viernes, 29 de junio de 2018

KRYON, LAS REJILLAS ENERGÉTICAS DE LA TIERRA Y SU INTERRELACIÓN CON LA HUMANIDAD


KRYON, LAS REJILLAS ENERGÉTICAS DE LA TIERRA Y SU INTERRELACIÓN CON LA HUMANIDAD

Mucho se escucha hablar por estos días sobre el cambio de la rejilla del planeta, pero quizás sea poca la información que tenemos al respecto que nos permita comprender realmente de qué se trata esto. Así que en esta ocasión vamos a ahondar en este tema. 

Este conocimiento lo he sintetizado a partir del trabajo que ha realizado Monika Muranyi  en su libro “El Efecto Gaia”, en el cual ella ha recopilado las canalizaciones de Lee Carroll de la Consciencia Kryon que están relacionadas con Gaia y su interrelación con la Humanidad.

Para comenzar diremos que en realidad la Tierra tiene 3 rejillas, estas son: la Rejilla Magnética, la Rejilla de Gaia o Consciencia de Gaia y la Rejilla Cristalina.

Podemos mencionar que en términos generales entre sus características se encuentra que son interactivas, están entrelazadas cuánticamente, existen como una sola por cuanto lo que pase en una afecta a la otra y son parte de un sistema que incluye la Galaxia y el Universo. Suena complejo pero más adelante profundizaremos para aclarar estos aspectos.

La parte que quizás puede parecernos más extraña es que estas Rejillas pueden ser transformadas por la Consciencia Humana y que a su vez sus cambios alteran el interior humano. Y aquí empezaremos a detenernos un poco para entender esto qué significa.

EL ORIGEN

En un principio existió Gaia y contenía la Rejilla Magnética, ésta se originó a partir del movimiento del núcleo terrestre. Existía en cuanto materia pero se encontraba espiritualmente vacía. Fueron los Pleyadianos quienes al cambiar a la Humanidad hacia un ADN divino crearon también las Rejillas Conscientes de Gaia. Este Humano producto de la intervención pleyadiana se diferenció de las demás especies que ocupaban el planeta, no tenía 24 pares de cromosomas como los demás sino que tenía 23. Al momento de esta modificación se plantó en la Humanidad la simiente del ADN Pleyadiano y se crearon las Rejillas del planeta.

Las Rejillas, sobre todo la Cristalina, han estado reaccionando a la Compasión Humana. La esencia de la energía de Gaia se relaciona con la creación de la Humanidad playadiana. Esto dio como resultado una Gaia Consciente que se expandió gracias a los Pleyadianos.

Ahora profundicemos en cada una de las Rejillas y sus características:

LA REJILLA MAGNÉTICA

El campo magnético de la Tierra se produce en su centro. El núcleo es una bola de Hierro sólido tan caliente como el sol. Es tan ancho como el 70% del tamaño de la luna. Gira a su propia velocidad, más rápido que la Tierra en sí. Tiene un océano de Hierro liquido llamado Núcleo Externo, de aquí viene el campo magnético, este conduce electricidad, tiene huracanes y remolinos producidos por el efecto Coriolis que son las fuerzas del movimiento de rotación terrestre, lo cual genera el magnetismo por un proceso llamado Efecto Dinamo. 

El campo magnético está en constante cambio y responde a un diseño inteligente. Se ha ido transformando como consecuencia de la intención humana, debido a un cambio de consciencia colectiva, así la Humanidad creó un nuevo plan y un nuevo potencial terrestre.

Este campo magnético cambia de acuerdo a los acontecimientos profundos de la Humanidad. Cuando los acontecimientos involucran la compasión humana se eleva la vibración del planeta. El magnetismo ayuda a la Consciencia humana.

La Rejilla Magnética actúa como una antena del planeta hacia el universo y está en comunicación con el magnetismo del sistema solar. Se necesita el magnetismo para el entrelazamiento cuántico entre la Tierra y el centro del Universo.



LA REJILLA DE GAIA O LA CONSCIENCIA DE GAIA

Tiene que ver con la vida en el planeta y está totalmente relacionada con la Humanidad. Gaia es la rejilla de la vida.

Contiene el Akasha en su interior. Todo ser tiene su propio registro akáshico. El Akasha de la Humanidad está en el ADN y en la Cueva de la Creación dentro de Gaia.

