
El espacio mágico
Cuando fluimos de esa manera, las cosas suceden de tal forma que crean en nosotros la sensación de que la vida nos da todo lo que necesitamos sin el menor esfuerzo por nuestra parte. Pensamos en ello y sucede. Es un estado de fluidez, un estado de consciencia en el cual las cosas se manifiestan.
Se trata de un espacio mágico, considerado por algunos como un estado místico de consciencia, en el cual se interactúa con otro nivel de consciencia que algunas personas identifican como Dios. Otros lo llaman Consciencia, Espíritu Santo, el Universo, la Supraconsciencia o la Inteligencia Superior.
No es el nombre lo importante, sino el sentido de interacción con otro nivel del Ser.
Algunos describen dicho estado de consciencia como Gracia, un estado en el que parece que todo aquello que el individuo desea para sí mismo, Dios se lo quisiera otorgar.
Desde tal estado de consciencia, parece como si el universo fuera una benévola entidad en la que sucesos que en apariencia no guardan ninguna relación entre sí, siguen un patrón y un orden, y coexisten como una “gran conspiración” que tiene como único objetivo hacerte feliz. Algunas personas lo describen como una “paranoia positiva”.
Es posible que otros den a esa entidad benévola características humanas, como Jesús con Su Padre. Así, Él pudo decir: “No soy yo quien hace estas cosas, sino mi Padre“. Para Jesús resultaba evidente que lo que sucedía estaba más allá de lo que Él estaba realizando personalmente, y que otro nivel de inteligencia estaba colaborando con Él. Ésta es la visión desde el Chacra Azul.
El Chacra Azul en combinación con el amor
El Chacra Azul puede funcionar en ese estado de Gracia o Abundancia de manera individual, o en combinación con el Chacra Verde. Cuando funciona en combinación con el Chacra Verde, lo que el Universo proporciona se convierte en una expresión de Amor. El individuo sigue su flujo, lleno de amor, y en su transitar abastece las necesidades de los demás, sin que ellos realicen el menor esfuerzo; así, esas necesidades quedan satisfechas por una expresión de amor. Hacer actos buenos por los demás, porque realmente quieres hacerlo, alienta a los otros a que también hagan lo mismo contigo.
Haz a los demás lo que quisieras que ellos te hicieran a ti.
La clave
La clave para permanecer en este espacio es seguir fluyendo en una expresión de amor; reconocer y apreciar que lo que recibes es lo que has pedido desde tu consciencia. Fue un regalo del Espíritu, enviado a través de quien actuó motivado por la expresión de su amor.
La dimensión espiritual
Dentro de nuestro modelo del universo físico definido por los chacras, vemos que con el elemento éter, asociado con el Chacra Azul, hemos llegado al elemento más sutil; sin embargo, quedan dos chacras que aún no hemos comentado. Los elementos asociados con los siguientes dos chacras, en consecuencia, deberán ser elementos no físicos, o bien elementos espirituales que no existen en el universo físico.
Según este modelo, podemos afirmar que el universo físico se proyecta sobre otra dimensión que recibe el nombre de dimensión espiritual. Desde el punto de vista espiritual, el éter se define como la matriz sobre la cual se proyecta el universo físico. Es el lugar en el que las formas de pensamiento existen como imágenes holográficas, y es sobre estas formas de pensamiento tridimensionales donde los elementos físicos se proyectan para llevar a cabo la manifestación en el universo físico.
Por consiguiente, el éter puede considerarse como un elemento partícipe del universo físico y del espiritual. Cuando la consciencia del individuo se encuentra en este punto, experimenta el estado de Gracia previamente descrito.
La relación con el Chacra Rojo; necesidades y deseos
Existe una relación entre el Chacra Rojo y el Chacra Azul. Mientras que el Chacra Rojo puede representar las creencias de las personas sobre la satisfacción de sus necesidades, el Chacra Azul está relacionado con tener satisfechos los “deseos“. Si alguien no cree suficientemente en la satisfacción de sus necesidades básicas, tal vez le resulte difícil creer en el sentido de la abundancia que el Chacra Azul representa. Esto puede reflejarse en la relación de esa persona con el dinero.
En relación con el Chacra Rojo el dinero representa seguridad. En cuanto al Chacra Azul, el dinero representa un premio por el trabajo bien hecho.
Uno realiza una actividad por el placer de hacerla, disfrutando con lo que se hace, y entonces el Universo lo apoya. La persona acepta este apoyo permitiéndose a sí misma que se le pague por lo que hace, aunque ésa no haya sido la razón fundamental por la que realizó el trabajo. O bien, puede permitirse recibir algo a cambio de lo que hizo, sintiéndose satisfecha con ello.
