martes, 21 de abril de 2015

LA FINALIDAD DE LA VIDA, por Francisco Manuel Nácher


LA FINALIDAD DE LA VIDA
por 
Francisco-Manuel Nácher

En nuestro actual estadio de la evolución, los hombres, al reencarnar, tenemos varios objetivos antes de alcanzar la perfección, que es nuestro fin último: Fortalecer la voluntad, desarrollar el discernimiento y la inteligencia y espiritualizar el carácter. Hasta que no hayamos alcanzado el máximo en todos estos campos, no seremos perfectos y nuestras obras no serán perfectas: Si desarrollamos sólo el intelecto. 

Al no tener el contrapeso de la espiritualidad, nuestros pensamientos, deseos y actos tenderán a ser egoístas, no irán encaminados al bien común y no se sentirán escrúpulos para utilizar la vivisección o la experimentación en hombres para la adquisición de conocimientos o, la mayor parte de las veces, beneficios económicos o fama. Si sólo desarrollamos la espiritualidad, nuestros pensamientos, deseos y actos, al no ser fruto de una inteligencia desarrollada, nos conducirán a la superstición, al fanatismo y hasta a la intolerancia y la persecución. 

En cuanto a la voluntad, es previa a los dos anteriores, ya que sin ella seríamos incapaces de ningún esfuerzo y, ni en la evolución ni en la vida, ninguna facultad, ningún progreso se adquiere sin esfuerzo, es decir, sin voluntad. El discernimiento, por su parte, nos permite, en cada momento, saber escoger la más apropiada entre varias posibilidades de actuación, y se desarrolla con la observación y, fundamentalmente, con el autoexamen, la meditación…y los errores y la lección que llevan incluida.

Se nos dirá que, por qué hay que aceptar las anteriores afirmaciones, ya que cada cual obra como cree conveniente y es de suponer que con la mejor intención.

Y responderemos que eso es cierto pero que si además de lo que cada cual conoce y desea y le impulsa a actuar como lo hace, es conocedor, aunque sea someramente, del funcionamiento de la naturaleza, del plan que en ella se desarrolla permanentemente y de las leyes que lo rigen, sobre todo en los mundos internos, tendrá unas bases racionales y comprensibles en que fundar su actuación, acordes con esas líneas que rigen en todos los planos de existencia.


Francisco-Manuel Nácher

Publicado en: http://franciscomanuelnacherlopez.blogspot.com.es/

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