Gaia es una energía propia del planeta Tierra, es sensitiva, consciente, tiene una inteligencia innata, tiene una consciencia inteligente que sabe de los humanos y es capaz de comunicarse  con estos.

Gaia crea un registro de cada alma que llega al planeta porque deja una huella, una energía única que modifica su fuerza vital.

LA CUEVA DE LA CREACIÓN

·   Está al interior de la Tierra a gran profundidad, es una caverna multidimensional que nunca será descubierta. Aunque posee propiedades tridimensionales es invisible para los humanos. Aquí se halla el registro de lo que somos los humanos.

·    Esta Cueva es el primer lugar al que vamos cuando llegamos al planeta incluso antes del nacimiento y es el último lugar al que iremos antes de volver a casa.

·    Es el depósito o almacén de del registro de la Humanidad.

·    Cada alma que hay en el planeta es única. Gaia sabe de cada una de las que está aquí.

·    Todos tenemos una estructura cristalina para cada vida y en ésta se guarda la energía de todo lo que hicimos en esa vida. El alma es la misma vida tras vida, el Yo Superior es el mismo y representa la energía del alma esencial. 

·     La Cueva es estática en la 3D pero dinámica en la multidimensionalidad, por esto no se añaden ni quitan cristales. 

·     Siempre está completa, contiene a toda la Humanidad (potenciales o físicos) porque es cuántica, conecta con el pasado, el presente y el futuro, o sea que podemos interactuar incluso con los que “no están aquí”.

·     El registro de energía de cada vida queda en el planeta para siempre.

·     Todo lo que se graba en la estructura cristalina se transfiere al ADN en el momento del nacimiento, se hace en la Cueva de la Creación. El registro akáshico personal está en cada doble hélice a nivel multidimensional en el 90% que se considera “basura”.



LA REJILLA CRISTALINA

Esta Rejilla no puede verse pero sí sentirse. Se le llama cristalina como una metáfora relacionada con los cristales debido a que estos son “piedras” que contienen vibración. 

La Rejilla Cristalina contiene vibración, recuerda y almacena información.

Esta es una Rejilla de naturaleza espiritual, que almacena energía de la fuerza vital de la Humanidad, nuestra energía.

Está por encima de la Tierra, extendida sobre el planeta, en el exterior aunque no se vea.

Contiene improntas de nuestra energía en ubicaciones concretas del planeta debido a lo que ha ocurrido en ellas, (por ejemplo guerras y muertes) que son muy difíciles de limpiar. Las memorias quedan grabadas en tierra firme porque el agua no puede ser impresa.

Contiene todo lo que ha sucedido y los lugares donde ocurrió. Es una Rejilla dealmacenaje de energía humana en ubicaciones concretas.

Es un manto de energía de consciencia humana extendido sobre Gaia.

Donde no han ocurrido eventos significativos de la historia del planeta se siente despejado, limpio y por eso se puede meditar mejor.

Aquí se encuentra toda la experiencia humana que yace por encima y dentro del planeta y crea una velocidad vibracional que el Espíritu puede medir. Las personas sensibles pueden percibir esa información que está guardada en la Rejilla, el dolor, la muerte, pero también cuando está despejado y limpio. Al estar en estos lugares recordamos esa información, sentimos esa vibración. 

Es responsable de lo que percibimos como “fantasmas”. La Rejilla graba y reproduce la energía una y otra vez, reproduce el acontecimiento sin cesar, cuanto más intenso el drama se reproduce con más fuerza, cuánticamente sigue siendo real y puede medirse en términos de magnetismo y temperatura. Lo que se percibe no son entidades, son energías que quedaron grabadas multidimensionalmente. Lo que creemos fantasmas son energía del pasado captada por la Rejilla.

El ADN responde a la Rejilla Cristalina. El ADN se adapta a la vieja energía al momento del nacimiento. Ahora funciona con más eficacia debido al cambio de consciencia. Fuimos diseñados con un ADN con un 100% de eficacia pero por nuestro nivel de consciencia funciona al 30%, sin embargo los niños que están naciendo llegan con un 35% de eficacia  pues ya traen un saber instintivo de la condición humana que hemos ido adquiriendo evolutivamente. Se puede cambiar la impronta cuántica del ADN con compasión, consciencia y con intención pura.

Esta Rejilla la pusieron los Pleyadianos para permitir la comunicación de la consciencia humana con el interior de la Tierra, con lo que se conoce como Gaia.

