jueves, 5 de febrero de 2015

EL LLAMADO Por Julio Andrés Pagano


EL LLAMADO
Por 
Julio Andrés Pagano

Vibrando en las cuatro direcciones, pulsando en todos los corazones, la caracola comienza a hacerse escuchar. Su vivo eco sagrado trae la voz de los ancestros, que cumplen en honrar el antiguo acuerdo álmico de señalar la triunfal hora del cambio. Recordá. Es tiempo de abrirse y sentir, para que caigan las densas estructuras que impiden liberar el mágico potencial humano. Su sonido moviliza. Suena fuerte, limpio y claro. Este es el llamado, empieza el gran despertar.

Sabiendo que esta sería una época muy ruidosa y de gran escepticismo, los magos ayudaron a que el llamado adoptara infinitas formas para que lo puedas vivenciar. Fue puesto en palabras, pensamientos, gestos, acciones e intenciones que a su manera podrían llegarte a encontrar. Y debido a la relevancia que tendría este crucial momento, también pidieron a la existencia que los ayudara a concientizar a los que sintieran el profundo anhelo de transformarse y alumbrar.

¿Comprendés ahora por qué se presenta el arco iris, por qué iluminan las estrellas, por qué el Sol te acaricia y la belleza de la Tierra te anima a celebrar? Toda la creación participa de este llamado cósmico, que proviene desde el corazón del universo para alentarte a que te abras e ilumines sin cesar. No importa cuál sea tu raza, tu bandera, tu creencia o religión, el llamado no hace distinciones. Mueve tus fibras para alentarte a que vibres en la frecuencia del amor.

Si le prestás atención, experimentarás que su sonido te vuelve consciente de aquello en donde focalizás tu energía, aquello a lo que sostenés desde la intención. ¿Está tu vida alineada con tu esencia? ¿Hacés lo que resuena en tu interior? Si no es así, soltá. Liberá. Confiá. Dejá que caiga todo lo que no se corresponda con la belleza de tu espíritu. Es la hora de cambiar. Hay señales, corazonadas e intuiciones que guiarán tus pasos por el camino noble que conduce a la Unidad.

Siempre hay un punto de inflexión que marca en tu corazón el cambio de dirección, y te deja la firme certeza de que algo ha transmutado. ¿Lo sentís? La caracola está sonando. Todo tu Ser lo está palpitando. Es tiempo de volar bien alto, de sentirse libre, de experimentarse pleno. Es el momento de fluir, de vivir sin ataduras, de moverse sin rencores. Este es el llamado. Es la voz de los ancestros resplandeciendo en tu interior: anuncia que la era del amor ya ha comenzado.


Julio Andrés Pagano

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