viernes, 5 de octubre de 2018

ASPIRINA PARA EL ALMA, por Ruben Cedeño


ASPIRINA PARA EL ALMA,
por Ruben Cedeño

Algunas personas siempre llevan una aspirina en el bolsillo o la cartera, y si acaso les duele la cabeza, la sacan porque seguro que al tomarla se les quitara el dolor de inmediato.

Este escrito es como una “aspirina para el Alma” que en caso de que tengas algún problema o situa­ción difícil lo usas, porque si lo lees con fe y convicción, veras que la situa­ción se te resolverá de inmediato.

El Maestro Jesús, en muchas de sus palabras tiene la solución a infinidad de situa­ciones que se suelen ver como problemas, solo hace falta que pongas en practica lo que El te dice para que se resuelvan, por eso te he preparado para que lleves en el bolsillo o en la cartera esta “aspirina para el alma”. Todas las citas de Jesús, las encontra­ras en negritas.

“Dios es Amor” y una persona llena de amor no hace sufrir al ser que ama. Nosotros somos hijos de Dios y Dios nos ama inmensa­mente y por eso es incapaz de hacernos sufrir. “¿Qué hombre hay de vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? “Pues si vosotros, siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿Cuánto mas nuestro Padre que esta en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Dios no desea que este­mos en guerra, ni contaminándonos con armas bio­lógi­cas, enfermos, sin dinero, desespe­ra­dos, abandona­dos, mal acomoda­dos, peleando, sin amor, ni llenos de sufrimiento. Si deseas solucionar tu situa­ción tienes que activar la ora­ción para que se te resuelva. Recuerda que “Pedid y se os dará; buscad, y halla­reis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide recibe; y el que busca halla; y al que llama se le abrirá”. Así que no te quedes de brazos cruza­dos lamentándote viendo por la televisión los horrores de muchas vidas, ni vegetando en una silla, esperando que las cosas se resuelvan solas “hay que mover la energía para que lo bueno venga”.

Para que la ora­ción sea efectiva manifestándose lo que pides, tienes que hacerla de forma muy especial, y lo primero que debes hacer es dejar de seguir pensando en el problema y poner tu mente en Dios.
“Entra en tu aposento alto y cerrada la puerta ora a tu Padre que esta en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en publico.” “Vuestro Padre sabe de que cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.

Por lo tanto, Dios sabe lo que a ti te hace falta y por eso también ya te lo concedió. En el Génesis dijo Dios: “Haga­mos al hombre a vuestra imagen conforme a vuestra semejanza y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias de toda la tierra y en todo ani­mal que se arrastra sobre la tierra”. Esto es con el poder de hacer milagros y que sea­mos nosotros los dueños de las situa­ciones y no víctimas de las circunstancias. Mas adelante Jesús lo corrobora al decirnos “Sois dioses” y todo esto San Pablo lo confirma afirmando: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el espíritu de Dios mora en vosotros?

La Divina Presencia de Dios dentro de nosotros es el Cristo Interno, y lo que vive es esperando el momento para darte ¡ya! lo que necesitas. Pero para eso tienes que usar la fe. Fe es tener seguridad que todo lo que nos va a suceder es bueno.

“Si tuviereis fe, y no duda­reis, si a este monte le dijereis: Quítate y échate al mar, te obedecerá. Y todo lo que pidiereis en ora­ción creyendo lo recibiréis”.

Eso si, para que la fe te pueda funcionar trayéndote cosas positivas, no puedes decir nada negativo sobre la situa­ción del mundo, las contamina­ciones, tu salud, estado económico, vida sentimental, o tu país, recuerda que: “No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre sino lo que de su boca sale”. Esto significa que lo que nos hace daño es estar diciendo cosas negativas.

La mejor demostra­ción de fe que produce la manifesta­ción inmediata del milagro que pides, es darle gracias a Dios por haber recibido lo que necesitas antes de recibirlo.

Afirma con fe y con todo tu corazón lo siguiente:

Dios mío, yo se que estas en todas partes y como eres Amor, me amas mucho, por lo tanto no deseas que yo este sufriendo y quieres hacerme feliz. Tu ya tienes la solución (esta situa­ción) y se resolvió ahora.

“Gracias Padre porque ya se resolvió”.

Donde dice esta situa­ción entre paréntesis vas a decir lo que necesites “el taxi ya apareció”, “el dinero ya lo tengo”, “ya estoy trabajando”, “el pasaje ya lo conseguí”, “esa persona me perdono”, “la guerra ya se acabo”, “el virus se des­a­pareció”, “el examen ya lo pase”, “la casa ya la tengo”, “el dolor se me alivio”, “ya llegue a tal sito”.

