Y así, solo hay UNO, todo lo demás es ilusión, una construcción en la mente, nada hay aquí sucediendo, solo hay UN SER CONCIENCIA
Y todo esto, es ese aliento, todo esto es ESO, somos ESO, somos ese UNO, y sin embargo no, ni siquiera somos UNO, pues no hay nosotros, solo UNO.
Nada aquí sucede, a pesar de la apariencia, nada importa.
El aliento UNO, es un verterse de pura radiante compasión, amor, perdón, belleza, gracia.
Y descubro que no soy quien pensaba ser, lo que llamaba “ yo mismo”, es nada, es una idea, es una adicción de recuerdos, atributos, pautas, pensamientos, herencias, hábitos, ideas, a los que puedo mirar y decir, no yo, yo no soy esto, como mi mismo, yo simplemente no soy, ningún yo, ningún MI existió jamás, ilusión, fabricación.
Nada hay sucediendo, nadie hay aquí, solo hay UNO, alentando.
Eso es lo que yo-es.
Yo soy eso, y eso es todo.
Y eso es el brillo, que todo esto es, vida, muerte, angustia, compasión, comprensión, sanación, luz.
El brillo adentro, donde el corazón se abre y no hay NADA.
No yo, no alguien, solo desgarradora belleza y desbordante gratitud, vertiéndose.
David Carse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario