Si alguien que amas se encuentra triste o distante no lo critiques, no lo juzgues, no seas severo. Solo acercate y dale un beso, un ...abrazo o regalale una sonrisa, con ese pequeño detalle será suficiente, lo más seguro es que en ese momento a esa persona la vida la haya abofeteado y sorprendido por un segundo nublando su visión del plan perfecto que ya tiene diseñado, recuerda que no necesariamente siempre es agradable la lección que se recibe, pero a través del amor y a través de tu presencia callada, con un solo gesto o con una sola mirada, puedas ayudar a que recuerde su camino y regrese a su casa, a su corazón.
La compasión obra milagros. Compasión es un movimiento del alma que nos hace sensibles al mal que padece otro ser, y describe la comprensión del estado emocional de otro; no confundir con empatía. La compasión es con frecuencia combinada con un deseo de aliviar o reducir el sufrimiento de otro; mostrando especial bondad y amabilidad por quien está sufriendo.
La compasión brota desde el mismo corazón con mucha fuerza, con pasión.
Una pasión que nos lleva a abrazar al otro (a veces sin llegar a ser literal) y a extenderle nuestra mano y nuestros brazos para ayudarle.
Muchas veces esa compasión también te lleva a abrazar al otro en silencio, abriéndole tu corazón, acto que muchas veces puede llegar a tener más fuerza que cualquier acción física en movimiento.
Rodolfo González
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