sábado, 17 de febrero de 2018

TU FECHA DE NACIMIENTO: EL COMPROMISO CON TU VIDA -- Por Fernando Ángel Coronado


TU FECHA DE NACIMIENTO: 
EL COMPROMISO CON TU VIDA 
Por Fernando Ángel Coronado

En esta publicación te aporto un enfoque transpersonal de las fechas de nacimiento como momentos clave de la vida de las personas para la consecución de sus objetivos y planes existenciales. La fecha de nacimiento como un pacto contigo mismo para generar maestría en tu vida.

¿Qué es una fecha de nacimiento?

Supone un momento único y genuino dentro de tu vida. Único porque solamente vivirás la experiencia de nacer físicamente una vez en la vida. Y genuino porque todo nacimiento es un hecho que marca un instante en el tiempo que se considera especial y es original en sí mismo. No existen dos nacimientos iguales ni, por tanto, dos fechas de nacimiento iguales.

Esto es debido a que la fecha de nacimiento recoge la información energética y cuántica no solo del momento del tiempo en que se produce el nacimiento del niño, sino también de todas las circunstancias personales, familiares, transgeneracionales que se dan a lo largo del proceso de concepción, gestación, alumbramiento, nacimiento y eventos inmediatamente posteriores a este momento.

Podríamos decir que, en términos generales, la fecha de nacimiento es un mapa que muestra la información que engloba el nacimiento de una persona y que en esencia dictamina causas y efectos debido a energías que confluyen en el desarrollo de su estado físico-biológico y emocional.

En esencia, la fecha de nacimiento permite fijar en el cuerpo físico y energético del niño los aprendizajes disponibles para él debido a todo su proceso de desarrollo. Ese efecto de condensación de información de todo tipo en ese instante configurará la historia personal de ese niño.

Por eso, conocer la información residente en tu fecha de nacimiento resulta de vital importancia ya que no solo te define en la actualidad sino que define energía personal residente en ti desde el instante en que llegaste a la vida, dando luz incluso a procesos que forman parte de tu realidad y que no son necesariamente tuyos.

¿Por qué la fecha indica un compromiso con mi vida?

Muchas personas ya conocen que, desde un punto de vista metafísico y consciente, elegimos a nuestros progenitores como tales antes de cristalizar en esta realidad física. No obstante, esta decisión desde nuestro estado de alma conlleva otras decisiones menos conocidas pero igual de importantes.

Éstas son algunas de las fases resumidas del proceso que toda alma experimenta a la hora de llegar a la vida.

Fase 1

Partimos de la base que tú has elegido a tus padres por unos motivos específicos que únicamente conciernen al plan de tu alma. No obstante, te planteo: ¿Por qué has elegido a ese padre con esa fecha de nacimiento y esa historia personal que lleva consigo? ¿Y qué razón hay para que tu alma elija a una madre que decidió elegir su fecha de nacimiento para vivir sus procesos existenciales de una determinada manera? Al fin y al cabo, debido a esas elecciones prenatales gran parte de la información biológica, genética, energética y cuántica de tus progenitores te abrazará y configurará una parte muy importante de ti (y con ello, toda la información de tu sistema familiar).

Por tanto, más allá de la elección de tus padres hay una serie de decisiones previas basadas en una voluntad del alma de querer experimentar una serie de procesos determinados en base a la energía que reside en ellos. De esta manera, la elección de impregnarse de todos estos procesos conlleva necesariamente una firme decisión del alma de querer experimentarlos. Por ello la fecha de nacimiento es un compromiso con la vida. Porque en la voluntad de elegir a esos padres, pertenecer a un determinado sistema familiar y nacer en una fecha de nacimiento que suponga la vía idónea de cristalización de todos esos procesos, se halla un pacto con uno mismo (desde su estado de alma) para vivir su vida física con un arraigo energético muy determinado.

Fase 2

A toda la información anterior que el alma recopila a medida que decide llegar a la vida a través de unos padres determinados, debemos sumarle la voluntad del alma de querer realizar una determinada misión personal para su propia experimentación. Es decir, más allá de lo que tú arrastras de tus padres y de tu sistema familiar, tienes algo independiente y único que realizar en este nivel de realidad física. Es decir, todo el mundo viene con un determinado propósito existencial, una meta de vida. Olvida que estás en la vida porque tiene que haber de todo. No, tú estás en la vida porque realmente tienes el compromiso de aportar algún tipo de valor como alma que decide experimentar una evolución en este plano de realidad. ¿Qué tipo de valor aportarás? Una misión individual, una enseñanza que trasmitir, una ayuda incondicional a los demás, una defensa a las personas a través de tu profesión... 

