Puedes quedarte en la comodidad de lo conocido, sin embargo, se presentará, una y otra vez, buscando reconocimiento y comprensión.
Sólo cuando así procedas, habrá espacio para lo nuevo.
Que no te invada el miedo, cuando finalmente empiece el proceso de parto, puedes resistirte o acompañarlo.
Recuerda, tus guías espirituales, están a la espera de que acciones; al hacerlo, tienes toda su contención y ayuda en el proceso. Eres amad@, sólo por Ser.
Nunca estás sol@. Multitud de Seres del Cielo te asisten para alivianar el viaje.
Lo que transites, va a ser aquello que puedas afrontar.
Alinéate con el flujo interior de tus sentimientos, para que el recorrido sea más fácil y apacible.
Siente lo que realmente está ocurriendo dentro tuyo.
Siente su verdad y verás cómo se refleja en tu realidad externa.
Y así, aceptándola y con ello, la diversidad, enamórate de ti mism@, ¡así, con esa disparidad!
Tú lo vales, ¡así, con esa totalidad!
A nadie tienes cuentas que rendir. ¡Disfruta esa libertad!
Párate en tu sí mismo. Dale permiso a tu Luz.
Eres únic@, irrepetible, bell@, Divin@. Recuérdalo, reconócelo. Ámate, hónrate y honrarás la vida.
Graciela García Durán.
(Extraído del libro “Conexión con la Vida”)
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