No nos referimos al Jesús histórico sino al símbolo que representa, tampoco al 25 de Diciembre, actualmente convertido en acontecimiento comercial y familiar sino al Solsticio de Verano en el Sur e Invierno en el norte, como confluencia enérgico-astronómica que puede ser reinterpretada como oportunidad de purificación y energización.
Siempre se habla del nacimiento de Jesús, este es un buen motivo para recordarte la importancia de tu renacimiento, sin camellos ni reyes magos, pero con magia, con reverencia y agradecimiento, porque la vida es un regalo para evolucionar.
Y llegó la navidad del 2021, ¿Expandiste las alas de tu libertad en esta coyuntura que nos recomiendan adaptarnos a dejar de volar? ¿Dejaste de escuchar el viento de las malas noticias para germinar un pensamiento crítico y atreverte a dudar, como control de calidad y criterio de veracidad? ¿Te diste tiempo para escuchar el eco del silencio, para estar contigo, buceando en tu océano interior? ¿Permitiste que las alas del miedo migraran indetenibles para otros rumbos, consciente que la vida comienza más allá de todo temor? ¿Bebiste en el manantial de la sabiduría ancestral los secretos del vivir bien a pesar de tanta crisis y frivolidad? ¿Reconociste las enseñanzas que adjuntan los problemas y preservaste tu centro, como zona fundamental de poder interior?
En esta Navidad, quiero recordarte la importancia de esta fecha, como el tiempo sagrado que nos recuerda que, sin Amor, nuestra vibración podría devaluarse y nuestros latidos dejar de sincronizarse con la sinfonía cósmica.
Te confieso que conozco la oscuridad de la ignorancia, la piel de las tinieblas, el boicot de los temores, lo peligroso de una vida vacía. Me consta haber visto tanta gente ahogándose en el mar del sinsentido, contemplando como su vida se desangra mientras su éxito fracasa y su vida colapsa, después de haber confundido esta peregrinación sagrada con una carrera dedicada a tener y aparentar.
Sigue la vida, es Navidad, podría simbolizar el nacimiento de ese niño interior que recupere la inocencia lucida, el alerta sereno, la pasión desapegada, la celebración de la vida convertida en simultanea ceremonia y fiesta, ritual multidimensional y juego sagrado.
Entonces esta Navidad podría ser el rencuentro con la estrella que te invite a vestirte de luz cuando llega la oscuridad y de esa manera estar preparados solamente para todo, porque la vida es una escuela para evolucionar y ella incluye incertidumbre, asombro, misterio y lo que cada uno decida añadir, en este viaje evolutivo donde quien no desarrolla su sensibilidad, elige caminar a ciegas.
¿Qué tal si caminamos juntos este sendero de conciencia?
Fraternalmente
CHAMALU
FUENTE: https://www.facebook.com/chamalu
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