La Rejilla tiene a su alrededor un campo multidimensional que interactúa con la consciencia humana. 



LA RECALIBRACIÓN Y LA REALINEACIÓN

La energía se está reconfigurado para la compasión, por lo cual está cambiando la forma de grabar y reproducir energía. Ya no podrán sentirse la oscuridad, guerra y muerte pues habrá menos energía allí. Hay una realineación y en los lugares donde se percibe sanación, amor y reconocimiento de Dios, la energía se elevará. 

Esta realineación implica centrar la atención en la energía maternal, se irradiará menos energía de recuerdo de odio y drama, los humanos dejarán de sentir esta energía y no van a cooperar más con el odio y la guerra. A esto se refiere la recalibración de la rejilla.

BALLENAS Y DELFINES EL AKASHA VIVO DE LA HUMANIDAD

Intuitivamente la Humanidad sabe que las ballenas no pueden eliminarse sin alterar el equilibrio de fuerza vital de la Tierra. El ADN humano forma parte del sistema de Gaia porque representa una evolución biológica de la Humanidad en el planeta.

Ballenas y delfines son las partes vivas del sistema de Rejillas, contienen la historia de la Tierra y son sagrados. Son un sistema de apoyo, de ayuda constante.

La información de los 3 sistemas akáshicos combinados está almacenada en ballenas y delfines, éstos constituyen la última capa que conecta a la Humanidad con Gaia.

El registro akáshico vive en los océanos del planeta, la información está en las moléculas de agua. La historia del planeta y la Humanidad está en los océanos, las ballenas acceden a ella y la comunican conectando con las moléculas del agua.



LA RECONEXIÓN

Los Lemurianos descubrieron que había un equilibrio con Gaia que consistía en dar y tomar. Sabían que era necesario hacer ofrendas con su energía para luego tomar de la Tierra. Las ofrendas físicas son un recuerdo ceremonial, una verdadera ofrenda se refiere a tener en cuenta diariamente el amor de Dios y saber que la madre Gaia es nuestra conexión con una fuente mayor.

Debemos restablecer la conexión con la energía de la Tierra, esto reconstruirá un puente de consciencia del ser humano con Gaia. Ella está al servicio de la Humanidad y cambia de acuerdo a su consciencia.

Los humanos somos responsables de los cambios de Gaia no sólo en términos medioambientales sino en el sentido de despertar de consciencia. La tecnología debe usarse al servicio de Gaia y el cuidado del planeta, el pensamiento altruista llevará a retomar las formas indígenas de entender la Tierra como la madre de toda la vida.

Y así es…



Autora: Redactora para la Gran Hermandad Blanca, Diana Marcela Carvajal Díaz. Bogotá, Colombia.

jueves, 28 de junio de 2018

LA INOCENCIA DEL PRESENTE, por Andrea Luca


LA INOCENCIA DEL PRESENTE
por Andrea Luca 

El presente es como la mirada de un niño, transcurre a parpadeos de transparencia, de paz, de luz.

El presente consciente no tiene miedo ni culpas, no valora ni critica, no sufre, simplemente ES.

En eso consiste la tan de moda “atención plena” . Es un estado en que la mente deja de estar programada para la lucha, el desasosiego, el victimismo, el sufrimiento que nos acarrea el traer y llevar por la mente los pensamientos y emociones conflictivos.

Vivir el presente es un estado de atención a cuanto está sucediendo en el instante: el vuelo de un pájaro, el descapotable rojo que se acaba de parar en el semáforo, el olor a hierbas que nuestra vecina deja en el ascensor, la agradable textura del café con leche haciéndose parte de nuestro organismo, la orquesta de los teclados en los ordenadores de la oficina….

Todas esas percepciones son caricias de la atención plena, del dulce presente que se abre ante nosotros con la sabiduría de un libro que se lee desde dentro, desde el interior.

La magia ocurre cuando ese estado de atención plena, de plena consciencia en el presente que acontece, se convierte en actitud.

Es esa actitud ante la vida la que nos libera de nosotros mismos, de nuestros miedos y preocupaciones porque viviendo con plena consciencia el presente, no hay lugar para que los pensamientos negativos ocupen nuestra mente que es como una pantalla donde proyectamos los miedos, los conflictos, los sufrimientos …y los habitamos y alimentamos como si alimentásemos al monstruo que nos va devorando, que se come nuestra paz y nuestra felicidad.