Estilo de vida
A nivel del Chacra Azul, por tanto, la persona decide el estilo de vida que ha elegido llevar, y se percata de que el universo la apoya en ese estilo de vida.
Continúa desempeñando lo que en verdad le gusta hacer y no lo que no quiere hacer, y entonces se da cuenta de que sus necesidades siempre están satisfechas en el momento, sin el menor esfuerzo de su parte. Cuando piense en algo, ello simplemente ocurrirá.
Entonces, la persona experimenta la Abundancia y la Vida en su Chacra Azul.
En este punto suceden curaciones extraordinarias. Todo se puede curar.
CHACRA ÍNDIGO
El Chacra Índigo, conocido también como Chacra Frontal, Centro de la Consciencia, Tercer Ojo y Ajna.
Ubicación
En el centro de la frente.
Partes del cuerpo
Este chacra se asocia con la frente y las sienes, el plexo carótido y la glándula pituitaria, controladora del sistema endocrino. Las disfunciones del Chacra Índigo se asocian con problemas de crecimiento, originando gigantismo o enanismo.
Sentido
El sentido asociado con el Chacra Índigo es el conjunto de todos los sentidos internos, que corresponden a cada uno de los sentidos físicos externos.
Por ejemplo, el sentido externo de la vista está asociado con la clarividencia; el sentido externo del oído está relacionado con el sentido de la clariaudiencia, y así sucesivamente. La combinación de todos estos sentidos internos se conoce como Percepción Extrasensorial, y es el grupo de sentidos que van más allá de lo físico; es una comunicación espíritu – espíritu.
Las capacidades naturales para comunicarnos con el Espíritu o con los espíritus, para sentir las energías sutiles y trabajar con ellas se encuentran asociadas con este chacra.
Consciencia
El Chacra Índigo está relacionado con el profundo nivel de existencia que llamamos Espíritu, el lugar en donde están nuestras verdaderas motivaciones, que en nuestra sociedad occidental se conoce como subconsciente o inconsciente; está relacionado asimismo con lo que consideramos espiritualidad y perspectiva espiritual.
Elemento
El elemento que está asociado con el Chacra Índigo es una vibración, un elemento no físico conocido como Sonido Interno. Se trata del sonido que uno oye en sus oídos, pero que no procede de una fuente física. Mientras nuestra sociedad occidental lo considera una situación patológica cuya causa se desconoce, en algunas tradiciones orientales (por ejemplo, en el Kriya Yoga) la capacidad para escucharlo se considera como requisito necesario para un crecimiento espiritual más profundo.
En algunas de estas tradiciones, existe de hecho una serie de sonidos internos, cada uno de los cuales posee un significado particular, que comunica al individuo algo acerca de lo que en ese momento está sucediendo en su vivir. Tal vez se trate de una experiencia transcendente acompañada de música cósmica que algunos consideran como ángeles que cantan, o quizá sea lo que inspiró a músicos como Mozart.
También es posible que sea un sonido de energía intensa, que se presente durante un proceso de transformación, de movimiento entre dos paradigmas. Quizás se trate de un silbido, de un sonido fugaz o de un campaneo. Cuando ese sonido avisa a la persona acerca de un problema, que es lo más común, su nivel más profundo, su espíritu, está llamando su atención como lo haría un reloj despertador, pidiéndole que analice lo que para esa persona es verdadero a niveles más profundos.
Una mujer norteamericana se encontraba de visita en Europa con su hija. Cuando llegó la hora de volver a casa, pues pensó que ya “debería” hacerlo, comenzó a oír un timbre en sus oídos. Su ser interno, al cual no había estado escuchando hasta entonces, quiso atraer su atención y preguntarle lo que ella en verdad deseaba hacer. Efectivamente, la mujer lo que realmente quería era quedarse en Europa. En cuanto tomó esa decisión, el sonido cesó.
Ver desde el Espíritu – Chacra Índigo
De esta forma podemos ver la relación que guarda el Chacra Índigo con los aspectos más profundos de la consciencia: ese nivel al que llamamos espíritu o espiritual, desde donde podemos saber lo que es verdadero para nosotros, pues eso es lo que realmente dirige nuestras vidas.
Desde este nivel de percepción es posible observar tus acciones, tu teatro externo. Puedes ver si tus acciones son las diseñadas para conseguir un efecto particular o para obtener una respuesta específica.
El Chacra Índigo puede representar también tu relación con tu punto de vista religioso, espiritual o filosófico, pues a través de él puedes comprender este nivel de tu existencia. Los detalles de tu perspectiva espiritual no son importantes ahora, pero sí vamos a considerar si estás o no en armonía con ellos.
