lunes, 31 de mayo de 2021

Todo lo que siembras cosechas, todo lo que das recibes


Quien planta árboles, cosecha alimento
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.
Quien planta justicia y verdad, cosecha paz.
Quien siembra paciencia, cosecha armonía.
Quien planta perdón, cosecha la grandeza de corazón.
Quien siembra buenos pensamientos, cosecha benedicencia.
Quien siembra esperanza, cosecha el cielo.

No obstante, hay quienes prefieren:

Sembrar tristeza y cosechar amargura.
Plantar discordia y cosechar soledad.
Sembrar vientos y cosechar tempestades.
Plantar ira y cosechar enemistades.
Plantar injusticia y cosechar abandono.
Sembrar impaciencia y cosechar inseguridad.
Plantar rencores y cosechar venganzas.
Sembrar malos pensamientos y cosechar críticas.


Autor: desconocido



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Moraleja del poema “Todo lo que siembras cosechas”

En cada etapa de nuestra vida creamos algo con nuestras virtudes, sentimientos, acciones, obras, pensamientos y palabras. Si estas son incongruentes y falsas harán eco de lo todo lo malo que sentimos y pensamos. Todo lo que das, recibes y todo lo que haces a los demás, te lo haces a ti mismo.

Finalmente todo tiene una causa y efecto que puede ser positivo o negativo, si tenemos la convicción de esto podremos mirar con otros ojos todo lo que nos sucede. Por eso siembra y da con amor, sin mirar a quien, recuerda que es tu decisión sembrar en tus hijos, padres, familia, amigos y con todos a tu alrededor todo lo bueno.




 

viernes, 28 de mayo de 2021

ORACIÓN CIENTÍFICA - METAFÍSICA [de Conny Méndez] Pide y se te dará


Hoy os traigo una oración muy especial, La Oración Científica - Metafísica... Pide y se te dará:


"Amada Presencia "Yo Soy", en Armonía para todo el mundo, bajo la "Gracia Divina" y de manera perfecta, de acuerdo a la "Voluntad de Dios" y si está en "Ley", yo decreto:
(__________tal cosa___________).
Gracias Padre, porque ya se cumplió.

La «Oración Científica» es la piedra angular de la «Enseñanza Espiritual Metafísica», donde desembocan todos los conocimientos y prácticas de esta Instrucción, para solucionar, con su uso, cada situación inarmónica que surja.

PASOS DE LA ORACIÓN CIENTÍFICA

Hacerla en Nombre del "Yo Soy";en Armonía para todo el Mundo;
bajo la Gracia Divina.
de manera perfecta;
de acuerdo a la Voluntad de Dios;
si está en Ley.
Dar las Gracias por tener lo solicitado, como si ya hubiera llegado.

La «Oración Científica» es la puesta en práctica de toda la «Enseñanza Espiritual», las «Siete Leyes», los «Siete Aspectos de la Totalidad de la Vida» y el «Ser Interno».

La «Oración Científica» resuelve, de forma armoniosa, cualquier situación personal, condición familiar, asunto nacional o planetario, lo que esté haciendo falta para manifestar el «Concepto Inmaculado» y el «Plan Divino de Perfección», siempre y cuando esto no vaya en contra de nadie.

Cuando oramos, nuestra aura se ilumina; esto impide que lo malo se exprese y hace que la perfección se manifieste. Cuando vayamos a orar, no se lo digamos a nadie, porque desparramamos la fuerza; tampoco lo hagamos con impaciencia, tensión o presión mental. No es necesario pegarle gritos a Dios para que nos escuche; metámonos dentro de la Consciencia de nuestro «Ser Interno».

Esta Oración es científica porque, si la aplicamos correctamente, podemos percatarnos de su efectividad; «Científico» es todo aquello que se puede comprobar. Cuando uno ora, no debe pensar negatividades -como que no merece lo que pide, que es imposible o es mucho- porque desbarata el efecto de la oración.

