miércoles, 26 de enero de 2022
EL DERECHO A EXISTIR, por Diane Gagnon
¿Realmente te das cuenta de que tienes derecho a existir? ¿El derecho a ser completamente tú mismo, sin importar cómo reaccione la gente que te rodea, el derecho a ser libre, sin importar si a algunos no les gusta, el derecho a vivir sin preocuparte por tu imagen?
¿Con qué frecuencia nos abstenemos de ser completamente nosotros mismos para no ofender a nuestro cónyuge, a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros amigos? Nos abstenemos de ser fundamentalmente lo que somos para no crear conflictos, para no ofender la sensibilidad de los demás, para no herir a nadie.
Vivimos, pero ¿realmente existimos? Cuando no nos atrevemos a decir lo que pensamos, cuando no nos atrevemos a poner nuestros límites, cuando no tomamos las decisiones necesarias para nuestro bienestar, cuando nos reducimos a la imagen que creemos que otros nos tienen, así que en realidad no existimos.
Cuando, desde pequeños, tratamos de complacer a los demás, de no molestarlos, de no imponernos, de no ofenderlos, de no ocupar demasiado espacio, de no ocupar NUESTRO lugar, entonces no existimos realmente.
¡Reconocer el derecho a existir es atreverse a vivir de acuerdo con nuestros valores, nuestras necesidades, nuestros gustos, nuestros deseos, nuestras aspiraciones, nuestros sueños, nuestra alma! ¡No es amoldandonos a los demás como nos convertiremos en nosotros mismos! Es escuchando la voz de nuestra alma que acogeremos nuestra misión de vida.
Un día, se nos debe otorgar el derecho a existir plenamente, incluso si nuestros padres no nos quisieran, incluso si tenemos dificultades para encontrar nuestro lugar en la sociedad, incluso si tenemos la impresión de no vivir plenamente.
Tenemos derecho a existir por completo. Hemos elegido venir a esta tierra para cumplir nuestra misión. Tenemos el deber de existir plenamente, de ser auténticos, verdaderos, honestos. Ser nosotros mismos, pase lo que pase.
Sí, todos tenemos derecho a existir. Solo necesitamos NUESTRO permiso. No el de los demás, el nuestro.
Permitámonos existir plenamente, completamente, en todo momento. Seamos buenos con nosotros mismos, acojámonos en nuestra totalidad.
Diane Gagnon
FUENTE: diane.gagnon.com
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