Ante la dificultad, ante ese momento duro que se cuela en la mente como un torbellino emocional y un parloteo incesante, abre la puerta al presente. Respíralo, obsérvalo, habítalo.

Poco a poco te llegará su inmensa sabiduría y la dulce e interior comprensión de que todo tiene un sentido que, aceptado, nos lleva a la paz y a la plenitud de una sabia inocencia. La inocencia de quien no tiene historia que le esclavice, ni rencores que lo sometan, ni juicios que alimenten la guerra de los pensamientos. La inocencia de una mente libre en el instante que acontece y que es el que convierte la vida en una oración, en la sinfonía de un Reino que no es de este mundo.



Fuente: https://www.mindalia.com/noticias/la-inocencia-del-presente/

miércoles, 27 de junio de 2018

LA SENCILLEZ, por Andrè Comte-Sponville


LA SENCILLEZ, 
por Andrè Comte-Sponville

A la humildad a veces le falta sencillez debido al desdoblamiento que supone. Juzgarse es tomarse demasiado en serio. El hombre sencillo no se plantea tantos problemas con respecto a sí mismo. ¿Quizá sea porque se acepta tal y como es? 

Sería demasiado decir. No se acepta ni se rechaza. No se interroga, no se contempla, no se considera. No se alaba ni se desprecia. Es lo que es, sencillamente, sin rodeos, sin afectación, o más bien -ya que ser le parece una palabra demasiado importante para una existencia tan pequeña- hace lo que hace, como cada uno de nosotros, pero no le parece que sea tema de conversación, de comentarios, ni siquiera de reflexión.

Es como los pájaros del bosque, ligeros y siempre silenciosos incluso cuando cantan, incluso cuando se posan. Lo real es suficiente para lo real en sí mismo. De ese modo, el hombre sencillo es un individuo real reducido a su más simple expresión. 

¿Es el canto su más simple expresión?. En ocasiones es el canto; la mayoría de las veces, el silencio; y siempre la vida. 

El hombre sencillo vive del mismo modo que respira, sin más esfuerzos ni gloria, sin más consecuencias ni oprobio. La sencillez no es una virtud que se añada a la existencia. Es la propia existencia en la medida en que nada se añade a ella. Por consiguiente es la más ligera de las virtudes, la más transparente y la más escasa. Es lo contrario de la literatura: es la vida sin frases y sin mentiras, sin exageración, sin grandilocuencia. Es la vida insignificante y es la verdadera vida. 

La sencillez es lo contrario de la duplicidad, de la complejidad, de la pretensión. Por eso es tan difícil. ¿No es siempre doble la conciencia, debido a que sólo puede ser conciencia de algo? ¿No es siempre complejo lo real debido a que en él se entrelazan las causas y las funciones? ¿No es pretencioso cualquier hombre desde el momento en que se esfuerza en pensar? ¿Existe algo más simple que la estupidez, la inconsciencia y la nada?. 

El hombre sencillo puede no plantearse estas preguntas. Pero eso no las anularía ni nos bastaría para resolverlas. La sencillez no es necedad. Pero estas preguntas tampoco bastarían para anular la sencillez de todo, ni la virtud que se encuentra vinculada a ella. La inteligencia no es sinónimo de estorbo, de complicación o de esnobismo. Es cierto que lo real es complejo, y sin duda de una complejidad infinita. 

Nunca podremos acabar de describir o de explicar un árbol, una flor, una estrella, un guijarro… Lo cual no les impide ser simplemente lo que son (sí: simple y exactamente lo que son, sin ninguna falta, sin ninguna duplicidad, sin ninguna pretensión), ni obliga a nadie a perderse en este infinito de la descripción o del conocimiento. 

Complejidad de todo: simplicidad de todo. 

“La rosa no tiene ningún por qué, florece porque florece, no se preocupa de sí misma, no desea ser vista… (Angelus Silesius)” 

¿Hay algo más complicado que una rosa para quien quiere comprenderla? ¿Existe algo más sencillo, para quien no quiere nada? 

Complejidad del pensamiento: simplicidad de la mirada. 

“Todo es más simple de lo que podamos imaginar -decía Goethe-, y al mismo tiempo más enmarañado de lo que podríamos concebir. 

Complejidad de las causas: simplicidad de la presencia. 