No te afanes diciendo ¿Que come­re­mos o que bebe­re­mos o que vestire­mos? Conside­rad los lirios del campo, como crecen: no trabajan ni hilan, ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así: No os afanéis pues diciendo: “Que come­re­mos, o que bebe­re­mos o que vestiremos”.

Recuerda que en cada situa­ción des­agradable Dios es la virtud agradable contraria a la que te esta sucediendo, y esto debes pensarlo y decretarlo fehacientemente.

En la carencia: “Dios es la Opulencia”; en la enfermedad: “Dios es la Salud”; en el despecho: “Dios es Amor”; en la guerra: “Dios es Paz”; en el desastre: “Dios es Orden”; en la ignorancia: “Dios es Sabiduría”; en el abandono: “Dios es Compañía”; en el mal gusto: “Dios es belleza”; en la contamina­ción: “Dios es la salubridad”. Afirma con fe la cualidad positiva de Dios que estés necesitando, tantas veces como sea necesa­rio hasta que la situa­ción se resuelva.

Para que todo nos resulte, también es importante otra cosa: que cambie­mos nuestra actitud con respecto a los demás, recuerda la regla de oro: “Todas las cosas que que­ráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.

Ten presente que todo lo que le hace­mos a otra persona se nos devuelve, si te han tratado mal, es que así te has comportado con los demás, pero no te lamentes por el mal uso de la energía que hiciste en el pasado. Tu te puedes perdonar diciendo “Yo me perdono” y con la magia del perdón, transformar tu vida de inmediato.

Si quieres recibir amor: ama a todo el mundo; si deseas la paz, trata pacífica­mente a los demás; si quieres vivir saludable, no contamines con substancias tóxi­cas el mundo, si necesitas dinero, conviértete en un dador alegre; si quieres verte bello, no hagas nada feo; si deseas sanarte, dale alegría a los enfermos; si anhelas estar feliz, sonríele a todo el que veas, si buscas trabajo, dale oportunidades de progresar a todo el que este a tu lado y no le pongas obstáculos al progreso de ninguna persona.

Otra cosa importantísima: cuando nos hemos peleado con alguien, esa energía es tan negativa que nos cierra la puerta a las cosas buenas, así que es urgente que perdones a todo aquel que necesite tu perdón:
“Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os mal­dicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y persiguen”.

No te pongas a cavilar en cuanto mal te ha hecho alguien, sola­mente dile: “Te perdono porque no sabes lo que haces”, y por eso te envuelvo en mi circulo de Amor. Amar a los enemigos disuelve todo conato de guerra en el mundo.

Acuérdate que: “Vosotros sois la Luz del mundo”.

Cierra tus ojos y dulce­mente rea­liza esta medita­ción: Visualiza que la Luz del Cristo en tu corazón comienza a brillar desde dentro de ti y a medida que esa Luz avanza hacia afuera de tu cuerpo, va convirtiendo la enfermedad en Salud, el rechazo en Afecto, la fealdad en Belleza, la disputa en Concordia, la carencia en Provisión ilimitada, el dolor en Alegría, la guerra en Paz.

Recuerda que en el Génesis de la Biblia cada vez que Dios hacia algo dentro de la crea­ción dice: “Y vio Dios que era bueno”.

Dios no ha hecho nada malo en el mundo. Lo malo ha sido creado por la mente humana crea­dora de imperfecciones. Si quieres que todo vaya bien, llénate de agradecimiento y alegría por cada cosa en la vida y di como en los Salmos:

“Dios Reina, regocíjese la tierra”. “Cantad alegres a Dios habitantes de toda la tierra porque ha hecho maravillas”.

¿Que quiere decir esta alabanza? Darle gracias a Dios por todo lo que tienes y no quejarte por lo que te falta.

Da gracias por el par de zapatos que llevas puesto, el vaso de agua que te tomas, el poder enterarte de este escrito, la ropa que tienes, el peine con que te peinas, la cama donde descan­sas, el sol que te llena de Vida, el aire que te permite seguir existiendo, la gente que te rodea. Di por todas las cosas y a cada momento:

“GRACIAS PADRE”.

Recuerda que: “No se enciende una luz y se pone debajo de la mesa, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de la gente para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que esta en los cielos”.

Esto quiere decir, que si esta “aspirina para el alma” te ha eliminado el dolor que tenias debes tener muchas de ellas a la mano para repartirle a los demás y así quitarle el sufrimiento a todo el que se la des.

Leer y releer este escrito varias veces cuando esta­mos en una situa­ción difícil, nos eleva la mente por encima del problema y nos polariza en positivo. Al dejar de pensar en el problema, Dios puede actuar y disolverlo, por eso, debes de leerlo como si fuera una plegaria, hasta que a fuerza de hacerlo, el milagro que espe­ras se produzca.



Rubén Cedeño

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