Puesto que la perspectiva espiritual se encuentra asociada al Chacra Índigo, atraerás hacia ti los acontecimientos que reflejen tus deseos, tus miedos y tus creencias, es decir, las imágenes que has puesto en tu consciencia, y verás que lo mismo hacen los demás.
Todos los sucesos de tu vida son un reflejo de las decisiones que has tomado, tanto si las recuerdas como si no en el momento en el que tales sucesos ocurren. Tus decisiones crean los hechos del mundo externo, el cual se transforma a fin de permitir que esas decisiones tuyas se vuelvan realidad.
Co-creación
Dado que cada uno de nosotros crea su propia realidad, son sorprendentes las interacciones que podemos lograr con otros creadores. Es como si tú fueras el personaje principal en tu propia película, junto con todos tus amigos que interpretan los papeles secundarios, y al mismo tiempo, te encontraras interpretando papeles secundarios en las películas de cada uno de tus amigos, en las que cada uno de ellos son los personajes principales.
Esta compleja interacción funciona perfectamente según lo que cada uno crea y esté de acuerdo en actuar. Si consideramos la curación como un proceso de co-creación, y la apreciamos desde el punto de vista del Chacra Índigo, vemos que lo que sucede durante la curación es consecuencia de lo que cada uno de los participantes aporta.
Es como si cada uno de nosotros tuviera un sueño y éste se proyectara alrededor de nosotros como una burbuja. Si nos vemos a nosotros mismos como creadores, nos daremos cuenta de que todos y cada uno de nosotros proyectamos nuestras respectivas burbujas. En el punto en que las burbujas se interpenetran entre sí, co-creamos un holograma tridimensional que todos acordamos en llamar realidad física externa. Los acontecimientos físicos externos, por consiguiente, reflejan lo que ha sucedido en la consciencia de los individuos que participan en tales acontecimientos.
Curación
Dado que es ahí donde se originan los sucesos del mundo físico, podemos actuar de tal forma que incluso podría parecer que estamos transgrediendo las leyes físicas, o bien podemos crear secuencias de hechos físicos sorprendentes relacionados con la curación, que llevan a la realidad las decisiones que tomamos en el plano espiritual. La estructura biológica cambia de acuerdo con nuestras percepciones y a consecuencia de ellas.
Cuando vemos la co-creación del proceso curativo desde este punto de vista, somos capaces de apreciar de la misma forma otros acontecimientos de nuestra vida, lo cual nos da diferentes nivels de comprensión, y al mismo tiempo los medios para transcender otros límites autoimpuestos, permitiéndonos vernos a nosotros mismos como creadores.
Durante la curación, el trabajo que se realiza con el sujeto (el ser que habrá de ser curado) en este chacra, muestra cómo se siente la persona con respecto a su vehículo físico (su cuerpo) y lo que está sucediendo en el ámbito espiritual.
Durante una curación, una mujer recordó la experiencia de su nacimiento, el cual se llevó a cabo a través de una operación de cesárea. Al realizar el médico la incisión, hizo un corte sobre el bebé, de modo que su primera experiencia, incluso antes de venir a este mundo, fue un suceso doloroso.
Cuando regresó al nivel de consciencia en el que se encontraba justo antes del nacimiento, la paciente se sintió mucho mejor con respecto a lo que tenía que hacer en este mundo. Además, pocos días después creció siete centímetros y medio y el color de sus ojos cambió.
Consciencia
Cuando ocurren resultados tan notables como éste, podemos ver que no estamos limitados por las llamadas leyes de la genética, de la física, de la química o de la biología, y que la fuerza más poderosa del Universo es la consciencia, que está en cada uno de nosotros.
Esta consciencia que está en nosotros es lo que realmente somos, y no el vehículo, es decir, el cuerpo con el que nos hemos identificado. Somos el Espíritu que se introdujo en el cuerpo al nacer y al cual dejaremos después del proceso al que llamamos muerte. Ese ser que cada uno de nosotros es, es un ser inmortal que continuará experimentando otras dimensiones después de haber completado el curso de la vida, y este proceso es eterno.
Las percepciones que tenemos después de abandonar el cuerpo son las de la visión espiritual, mucho más satisfactorias que los insignificantes valores humanos a los cuales nos hemos acostumbrado. El lugar desde donde experimentamos esas percepciones es lo que algunos llaman “cielo“.
No es necesario abandonar nuestro cuerpo para gozar de una perspectiva tan evolucionada, ni tampoco debemos buscar fuera de nosotros el Reino de los Cielos. Como ya dijimos, ese nivel de percepción está en nuestro interior, y forma parte de nuestro sistema de energía.