Complejidad de lo real: simplicidad del ser. 

“Lo contrario del ser no es la nada- escribe Clément Rosset-, sino el doble.” Lo contrario de lo sencillo no es lo complejo, sino lo falso.

La sencillez en el hombre -la sencillez como virtud- no consiste en negar la conciencia o el pensamiento. Se reconoce más bien en su capacidad para, sin anularlos, liberarse de ellos, para no ser su víctima ni su prisionera…




*Párrafo de “Pequeño tratado de las grandes virtudes” de Andrè Comte-Sponville

Fuente: http://agnesyelnomeolvides.blogspot.com.es/

viernes, 22 de junio de 2018

ABRIRSE A LA CONCIENCIA TRANSPERSONAL, por Enrique Martínez Lozano


ABRIRSE A LA CONCIENCIA TRANSPERSONAL, 
por Enrique Martínez Lozano


¿Quién es el perceptor del yo? 

¿Quién es Aquél que percibe y que no puede ser percibido por nadie, pero al que se percibe en todo lo percibido? Para la persona religiosa, la respuesta saltaría inmediata: Dios. Y es una respuesta en la línea correcta, una respuesta bien intuida. Sólo que ese Dios no permite ser pensado; cuando la persona religiosa lo piensa o lo nombra, “desaparece” y, en su lugar, aparece un “ídolo”, una proyección. Eso es lo que significa que Dios puede ser vivido, pero no puede ser pensado.

El “yo pensador” está localizado en la cabeza, pero ¿quién lo percibe? Trata de dirigir tu atención hacia detrás de tu cabeza, hacia el perceptor del “yo”. Lo que percibes ahí es un “Vacío”, un mar ilimitado de Conciencia, asociada a no-algo. Entrégate a ella, hasta que sólo sea “Ella” (“Ello”). Reconócete en esa identidad y permanece ahí, en el no-pensamiento: eres esa Conciencia absoluta e ilimitada. Eso, y no tu pequeño “yo”, es la verdadera Identidad. Con lo cual, ni se niega el yo, ni se cae en el panteísmo, pero todo se percibe de otra manera.

A partir de aquí, podemos abrirnos a conectar con Ella en todo lo que nos rodea, en un proceso progresivo de “identificación” con la Conciencia (Dios): durante el tiempo de meditación y en la vida cotidiana. Y así, poco a poco, vas pasando de pensarte a ti mismo como una conciencia separada asociada a un “yo”, a “abrirte” y percibirte como Conciencia ilimitada, omniabarcante, como si todo estuviera “de este lado de tu piel” (K. Wilber).

Podemos, pues, aprender a descansar en Lo Que Es, que, para el creyente, equivale a descansar en Dios y entregarse “afectivamente” a Él, aun sin palabras, sin imágenes y sin pensamientos…, conscientes de que si hay pensamientos, ya no es Él, sino mi pensamiento. Ello requiere trascender el yo, en un proceso de des-identificación del mismo, que se produce cuando lo observamos “desde fuera”, para abrirnos a una Identidad que es más que el yo habitual. Empezamos a liberarnos de las cadenas del yo, de sus intereses, miedos y necesidades egoicas, para empezar a percibirnos como el Testigo-que-observa. Caemos en la cuenta, entonces, de que la frontera de la conciencia individual era únicamente una frontera ilusoria.

A veces ocurre que, cuando damos un paso atrás, abriéndonos a esa Conciencia ilimitada que es, solemos cometer un gran error al creer que vamos a ver o sentir algo muy especial. Pero no se ve nada; más aún, si se viera algo no sería sino otro objeto más. No, ahí lo único que se percibe es una sensación de libertad, una sensación de Liberación de la identificación con los pequeños objetos finitos. Tú eres esa Libertad, esa Apertura, esa Vacuidad, y no cualquier cosa que emerja en ella. Descansa en Lo Que Es y notarás que la sensación de Ello y la sensación del mundo son una y la misma (No-dualidad).

“¿Quién soy yo?”. El sabio y místico hindú Ramana Maharshi enseñaba el método conocido como de la “auto-indagación” o “indagación” del yo”. Empieza preguntándote “¿quién soy yo?”… Y ve desoyendo todas las respuestas que aparezcan, porque ninguna de ellas es ajustada. No soy mi cuerpo, no soy mis sentidos, no soy mis órganos…, no soy ni siquiera esa mente que piensa. Si nada de eso soy, entonces, ¿quién soy?