Las posibilidades son muy numerosas. La fecha de nacimiento te marca el compromiso con una de estas misiones y que se patentizarán de formas diversas según tu nivel de conciencia y tu grado de voluntad por querer manifestarla. 

Fase 3

Por último, a parte del compromiso que albergas con tus padres, con tu sistema familiar y con tu misión personal no debes olvidarte de que también tienes una serie de pactos prenatales con otras personas de tu entorno y que también formarán parte de tu vida. Me refiero a las diferentes personas que activarán procesos de aprendizaje en tu vida para que puedas seguir avanzando en tu camino de conciencia, evolución y experimentación tal y como decidiste antes de nacer. Me refiero a personas como amigos, compañeros, personas que te encuentras a lo largo del camino de vida y que cumplen diferentes roles; también tu pareja... y tus hijos, cómo no. 

Ellos guardarán una serie de pactos prenatales contigo y te elegirán a ti como madre/padre por una serie determinada de motivos. Y llegados a este punto el proceso se retroalimenta y vuelve a empezar de nuevo.

Quizá cuando nos toca ser padres somos capaces de verlo con mayor perspectiva y claridad. Quizá me pongo demasiado trascendente cuando pienso en ello pero es realmente importante. Un alma que, a priori, te elige como madre/padre para tener la mejor vida que ha elegido desde antes de nacer, es un acto de una generosidad encomiable. De ese gesto se desprende un amor, una confianza, una entrega de una infinita magnitud. Y más allá. Porque los pactos prenatales son bilaterales. Si tienes hijos también debo reconocer tu inmensa generosidad por querer facilitar un proceso de experimentación en esta realidad al alma de tu hijo. Y en ese pacto, interactuar con él y aprender de todo lo que él tiene que enseñarte.

Desde la perspectiva meramente mental, humana, podemos comprender que el momento de nacimiento de un hijo es un hecho prácticamente "sagrado" para un progenitor. Aunque hace algunas generaciones imperase el sentimiento de que había que tener hijos porque era lo adecuado y lo correcto, los últimos avances en conciencia nos están permitiendo contemplar el nacimiento de un hijo como una oportunidad de ofrecer amor incondicional a un Ser que te elige como progenitor. Es por eso que es un gesto que va más allá de la mera circunstancia biológica.

¿Qué información alberga mi momento de nacimiento?

Una vez leída la información anterior te planteo: ¿Reconoces el enorme esfuerzo que somos capaces de llegar a hacer como seres humanos por este compromiso por la Vida? Pactos con tus padres, con tu sistema familiar, con tus hijos, pareja, amigos, personas afines a tus aprendizajes... ¡Parece algo interminable! Y todos esos programas de aprendizaje orbitando a tu alrededor. 

¿Comprendes la inmensa importancia que tienes dentro de tu Vida?

Estás impregnado de procesos que sientes como parte de un humano que interactúas en esta dimensión física y de las personas que te rodean y tienes un papel insustituible. Tu rol sólo lo puedes ejercer tú ya que has sido tú, desde tu escenario prenatal, quien has decidido lo que hacías tuyo para la posterior experimentación de todo a lo que te ha llevado ese proceso. Ese umbral llamado 'fecha de nacimiento' que te facilita que seas partícipe de tu propia vida física. Es una oportunidad de crecer, de aprender a vivir en la realidad en la que te hallas actualmente. La información de tu fecha de nacimiento es lo que podríamos catalogar como tu 'cuento particular'. Una fecha de nacimiento te facilita la integración y la superación de tus aprendizajes existenciales porque te contempla como la persona más importante de tu historia de tu vida. Por así decirlo, gracias a que tienes una fecha de nacimiento estás vivo (algo muy obvio) y forma parte de tu responsabilidad corresponder a lo que tu alma decidió venir a aportar. Y lo que aportas tiene un valor incalculable. Porque esa decisión prenatal la tomaste desde una conciencia plena de tus necesidades de evolución. Por eso, albergar esa conciencia resulta indispensable para tener un éxito en tus objetivos personales.

¿De qué depende que mi fecha de nacimiento me permita conseguir mis objetivos personales?

