domingo, 9 de febrero de 2020

CONOZCO TU HISTORIA...


CONOZCO TU HISTORIA...

Conozco tu historia, aunque quizás tú no la recuerdas. Es una historia común. La de muchos que habitamos el planeta. Te la recordaré:
En épocas muy remotas, en otro tiempo y espacio, cuando todo eras pura luz, tomaste una decisión trascendental: elegiste encarnar en la Tierra para conocer la tercera densidad. Traías como única finalidad, crecer, evolucionar…Vivir…

No querías perderte ninguna de las experiencias y tu entusiasmo era febril. Sabías que no sería fácil, por el contrario, que podía ser muy duro, y aún así asumiste el riesgo y te comprometiste en este acto de amor hacia la humanidad porque sabías que no estarías solo, miradas de seres de luz estarían apoyando tu tarea así como de otros que al igual que tú, tomaron la sagrada decisión de venir hasta acá.

Y llegamos aquí, sin saber que durante el viaje olvidaríamos la misión, nuestros objetivos, nos desconectaríamos de nuestro poder e incluso olvidaríamos nuestro origen divino. Conocimos el miedo, esa sensación que nos paraliza y no nos deja Ser. Perdimos entusiasmo y muchas veces lamentamos estar aquí porque conocimos la mentira, la enfermedad, la soledad, la separación, la envidia, la competencia, el desamor. Tantas veces quisimos abortar la misión y regresar a casa, pero nuestro amor y compromiso con la evolución de este bello planeta nos mantuvo aquí, doloridos, pero firmes.

A mitad de camino, justo cuando creímos que las fuerzas se acabarían descubrimos el secreto mejor guardado para los humanos, la razón de porque se pierden en el camino. Ese secreto es que todo, absolutamente todo lo que necesitamos para vivir y crecer está dentro de nosotros. Y perdimos un tiempo maravilloso buscando allá afuera el amor, la aprobación, la valorización, el éxito, la felicidad…

Ahora nuestra labor es ayudar a despertar a esta humanidad, cada cual con sus recursos, desarrollando su don y llegando así a tocar las almas de los demás para que todos recuerden que estamos aquí para ser felices y no para sufrir.
Somos muchos… y no estamos solos…
Esta es tu historia, la mía, y la de todos… ¿Recuerdas?

Gracias por Ser y por estar


FUENTE: Texto encontrado en la red, desconozco el autor.   

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