Llegará un momento en que la respuesta aparecerá como Vacío, en el sentido de negación del “yo” habitual, y como Conciencia absoluta no-dual. “Tras haber negado todo lo arriba mencionado diciendo “eso no”, “eso no”, esa Conciencia que es lo único que permanece, eso soy… La naturaleza de la Conciencia es Sat-Chit-Ananda, existencia-conciencia-felicidad”.

En la auto-indagación, uno nota que el “yo” es indagado por otro agente previo del cual poco sabemos, un agente silencioso, que reside más allá de cualquier comprensión mental. El yo no es algo que resida en la mente ni fuera de ella. Como alguien ha dicho, el yo es una verdad en la que todos creen, pero que nadie puede probar. No sólo eso, es la fuente de la dualidad, de la impermanencia y del sufrimiento.

Cuando trascendemos el pensamiento, trascendemos el yo y entonces, como escribe Wilber en su Diario, “el observador y lo observado se hacen Un Solo Sabor”. “Hasta que no se trasciende la dualidad y se realiza el estado de Un Solo Sabor —había escrito el maestro Padmasambhava—, es imposible alcanzar la iluminación. El ignorante sólo ve la dualidad externamente transitoria”. Pero, cuando se experimenta, puede exclamarse con Alfred Tennyson: “Mi individualidad parece disolverse y desvanecerse en el ser ilimitado… Es un estado en el que la muerte es una imposibilidad irrisoria y la pérdida de identidad —si es que puede hablarse de tal cosa— no se asemeja en nada a la extinción sino, por el contrario, a la única vida verdadera”. O con el anónimo poeta indio americano:

No vayas a mi tumba y llores
pues no estoy ahí.
Yo no duermo.
Soy un millar de vientos que soplan,
el brillo de un diamante en la nieve,
la luz del sol sobre el grano maduro,
la suave lluvia del verano.
En el silencio delicado del amanecer
soy un ave rápida en vuelo.
No vayas a mí tumba y llores,
no estoy ahí,
yo no morí.

Y puede comprenderse lo que, siglos atrás, expresara el místico Maestro Eckhart: “Nadie conoce mejor a Dios que aquellos que están completamente muertos”, donde el término “muerte” hay que entenderlo como ausencia de la sensación de identidad separada o identidad del “yo”.



Enrique Martínez Lozano

Extracto del libro: Vivir lo que somos

Fuente: www.advaitainfo.com

jueves, 21 de junio de 2018

AMAR LO QUE ES, por Byron Katie


AMAR LO QUE ES, 
por Byron Katie

Lo que es, es. 

Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que no está de acuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos.

Querer que la realidad sea diferente de lo que es, es igual que intentar enseñar a ladrar a un gato. Puedes intentarlo una y otra vez y al final, el gato te mirará y volverá a decir: «Miau». Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es desesperante.

Las personas aún no familiarizadas con El Trabajo me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad, perdería parte de mi poder. Si sencillamente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: « ¿Puedes saber que eso es verdad con absoluta certeza?» ¿Qué es más poderoso?: «Ojalá no hubiese perdido mi trabajo» o «Perdí mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»

El Trabajo revela que lo que piensas que no debería haber sucedido, sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento en el mundo puede cambiarlo. Eso no quiere decir que lo justifiques ni que lo apruebes.

Sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior. Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.

Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque me duele cuando discuto con la realidad.

Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque cuando discutimos con ella sentimos tensión y frustración.

No nos sentimos naturales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.


Byron Katie


Fragmento del libro “Amar lo que es”

miércoles, 20 de junio de 2018

SOBRE LAS TORMENTAS EMOCIONALES


SOBRE LAS TORMENTAS EMOCIONALES

De vuelta a la vida

Esa tormenta que pasaste te trajo de vuelta a la vida




Gran parte de lo que somos viene determinado por lo que hemos vivido. Solemos subestimar el aprendizaje de las experiencias más duras sin pararnos a pensar en el gran cambio positivo que éstas han podido aportarnos, centrándonos solo en aspectos negativos.

Añoramos cómo éramos antes de que cosas desagradables nos ocurriesen, sin caer en la cuenta de que en la vida inevitablemente pasaremos por este tipo de cosas, de las que podemos salir derrotados o fortalecidos.