Es posible vivirlo, si así lo decidimos. Por ejemplo, ahora mismo. Podemos vivir en el cielo estando en la tierra, como co-creadores que aprenden a reconocerse y a relacionarse con otros co-creadores. Podemos colaborar recordándonos mutuamente (y a nosotros mismos) quiénes somos realmente y curando a quienes nos rodean si así lo necesitan y lo desean, sabiendo que todo se puede curar.
CHACRA VIOLETA
El Chacra Violeta, conocido también como Sahasrara.
Ubicación
Cúspide de la cabeza
Partes del cuerpo
Este chacra está relacionado con el cerebro y con el sistema nervioso. Cualquier síntoma que afecte al sistema nervioso como un todo reflejará una tensión en el Chacra Violeta. El cabello y las uñas, compuestos fundamentalmente de tejido nervioso, están relacionados con este chacra, al igual que la parte superior de la cabeza.
La glándula pineal
El Chacra Violeta está relacionado con la glándula pineal, cuyas funciones, en su mayor parte, continúan siendo un misterio para la ciencia. Controla la producción de melanina, una sustancia que responde a la luz, y que se encarga de generar el pigmento en nuestra piel.
Sentido
El sentido asociado con este chacra es la empatía, el experimentar la experiencia de otra persona como si fuera propia. Es un aspecto de la unión con esa persona.
Consciencia
El Chacra Violeta representa la parte de nuestra consciencia relacionada con las percepciones sobre la unión y la separación. Asimismo, representa la relación con nuestro padre y con la autoridad en general.
Elemento
El elemento asociado con el Chacra Violeta es una sutil vibración espiritual conocida como Luz Interna. La Luz Interna es lo que uno vive al llegar al nivel más profundo de su ser. Te experimentas a ti mismo como un punto en el que inteligencia y consciencia se funden. Esta fusión, aunque realmente no es blanca ni tampoco es en verdad luz alguna, se conoce como Luz Blanca.
La Luz Interna, en un sentido esotérico, se considera el elemento más sutil con el cual se creó el universo. Luego se volvió más denso a través de otros elementos, como el Sonido Interno, el éter, el aire, el fuego, el agua y la tierra.
Empatía
Durante el proceso de curación, a veces el sanador entra en la consciencia de la persona que está curando, y siente lo que la otra persona está sintiendo. Es como si la curación se estuviera desarrollando dentro de los dos. Esto se logra a través de lo que llamamos empatía. Sin embargo, si el sanador no ha creado las situaciones relacionadas con tales síntomas, no los desarrollará en su estructura física.
A través de la empatía el sanador puede experimentar no sólo las sensaciones físicas, sino también el estado mental o emocional que la otra persona está experimentando, aunque esto es algo poco frecuente. Cuando se alivian los síntomas en la otra persona, el sanador sentirá el mismo alivio. Se trata de una sensación que permite saber lo que está ocurriendo en el interior de la otra persona. Cuando lo desee podrá desprenderse de la otra persona como quien se quita un abrigo. Y podrá fluir hacia su propio interior, y experimentar así su propia consciencia.
Estados de consciencia místicos
Cualquiera de los estados de consciencia “místicos” que incluyen una sensación de unidad están también relacionados con el Chacra Violeta. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, experimentar la realidad física como una película, como un juego de luz y sombra. Como un sueño que se proyecta para el interés del que sueña.
Parece que el sueño se desarrolla fuera de ti, pero de hecho se trata de una proyección que proviene de un lugar profundo de tu consciencia. En consecuencia, todo lo que sucede durante el sueño es una extensión de la consciencia de quien está soñando. En este sueño surge una sensación de unión con todos los seres y todas las cosas, ya que todo ello es una extensión y una parte de la misma consciencia que tú eres.
Es posible también que una persona se vea a sí misma como un órgano dentro de un gran organismo. Tal vez esa persona sea un oído, otra una nariz, otra el estómago, etc.; resulta obvio que la mejor forma de servir al organismo, en el caso del oído, es ser totalmente un oído, de la nariz, totalmente una nariz y así sucesivamente. No tendría sentido para un oído decir: “preferiría ser una nariz”.
Individualidad y unidad
Aunque es evidente que la unicidad de cada uno es de fundamental importancia, sería igualmente evidente que cada individuo está unido a un todo y es parte de él, como los dedos de una mano; y si bien cada uno de ellos es único, todos se encuentran unidos a un ser y al mismo tiempo son parte de él.
Esto – que también es un sentido de unidad – está relacionado con el Chacra Violeta, en combinación con la percepción de consciencia individualizada y con la co-creación que asociamos con el Chacra Índigo.