Memoriza esta fórmula y no dejes de decir ninguna frase, porque todo su contenido tiene un propósito específico. Aunque haya pobreza, guerra, enfermedad o muerte, todo puede transformarse mediante la «Oración Científica».


Rubén Cedeño,
de su libro Pilares de la Metafísica


Aprender a amar según las claves de Erich Fromm


El amor, según Erich Fromm, debe celebrarse todos los días como un acto liberador y enriquecedor. Porque quien logra aprender a amar de forma madura y consciente, entiende que el querer no sabe de posesiones o condiciones. El amor es por encima de todo la preocupación activa por la vida, es cuidado y el deseo firme de favorecer el crecimiento de aquellos a quienes amamos.

Es muy posible que el propio Fromm no intuyera nunca la gran trascendencia que iba a tener su libro El arte de amar. Ahora bien, lo que también es probable es que no todo el mundo conozca en qué condiciones dio forma a este fabuloso y siempre interesante trabajo. Quien tuvo la oportunidad de conocer a este psicoanalista y filósofo humanista de origen judío, solía decir que pocas personas dieron un giro tan relevante en sus vidas como lo hizo él.

Hasta llegados los años 50, Fromm, era ese gran erudito del Talmud y psicoanalista marxista que en un momento dado, quiso poner distancia de las bases teóricas de Sigmund Freud. Era un intelectual algo taciturno que se instaló en Estados Unidos una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. A sus espaldas dejaba el peso de un divorcio, la muerte de su última esposa por suicidio y el recuerdo de una Europa aún fragmentada y en ruinas.

Fue en esa década cuando decidió trasladarse a México y convertirse en un activista por la paz y los derechos de la mujer. Quiso cambiar su perspectiva vital, quiso abrirse al mundo, a la felicidad y a la lucha por aquello en lo que creía. Se convirtió en un terapeuta muy influyente, entabló amistad con el presidente Kennedy y lo mejor de todo, encontró el amor en una brillante mujer: Annis Freeman.

Aún con el amargo recuerdo de sus anteriores esposas, Fromm se puso un firme propósito: aprender a amar. Quería hacer de aquella etapa la mejor de su existencia y la de Annis Freeman. Y ansiaba a su vez, enseñar a amar también al resto del mundo. De ahí su famoso libro y la felicidad de la que disfrutó en las últimas décadas de su vida.

Aprender a amar según Erich Fromm

“Amar sin saber amar, hiere a la persona que amamos”. Esta frase de Thich Nhat Hanh resume sin duda una realidad más que evidente. La mayoría de nosotros no somos maestros en este arte, somos más bien neófitos de una realidad en la que nos sumergimos de casualidad y sin saber, llenos de necesidades pero faltos de herramientas. Ahora bien, si a veces nos limitamos a amar como niños y no como adultos, se debe sobre todo a nuestra cultura.

Hemos sido moldeados a través de una serie de esquemas culturales donde ver el amor como un constructor de tintes mágicos e ideales. En nuestro tejido social sigue presente ese “amor cortés” de la Edad Media donde los caballeros enamoran a las damas. Nos gusta pensar que somos víctimas de las flechas de Cupido, que pasión es lo que experimentaron los eternos amantes de Verona de Shakespeare, y que cada uno de nosotros estamos destinados a alguien a través del hilo rojo del destino.

Erich Fromm, destacado psicólogo social, dejó muy claro en El arte de amar, que pocas dimensiones exigen tanta responsabilidad y capacidad de discernir como el amor. Porque amar es tarea de artistas entrenados, no solo de soñadores desvocados. Aprender a amar exige práctica, dominio y un trabajo continuado donde el esfuerzo y el buen hacer no dejan nada al azar o a su suerte.

Veamos por tanto algunas de las claves que nos ofreció en su día Erich Fromm.

