LA ORACIÓN DEL AMOR,
por Jeff Foster
No busques amor; no lo esperes; no lo exijas. Siempre te sentirás incompleto, y el miedo a la pérdida del amor te acompañará a lo largo de tus días.
El amor no es un servicio de suscripción. El amor no es una recompensa a tu buen comportamiento. El amor no es algo que 'merezcas' o no.
Es tu derecho de nacimiento; así es que encuéntralo dentro de tu propio corazón.
Cuando notes que tu atención se dirige hacia fuera, buscando, luchando, manipulando, tratando de entender, apegándote, aferrándote, detente. Invita a tu atención hacia lo más íntimo. A las sensaciones de tus pies sobre el suelo, a sentir el peso de tu cuerpo mientras es atraído hacia la Tierra. Al aliento, tan confiable, tan antiguo, subiendo y bajando, subiendo y bajando, como una ola en la inmensidad de tu ser.
Deja que tu atención purifique la garganta, el pecho, la boca del estómago; deja que impregne las crudas, agitadas, fluctuantes, vivas sensaciones ahí. Deja que la atención impregne tu tristeza, tu soledad, esa sensación de abandono de la que has estado tratando de huir. Por un momento, ofrece un santuario a estos antiguos y hermosos fragmentos del gran rompecabezas que descifraste hace mucho tiempo. Deja que la presente escena de la película de tu vida se santifique con atención, con esta amorosa presencia consciente llamada amor. Esto es orar.
Soy aquí. Estoy aquí. Y esta bien. Aunque no se sienta bien, está bien. Mi tristeza es inteligente. Mi miedo es antiguo y sagrado y digno. Mi anhelo arde con vida. Incluso mis dudas son de mi misma esencia. No hay nada malo aquí; todo es acogido en el amor.
La vida es corta, sin embargo el amor es infinito, y precioso, y siempre presente, y más cercano que el siguiente aliento. Así es que no busques amor; no lo esperes; no lo exijas Pero conócelo. Reconoce su presencia, su intimidad. Siéntelo susurrando en tu oído...
'Respiro contigo, mi amor. En cada inhalación, en cada exhalación, y en los espacios de entremedio. Cuando estás de rodillas, exhausto por el caos y la incertidumbre de la vida, estoy de rodillas contigo. Cuando estás en la gloria, en la cumbre de este caprichoso mundo, yo me regocijo contigo. Cuando te sientes perdido, y no puedes seguir adelante, ya te he encontrado. Estoy tan cerca. Me río contigo, lloro contigo, sangro contigo; tu sangre es la mía. Tu voz es mi voz, tu silencio mi silencio, e iría hasta el fin de la Tierra para encontrarte, para luchar por ti, para llevarte a casa.'
No puedes escapar del amor; es por eso que no puedes conseguirlo.
Y así, si tuviera que elevar una oración, ya habría sido respondida; la oración y la resolución como Uno; el regalo recibido hace mucho tiempo.
Jeff Foster
Fuente: http://www.hoymedito.com/
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