En realidad, son los tiempos tumultuosos, las grandes decepciones y los sucesos desagradables los que revelan nuestra verdadera naturaleza y los que provocan que seamos más fuertes y resilientes. Casualidad o no, a veces esa tormenta que pasaste te trajo de vuelta a la vida. Paradójicamente y sin esperarlo, tras reponerte de un daño y un gran dolor, estás más en calma que nunca.

“El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor”

-Fiodor Dostoievski-

Las tormentas que nos transforman

Si la vida fuese plana y fácil, no sería vida. Si en el mundo todas las personas fuesen iguales y quisieran lo mismo, las relaciones humanas serían vacías y no existiría motivación de lucha y superación. Incluso imaginando una sociedad plena de justicia e igualdad, algo maravilloso que todos añoramos… los conflictos seguirían produciéndose.

La inestabilidad está en la propia naturaleza que nos rodea y en la propia naturaleza de los seres humanos. No saber tolerar la ambigüedad, la incertidumbre y el conflicto es un abono fértil para padecer trastornos psicológicos. El mito de la estabilidad en nuestras vidas es solo eso, un mito.

Si somos conscientes de este hecho, estaremos preparados y concienciados de que los cambios bruscos y sucesos dolorosos son posibles. Preparados y concienciados, nunca entrenados… ahí radica la belleza y la variabilidad de los seres humanos; en la forma en la que se desenvuelven en lo bueno y en lo malo que les sucede.

La metáfora Kintsugi




A veces cuando hemos pasado por una situación o época dolorosa, creemos que lo más conveniente es pegar nuestros trozos rotos de la mejor manera posible, creyendo que siempre tienen que pasar por el hecho de ocultar nuestras cicatrices.

Queremos a toda costa, salir adelante indemnes del dolor que acabamos de pasar y asociamos pasar página y ser fuertes con no mostrar señales de debilidad. Que nada ni nadie pueda intuir que un día fuimos débiles, que nos rompimos en mil pedazos… eso puede dar la sensación de nuestra fragilidad y de que puedan hacernos daño más fácilmente.

La cultura occidental tiene que aprender mucho de lo que filosofías orientales nos enseñan en este aspecto: El dolor no tiene porque ocultarse, no debemos asociar la falta de dolor con el mantenimiento de la autoestima. El haber pasado por una situación difícil y haberla superado es una señal de orgullo y de belleza.

Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.

El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi.
El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original.

En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. Kintsukuroi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto.

La idea es que cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud… La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia, la capacidad de recuperarse.

Las grandes tormentas emocionales traen algo nuevo



 Lo que una tormenta emocional representa en nuestra vida no lo podremos saber hasta que no salgamos por completo de ella. Incluso hay tormentas que aparecen una y otra vez, y no desaparecen por completo hasta que nosotros hayamos conseguido hacerles frente y ponernos bajo cielo raso, asumiendo que siempre los nubarrones asomarán al igual que los rayos del sol.

Una vez más la naturaleza nos da su verdadera enseñanza: nada es inmutable e imperecedero, por muy calmado y hermoso que algo parezca. Los cambios son la única regla que parece cumplirse siempre. Allá arriba y por aquí abajo.

“Una vez acabe la tormenta no recordarás como la superaste, como hiciste para sobrevivir, de hecho ni siquiera estarás seguro de que haya acabado. Pero una cosa es segura, cuando salgas de la tormenta no serás la misma persona que entró. Eso es lo que la tormenta significa”

-Haruki Murakami-





Así que la próxima vez que venga una tormenta es normal que tengas miedo… aunque intenta seguir en pie. Si te revuelca y te magulla, asume ese dolor no con una actitud pasiva o masoquista, sino consciente y selectiva.

Son los pequeños detalles los que pueden revelarte muchas cosas de ti que podrán servirte en adelante. Quizás todas esas pequeñas magulladuras te han mostrado qué y quiénes te han estado haciendo daño.

Al fin y al cabo, hay tormentas que son inevitables en esta vida. Así que una vez que ya estás bajo ellas, deja que te empapen y quizás salgas con las ideas más limpias. O directamente con unas nuevas ideas que te devuelvan a la vida.




Creerme que no es fácil… pero vale la pena intentarlo!!!!!




Fuente: Albert Lennon's Page

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http://loca-mente.com/mente-maravillosa/de-vuelta-a-la-vida/