El amor en voz activa

Si hay algo que deseamos durante gran parte de nuestra vida es ser amados. Ansiamos ser cuidados, valorados, apreciados, venerados y validados en cada cosa que hacemos, somos o tenemos. Sin embargo, hay algo que debemos entender cuanto antes: el amor en “voz pasiva” no sirve ni es maduro.

El amor no es un lugar de reposo, es un escenario que se conjuga en presente y en voz activa: amarnos el uno al otro, cuidarnos entre sí, respetarnos, valorarnos, crear juntos, proyectar en común…El querer de los buenos artistas implica tener la maestría de quien sabe participar, dar y recibir, construir y ser parte activa de un proyecto donde siempre está presente la mentalidad de crecimiento.

Nuestra eterna preocupación por encontrar a la persona perfecta

Aprender a amar implica también ser conscientes de otro aspecto. A menudo, nos preocupamos en exceso por no encontrar a esa persona ideal que sintoniza con todos nuestros sueños y anhelos. Nos ofuscamos por no hallar “el objeto” que amar sin detenernos a pensar primero si estaremos a la altura del propio amor.

A veces, estamos tan contagiados de idealismos y constructos nutridos del romanticismo que se nos olvida lo más importante: el amor exige trabajo, implica saber afrontar los desafíos que implica una relación afectiva.

El amor como necesidad

Aprender a amar implica primero saber despojarse de todas las necesidades. Porque a quien busca tener una relación para aliviar sus carencias le sucederán dos cosas: que nunca se verá satisfecho y que abocará a la otra persona a un estado de esclavitud permanente.

Erich Fromm nos recuerda en El arte de amar que una relación afectiva saludable y feliz debe ser por encima de todo un vínculo altamente productivo, ese donde cada persona ha superado sus vacíos y dependencias. Es extinguir de nuestro interior la omnipotencia narcisista, el deseo de acumular y de explotar a otros, para llegar hasta el ser amado sin cargas y miedos y poder ofrecernos así en plenitud.


“La función de la nueva sociedad debe ser la de alentar en nosotros la disposición a renunciar a todas las formas de poder y posesión. Asimismo, debe conseguir que cada cual construya un sentimiento de identidad y confianza basados en la fe de lo que uno es, en la necesidad de relacionarse, interesarse, amar, solidarizarse con el mundo que nos rodea, en vez de basarse en el deseo de tener, poseer, dominar el mundo, y así volverse esclavo de sus posesiones”.

-Erich Fromm-


Amar es un acto de creatividad

El amor según Erich Fromm es una energía. Es un impulso que nos anima a movilizarnos, a expresarnos, a crear… Ahora bien (y en relación con lo señalado anteriormente) esa fuerza expansiva y creativa solo emerge cuando tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas.

Asimismo, algo en lo que incide Fromm en el Arte de amar, es que dicha energía no basta solo con sentirla. El amor, recordemos, no solo se siente, hay que vivirlo y darle forma. Porque la auténtica pasión, la que se nutre del sentimiento, la madurez y el equilibrio, entiende que la obra más bella exige trabajo diario y dedicación.

El amor es como la música, la pintura, la carpintería, la escritura o la arquitectura. Se necesita comprender la teoría y más tarde, ser maestro en la práctica. Así, al igual que un ingeniero altamente creativo, también nosotros lograremos sortear con imaginación y eficacia cada dificultad, cada reto, cada imprevisto en el camino…

Para concluir, aprender a amar según Erich Fromm exige dejar a un lado muchas de esas visiones infantiles que a menudo nos definen (y que nos han inculcado). Debemos dejar de conjugar el amor en voz pasiva y de verlo como esa chispa que, en un momento dado, une mágicamente a dos personas. Porque el amor es sustancia, es cuerpo y es materia. Una materia prima con la que edificar un buen proyecto, el mejor de nuestras vidas si así lo queremos y nos responsabilizamos de ello…




Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater el 14 Agosto, 2020.




FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/









miércoles, 26 de mayo de 2021

La grandeza de las buenas personas está en su corazón



Hay personas que ponen corazón en todo lo que hacen. Las delata el brillo de sus ojos, el color de su sonrisa y la intención vestida de amor en cada uno de sus actos. Son esas que siempre aparecen para arroparte cuando ni siquiera te has dado cuenta de que temblabas de frío, las que te proponen un trueque de risas por tristezas y las que siempre están dispuestas a ayudarte a cambiar de color los días nublados.

Personas medicina, personas hogar, personas mágicas. Esas que te abrazan para recomponer tus partes rotas, pero también para recordarte que están ahí y que se alegran de todo lo bonito que te pase en esta vida. Esas que recorren contigo el camino de la vida, te descubren matices preciosos en emociones ya conocidas y te muestran que aún hay muchos lugares maravillosos que visitar y otras tantas formas de mirar.

Personas con las que la conexión es algo más que compartir tiempo: es crear magia. Expertas en acariciar el alma sin tocarla y doctoradas en el increíble acto de dar desde el corazón.

Profundicemos en las buenas personas, esas que son un regalo para cada uno de nosotros y en ocasiones, nuestras mejores coincidencias.

La bondad como signo de superioridad

La grandeza de las personas está dibujada en su corazones, en su capacidad para darse a los demás a través de actos de bondad con la única intención de hacerles más felices. Porque no hay nada más grande ni que reconforte tanto que ayudar.

Así son las buenas personas. Las delata la bondad como signo de superioridad y la paciencia como estrategia para comprender a los demás. No presionan, no gritan ni fuerzan, todo lo contrario. Saben interpretar silencios, respetar tiempos y ejercer como sostén cuando alguien lo necesita.

Las buenas personas desprenden calma y una sensación de bienestar tan solo con su presencia. Además, tienen una afición secreta que pocas veces desvelan: observar el brillo que desprenden los ojos de quienes han conectado con la felicidad.

Charles Darwin ya nos habló en su momento de la importancia de este valor. De hecho, lo consideraba como nuestro instinto más fuerte y valioso, ese que posibilita la supervivencia no solo de la humanidad, sino de todos los seres vivos. El problema es que no se practica con demasiada frecuencia ni se valora lo suficiente cuando los demás lo ponen en marcha. Y eso que la bondad es la única inversión que siempre nos enriquece y nunca falla.

¡Hay tanto gestos llenos de amor y bondad que pasan desapercibidos…!

La fuerza de la compasión en las buenas personas

La compasión es otro signo delator de las personas de gran corazón. Ser capaces de ponerse en el lugar de los demás, desear que estén libres de sufrimiento y sentir la responsabilidad de hacer algo por ellos son algunos de los maravillosas actos que las identifican.

Son personas que se nutren del amor, pero entendido este desde su concepto más amplio, ese que se otorga de manera desinteresada. Sin esperar nada a cambio y sintiendo a su vez el bienestar más absoluto. Se trata de un genuino deseo que nace desde lo mas profundo y que está, única y exclusivamente, dirigido a hacer el bien.

El maestro tibetano Thinley Norbu Riponche describe muy bien esta capacidad “la esencia del amor es la compasión de los seres sublimes que siempre dan energía“, mientras que Thich Naht Hanh se refiere a ella como “amor verdadero“. Y así es.

Las buenas personas están repletas de compasión, bondad y amor. Son aquellas que, a pesar de la distancia, puedes sentirlas cerca porque rompen los límites físicos para conectar con tu interior. Esas que combinan a la perfección la empatía con el arte de comprender el dolor, de ahí que descifren cada una de nuestras roturas y heridas. Porque son artesanas de armonía y felicidad, capaces de volcar todos sus sentidos y sentimientos hacia los demás para transformar un día común en algo extraordinario.

