EJERCICIO PARA ABRIR
LA PERCEPCIÓN
por
Antonio Cerdan
PROYECTO CONTACTO
Educación de los
sentidos y la galaxia.
EJERCICIO
Para que nuestra mente, nuestro cerebro se abra a la
percepción de nuestros niveles mentales más profundos, para entrar en nuestro
interior y penetrar en el mundo imaginativo. El mundo imaginativo es una puerta
de acceso a otros mundos y llegar al mundo imaginativo significa llegar a
través de nuestro cerebro, penetrar a través de nuestras imágenes, significa
llegar a tener un dominio de las imágenes, de los pensamientos que circulan en
nuestro cerebro, en nuestra mente.
Vamos a intentar entrar profundamente en nuestro cerebro, en
nuestra mente. El cerebro es como una gran esfera, un gran círculo que refleja
la luz del Universo. Este círculo, al principio no refleja bien la luz del
Universo, no capta bien la energía espiritual, no capta bien las ondas que se
reciben de otras vibraciones superiores, de otras frecuencias superiores.
Vamos a intentar adiestrar nuestro cerebro para que se
interiorice. Una cosa es concentrarse sobre algo y concentrarte manteniendo
tu atención y otra cosa es aprender a que nuestro cerebro se interiorice.
Aprender a que nuestro cerebro se interiorice significa que necesitamos
penetrar en nuestras ondas mentales más profundas, llegar hasta el límite entre
las ondas mentales alfa y las ondas mentales theta. El mundo de la imaginación es
penetrar en un nivel profundo de relajación en su primera fase y en su segunda
fase penetrar en el mundo de la imaginación.
Cuando uno penetra en las ondas mentales theta estamos en
otro tiempo mental, en otra frecuencia mental en otra frecuencia de ondas de
cómo funciona nuestro cerebro.
Esa frecuencia de ondas de cómo funciona nuestro cerebro es
las ondas theta, nos conduce a poder percibir con claridad el mundo de los
pensamientos, el mundo de los conceptos, el mundo de las imágenes. Para poder
percibir los colores y el pensamiento en la transmisión telepática necesitamos
aprender a adiestrar a nuestro cerebro para poder percibir perfectamente todos
aquellos pensamientos e imágenes ideoplásticas que nos transmiten.
Para concentrar la mente y abrirnos a la percepción de los
pensamientos tenemos el ejercicio del círculo verde y el punto que se va
abriendo desde el centro.
Para interiorizarnos vamos a colocar como ejercicio un
círculo violeta que desde la periferia la luz violeta va entrando dentro del
círculo hasta que se forma un centro blanco. Los dos ejercicios van a servir
para trabajar nuestra mente. Primero haremos el círculo que concentra nuestra
mente, relaja nuestra mente y prepara nuestra mente para recibir, para observar
y captar bien las imágenes y pensamientos que recibimos y después desde la
periferia haremos el círculo violeta que va yendo hacia dentro hasta que se
forma un centro blanco.
1.
Miramos fijamente el círculo verde de arriba
–para preparar nuestra mente para recibir, para ver, para percibir lo que nos
envían como receptores de pensamientos, de colores y de energías del entorno,
de otras personas, del mundo espiritual, de los seres extraterrestres, etc. llena
todo el espacio. Miramos el punto verde y sentimos cómo se va ensanchando hasta
que todo es un círculo verde. Vamos a hacerlo diez veces.
2.
Miramos el círculo violeta hasta que en el
centro se forma un punto blanco.
¿Qué han sentido al hacerlo? Otro día se acordarán del
círculo y el punto que es la preparación de la sintonía mental que tiene
vuestras mentes para captar los colores y para emitir los colores a otra
persona. Cuando tú te pones receptivo para sentir el color que recibes de la
otra persona, tú imaginas un punto verde dos o tres veces y ya esperas. Es como
si tu mente la prepararas para percibir. Cuando tú quieres emitir un color o
transmitir un pensamiento, imaginas un círculo violeta que se va cerrando. El
color violeta es la preparación para tú aprender a emitir el color hacia la
mente de la otra persona. El tiempo que tardas en imaginar el círculo violeta
que se va cerrando es el tiempo mínimo que tú precisas para concentrar la
energía del color en tu mente y poder emitirlo a la otra persona.
El verde es para preparar la mente para percibir y el
violeta con el círculo que se cierra es para preparar tu mente para emitir.
Cuando haces el círculo violeta que se va cerrando hacia el centro durante
tres, cuatro, cinco veces y después si tú quieres emitir hacia la otra persona
por ejemplo el color rosa, siente el círculo rosa y cómo se va cerrando,
cerrando hasta llegar al punto blanco del centro que es donde colocas la mente
de la persona a la que vas a emitir el color. El tiempo que tú necesitas para
concentrar la energía en tu mente, concentrándola suficientemente para que el
otro la pueda percibir cuando la va a recibir y a la inversa, cuando tú quieres
percibir bien el color de otro, y tu mente está con pensamientos, alterada,
imaginas un punto verde que se amplía para que toda la frecuencia de tu mente
se abra a la sintonía y a la recepción de la energía. Son dos ejercicios de
preparación: uno para emitir y otro para recibir.
Antonio Cerdan
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