El Alma
El Chacra Violeta representa un nivel de existencia que definimos como Alma, la parte más profunda de quienes somos. Es esa parte de nosotros la que continúa de una vida a otra.
Durante el periodo de una vida el Alma adopta una consciencia, que llamamos Espíritu, cuyas experiencias individualizadas nos preparan para una misión que tendremos durante este periodo de vida.
Cuando experimentas la parte más profunda de tu ser, puede parecer que la consciencia es todo cuanto existe. Entonces sientes la consciencia última “Yo Soy“. Desde luego, desde otro punto de vista, sabemos que dentro de cada uno de los demás seres existe la misma capacidad. Ellos son capaces de experimentarse a sí mismos también como “Yo Soy“, como todo cuanto existe.
Uno
Si la parte más profunda de tu ser, en el punto más profundo del Chacra Violeta o del Alma, es la misma consciencia “Yo Soy“, obviamente a fin de cuentas seremos todos Uno.
A nivel de consciencia todos estamos relacionados. Por tanto, podemos ser conscientes de todo lo que sucede en la consciencia de todos. Todo se conoce, y por eso el Chacra Violeta se asocia con la Consciencia Universal y con los Registros Akásicos. Los expertos occidentales en asuntos de la consciencia lo conocen también como el Inconsciente o Subconsciente colectivo.
En este punto es donde se origina la intuición. Desde luego, debe de provenir de un lugar en el que todo se conoce, a fin de tener un 100% de precisión.
La intuición, como ya se describió, llega al Ser a través del Espíritu de manera individualizada, y después, esa voz intuitiva sigue el camino de la mínima resistencia hasta el Chacra Azul en forma de libre elección.
Nuestro Padre
Así como el Chacra Rojo refleja nuestra relación con la Madre Tierra, el Chacra Violeta representa nuestra relación con Nuestro Padre (Que Está en el Cielo). Dentro de la estructura tradicional de la familia, la madre es quien proporciona la alimentación y un lugar seguro; el padre es el encargado de establecer una dirección.
La relación que una persona guarda con su padre biológico establece los patrones para las futuras relaciones que esa persona tendrá con la autoridad, e igualmente, sentará las bases para su relación con Dios, dentro de un paradigma que incluya la creencia en Él.
Cuando alguien experimenta un sentimiento de separación de su padre o no se siente amado por él, su Chacra Violeta se cerrará. Desde el punto de vista del funcionamiento del sistema de energía, ello crea mecánicamente una sensación de aislamiento, como si la persona se encontrara dentro de una concha. Esto provocará que quienes están fuera de esa concha no puedan establecer ningún contacto con el ser que está dentro de ella. Y éste, al mismo tiempo, no podrá tener contacto con el mundo exterior. Este tipo de personas siempre parecerán diferentes ante los ojos del mundo que las rodea.
Dirección y autoridad
Es posible que esas personas no experimenten ningún sentido de dirección, ni sepan hacia dónde se dirigen. Su relación con la autoridad será un reflejo de su actitud hacia su padre, hasta el momento en que sean capaces de abrirse al amor paterno y sentir que son amados por su padre o por Dios.
En ocasiones, el cierre del Chacra Violeta no constituye un proceso patológico, si bien podría crear una sensación de aislamiento. Se puede tratar de un proceso espiritual que está ocurriendo con alguien que se crió en las tradiciones occidentales y que en esencia tiene una orientación oriental.
Las tradiciones occidentales conciben a Dios como una autoridad que está fuera de nosotros. La separación y el aislamiento pueden contribuir a que una persona encuentre a Dios dentro de sí misma. Y así podrá vivir en armonía con la autoridad, y no en contra de ella.
Autonomía y fe en uno mismo
Una vez establecidas la autonomía y la fe en uno mismo, la persona será capaz de abrir nuevamente su Chacra Violeta. Podrá experimentar los beneficios que implica la decisión de vivir aislada o en unión con otros, según lo requiera el momento.
Obviamente, hay ocasiones en las que estar solo constituye la decisión más apropiada. Por ejemplo, durante una meditación a nadie le serviría tener a todos sus amigos y familiares galopando en su consciencia. En este caso el objetivo es el restablecimiento de su propia paz y el reencuentro consigo mismo. Esto le permitirá relacionarse luego con los demás con mayor claridad.
Por supuesto, nosotros somos siempre quienes decidimos. Si lo olvidamos, nos lo pueden recordar una y otra vez, o nos pueden curar.
Todo se puede curar.
Martin Brofman
Fuente: http://evolucion.center/
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