Sus armas secretas son los gestos llenos de amor fruto de la nobleza de sus corazones. Gracias a ellos inundan el alma de los demás de energía positiva, sin esperar nada a cambio. Porque lo que más las llena es regalar afecto, así sin mas, por el solo hecho de hacer sentir mejor.

Las buenas personas son artífices del amor más genuino y sincero que podamos llegar a encontrar. Tesoros que apreciar y cuidar desde lo más profundo de cada uno de nosotros.

¡Gracias personas bonitas, gracias por hacernos uno de los mayores regalos: vuestra compañía!

Vuestro valor es incalculable




FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/

martes, 25 de mayo de 2021

EL SER ESPIRITUAL NO ES UNA OPCIÓN


Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana, ¿cuántas veces habremos escuchado esto?


Lo importante es ser conscientes de la dimensión, importancia y grandiosidad de esto.  No somos simplemente humanos, independientemente de lo maravilloso que supone serlo y de lo valiente que hay que ser para vivir esta experiencia, pero somos mucho más que eso. Somos más allá de esta experiencia humana o experiencias en un periodo lineal de tiempo creado.  


Seguro que muchos dirán sí eso ya lo sé, y ciertamente a nivel mental lo tenemos claro, pero en nuestro día a día, ¿seguro que no lo olvidamos?


El estrés, la rutina, las prisas, las “ocupaciones” invaden todo nuestro espacio y tiempo exterior e interior y somos “humanos” viviendo como mejor podemos  “siendo humanos”… dejamos para mañana o para otro día eso de ser espiritual, porque el problema es que muchas veces la mayoría de las personas realmente, lo sienten como algo separado del ser humano aunque a nivel mental digan lo contrario y muchos más ni siquiera a nivel mental lo ven,…


Parece que a veces eso de ser espiritual es como una moda, o apuntarse a clases de meditación, yoga,… hacer cursos relacionado con temas denominados espirituales en el mejor de los casos y en el peor “esotéricos”, y digo esto porque durante mucho tiempo se ha utilizado esta palabra con tono despectivo para utilizarlo como una especie de cajón desastre donde todo cabía, todo lo que no era considerado “racional”, “demostrable por la ciencia” aunque con el tiempo mucho de ello se ha podido ir demostrando conforme las personas y los científicos han ido abriendo sus mentes y evolucionando las consciencias o para incluir todo lo misterioso y que no era “políticamente correcto” hablar de ello. Y ese es el problema, la separación.


Entendemos que el ser espiritual es una opción, porque no somos conscientes de que ya lo somos, simplemente lo olvidamos, pero a pesar de ello, en nuestro interior sigue dormida esa chispa divina que nos hace ser espirituales, divinos, y que espera a lo largo de nuestra evolución personal a que despertemos y esa chispita brille y volvamos a recordar que nunca dejamos de ser espirituales, porque nunca ha habido separación.


Si preguntas a varias personas si son espirituales, la mayoría creerá que les preguntas si siguen alguna creencia religiosa determinada, otros si se dedican a meditar, otros pensarán que la espiritualidad tiene que ver con ser “flipados “ que leen muchos libros de autoayuda o de guías espirituales e incluso que siguen una tendencia alimenticia determinada…. Y si bien es cierto que el meditar, leer determinados libros, hacer determinados seminarios… pueden ayudarnos en un inicio en nuestro Despertar y a redescubrir la verdad de la no separación, no es menos cierto que nacemos siendo seres espirituales. ¿Eres realmente consciente de esto, de que eres un ser espiritual por el simple hecho de vivir?... jajaja


Somos seres divinos maravillosos, cuya naturaleza es amorosa y de Luz, sólo cuando nos olvidamos de esto vemos y somos oscuridad, porque la chispa queda latente y dormida. Por eso creo que es absurdo preguntar a alguien si es espiritual, más bien habría que preguntarle si recuerda que lo es, jajaja…  en el caso de que quieras preguntar tal cosa.


