A partir de esa puerta, a cada uno se le otorgan distintas enseñanzas, pero lo curioso es que, indiferentemente de las formas, todas siempre llevan a la misma raíz. Gracias a la raíz se mantiene el árbol, las raíces son las que hacen el trabajo duro, ellas no ven salir el sol, no pueden admirar la belleza de la naturaleza, pues ellas están enterradas bajo tierra, en oscuridad están inmersas; pero gracias a ellas, el tronco y la copa tienen el privilegio de poder admirar y ser parte del paisaje.
En las raíces reside el corazón del árbol, en plena oscuridad reside el corazón del árbol, en plena oscuridad reside tu conciencia, adéntrate en ella como las raíces lo hacen bajo tierra. El corazón del árbol nunca muere, tu conciencia nunca muere, sumérgete en tus propias tinieblas, adéntrate en tus propias oscuras cuevas, en ellas es donde está lo que siempre has estado esperando, detrás de cada miedo, de cada obstáculo, siempre hay un divino acertijo que pacientemente allí está esperando a ser resuelto. Hoy debes ser tú quien revele el acertijo, no dejes que nadie lo haga por ti. ¿Qué magia tendría entonces? La confianza en ti mismo ¿dónde estaría entonces?
Esta puerta es la puerta que lleva a tu interior. Cuando decidas cruzarla, por fin podrás ver y sentir que todo siempre ha estado dentro de ti, que un inmenso y vasto universo por descubrir habita dentro ti; allí no te harán falta reconocimientos, no te harán falta títulos, ni cursos, ni diplomas, ni libros, ni rituales, ni maestros. Cuando tú te hayas encontrado, solo te quedará disfrutar bailándole al paisaje y agradecer cantando a este interminable e infinito viaje.
- Arnau de Tera -
Del libro "Baúl del Espíritu"
FUENTE: https://arnaudetera.com/
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