En realidad no hay nada insalvable dentro de tu fecha de nacimiento que te impida llegar a conseguir tus objetivos personales. De verdad. Por eso nadie que sea objetivo puede hablar de buenas o malas fechas de nacimiento. De hecho, te puedo asegurar y garantizar que nada, ABSOLUTAMENTE NADA, te es negado desde un principio. Lo que sucede es que cada uno de nosotros debe encontrar el motivo de su existencia y el motor que permite que nuestra vida arranque tal y como queremos. Muchas veces sucede que pensamos que somos inútiles o que fracasamos más de lo debido en nuestros intentos de crear una vida acorde a nuestras expectativas. No obstante, no es que en esencia seas un fracasado sino que es posible que te falte algo de conciencia acerca de cuál es esa fuerza primaria y principal que te permite brillar en tu vida y conseguir tus anhelos. Para ello conocer cuáles son las características de tu fecha de nacimiento y de todas las circunstancias que englobaron esa situación permite poner orden a tu energía, a tu conciencia, a tu perspectiva de vida. Como siempre, la toma de poder personal pasa necesariamente por amplificar la perspectiva y tener una voluntad positiva y una actitud constructiva para resolver todo aquello que te frena en tu camino de experimentación.

Todo proceso no resuelto de tu fecha de nacimiento supone una traba para que puedas materializar la vida que quieres.

Cuando eres consciente del poder de tu fecha de nacimiento

Cuando una persona consigue ser absolutamente consciente de su poder personal comprendiendo cuál es ese motor esencial que le ayuda a conseguir sus objetivos y se fideliza con su Vida abandonando todo código de penuria energética (es decir, todo lo que la desconecta de su Vida), se produce un efecto sorprendente. La persona expande su conciencia hasta tal punto que prioriza de manera natural la aceptación y la liberación de sus procesos de aprendizaje de tal manera que parece que estos son un mero trámite para seguir avanzando en su vida.

No se estanca en una lucha con su ego, no se regocija en el dolor, no retroalimenta su pena con pensamientos del ayer, no tiene la necesidad de mirar cada dos por tres al pasado porque comprende que el momento de actuar se halla en el presente. Valora cada instante del momento presente como un regalo de inconmensurable valor. Se siente verdaderamente conectado a su propósito y no juzga desde una perspectiva castigadora todo lo que la Vida le presenta. Lucha desde el perdón y la aceptación, y no desde la rabia, la ira contenida y el resentimiento. No es necesariamente un estado de iluminación, de elevación o de trascendencia espiritual. Es un estado que te permite vivir tu realidad comprendiendo y sintiendo con verdadera intensidad la perfección de todo lo que se manifiesta ante ti, más allá de que suponga más o menos agradable o doloroso.

Para finalizar esta publicación quisiera aportar desde mi óptica que si cada uno de nosotros se hiciese cargo de sus propios desafíos existenciales, de los procesos de vida que arrastra y que debe afrontar para poder permanecer en la vida con mayor plenitud, viviríamos más conectados a lo que yo llamo la Responsabilidad del Ser. Este término alude a la ética que cada uno de nosotros deberíamos tener en cuanto a nuestro compromiso prenatal. Es una cuestión de fidelizarse, con aceptación, con los procesos que hemos decidido experimentar en esta Vida física y no recrearnos en culpar a los demás de lo que nos pasa; no fomentar una actitud victimista o derrotista ante todo aquello que perdemos o que no nos sale bien; vivir más conectados a nuestro propósito en la Tierra, sea el que sea. Nadie dijo que superar todo aquello que forma parte de tu historia personal fuese fácil. De hecho a veces puede escocer más de lo que nos podríamos esperar a priori pero cuando consigues demostrarte a ti mismo que tu voluntad de querer vivir lo que has vivido para tu evolución y experimentación ha podido con el dolor generado de dicha vivencia es algo inefable.

Por eso yo digo que todos los que tenemos una fecha de nacimiento (que al fin y al cabo somos todos) somos grandes héroes, independientemente del nivel de conciencia que tenga cada uno. Porque más allá de ello, lo que prevalece por encima de todo es la voluntad de tu alma de querer compartir una serie de experiencias en esta realidad física con otras almas que también tomaron sus respectivas decisiones prenatales. Posiblemente para encontrarse contigo. Ahora mira a tu alrededor y piensa en cómo los demás contribuyen a tu crecimiento, a tu expansión, a la integración de tus aprendizajes. Por eso se dice que los demás son nuestros maestros. Y cuando te das cuenta de esto y asumes tu responsabilidad como Ser puedes llegar a un entendimiento un poquito más profundo: que tú eres tu propio maestro. Y ése es realmente tu compromiso contigo mismo cuando decides llegar a la vida a través de cualquier fecha de nacimiento. Averiguarlo, sentirlo y vivirlo poniéndolo en práctica en cada oportunidad que te facilita la Vida, en cada instante, en cada suspiro de existencia que exhalas.


Fernando Ángel Coronado


Artículo publicado por Fernando Ángel Coronado el 31 Octubre 2015.
Fuente: https://www.saludterapia.com/

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