Cuando redescubres que lo eres, evidentemente vas hacia tu interior en busca de respuestas, de la Verdad, porque tu sabiduría interior te dice que allí y sólo allí es donde encontrarás realmente las respuestas a lo que siempre estuviste preguntando, sólo ahí puedes encontrar la Verdad de quien eres, te redescubres, te desprogramas, desaprendes y te reinventas y sólo ahí es donde puedes sentir plenamente lo que realmente significa el Amor, porque te darás cuenta que no es ni más ni menos que lo que siempre fuiste y olvidaste.


Es tiempo de redescubrir nuestra espiritualidad, es tiempo de Despertar y actuar, pues el mejor modo de que otros recuerden quienes son es a través de las obras de los que ya despertaron, el mejor modo de que alguien recuerde la Luz y el Amor es viéndolo, así que si ya despertaste, sé un DESPIERTO, no te sigas ocultando tras el velo del miedo o del ridículo, sé que a veces es difícil, pero si realmente queremos que todo cambie,  que lo espiritual no se vea como una opción como el que se compra o una camiseta o un polo, un coche o una moto, empieza por llevar toda esa fuerza y luz que llevas dentro allí por donde vayas, no tengas miedo de manifestar lo que realmente todos somos, ¿no te sentirías mejor además en un mundo en el que el ser espiritual no fuera una opción, en el que todos estuvieran despiertos, en el que todos fuésemos lo que realmente somos? 


El cielo puede estar Aquí y Ahora.  Hay que ir dando pequeños pasos, uno de cada vez, pero cada paso que tú das es importante y no sabes quizás cuánto  a veces, sobre todo para muchas personas que inician su camino al redescubrimiento de la Verdad y necesitan que otros muestren el camino simplemente siendo el camino.


No nos ocultemos más, seamos los Guerreros de la Luz que vinimos a Ser, hagamos lo que vinimos a hacer, nuestras armas y escudos son la Luz y el Amor, la Bondad, la amabilidad, la valentía, la VERDAD…  y las batallas están ganadas, porque sólo sin miedo la oscuridad no puede entrar ni tiene nada que hacer. Seamos el cambio para que el cambio global se dé. Seamos la columna de Luz que ilumine el camino por donde andamos para que otros puedan verla y recordarla, ayudemos al despertar de la Humanidad .


Vive, ríe, canta, juega, se Feliz…. Vive lleno de buena energía y rodéate en lo posible de personas que vibren también en esta sintonía, porque así la Fuerza será mayor. Cuantas más personas despiertas estén dispuestas a mostrar su luz sin miedo, más potente y fuerte esta será y más fácil será que la humanidad pueda dar el gran salto evolutivo como especie. Para ello debe también unirse en un todo con la madre tierra, con todo ser vivo del planeta, amándola y respetándola, volviéndonos a unir con ella, porque la separación llegó también a nuestro vínculo con ella, y sólo siendo Uno con Todo, podemos evolucionar como especie, si no, esto no se podrá cumplir, quedaremos atascados en la evolución, con toda la repercusión que significaría no sólo para nosotros como especie  sino para el resto del Universo.


Estamos en unos tiempos difíciles pero a la vez maravillosos y únicos en los que nunca antes habíamos estado tan cerca de lograr el salto evolutivo. No desperdiciemos esta ocasión, ya está bien de esperar tanto, de nuevos comienzos, de nuevas eras y civilizaciones que se destruyen y comienzan,… el momento es ahora, por favor Sé un mostrador del camino allí donde te encuentres y de la manera más fluida y amorosa para ti. El mundo debe despertar ya de su adormecimiento, hay mucha ayuda para que esto sea posible.


¿quieres unirte al cambio?


DESPIERTA!!!


Angélica G.




http://www.expandiendo-consciencia.blogspot.com.es/