Realizar este ejercicio es útil para buscar la expansión de tu conciencia o para utilizar las cualidades específicas de la frecuencia de un cristal.
Trabajar con las frecuencias cristalinas puede ser muy beneficiosa en la curación del cuerpo, en el equilibrio la mente y para lograr la estabilidad emocional.
Aceptando concientemente una expansión de las propias frecuencias, provocas los cambios en tu sistema de energía obteniendo rápidos resultados.
Selecciona el cristal con el que deseas trabajar, puedes elegir un cristal de manera intuitiva o puedes elegir uno específicamente por sus propiedades.
El cuarzo transparente, por ejemplo, aumenta la capacidad de tener una mente clara y recibir información a través del corte con la realidad.
También puedes tener una intención y para eso, selecciona un cristal que sería más útil para esa situación.
Ponte cómodo, con un cristal en cada mano. Realiza 5 respiraciones profundas inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
Relajate con cada respiración sintiendo el cristal en la mano.
Focalizate en el centro de tu corazón en el medio del pecho, expande tu energía en esa área imaginando que esa energía sube por el hombro y luego baja por tu brazo, llega al codo y penetra en tu mano hasta el cristal. Respira uniformemente todo el tiempo.
Después de unos momentos sentirás la energía del cristal encenderse en tu mano, expandiendose hacia la palma y a cada uno de tus dedos, la vibración corre hacia arriba de tu brazo, y vuelve de nuevo al centro de tu corazón.
Permite que toda tu conciencia se centre en el cristal y con el ojo de tu mente miralo crecer cada vez más hasta que se convierta en tu propio tamaño. Penetra en el interior del cristal, esta es una maravillosa sensación, estas totalmente rodeado por la frecuencia que emite el cristal y te sientes completamente uno con él. El ciclo completo es de 10 respiraciones y luego relajate.
Deja que la energía fluya a la parte inferior de tus pies entrando en la tierra, esta fluye hacia abajo hasta que sientes un empuje de energía que atraviesa tus plantas y retorna subiendo por tus piernas hasta el centro de tu corazón, donde estas energías desinhiben todo tu cuerpo y campo de energía. El ciclo completo es de 10 respiraciones, luego relajate.
Toma un momento para disfrutar de las sensaciones, si tienes una pregunta, ahora es el momento de preguntar, o simplemente permanecer abierto a cualquier cosa que viene a ti, una visión, un sonido, un sentimiento. Relajate y acepta.
Lleva tu atención a imaginar que la energía vuelve dentro de tu mano, sabiendo que con la realización de esta meditación tú está bien conectado con la tierra a través de la energía del cristal. Vuelve a esta conexión siempre y cuando sientas que es necesario.
Siente el cristal en la mano y regresa nuevamente a la habitación. Puede que desees tomar un poco de tiempo para vivenciar tus experiencias.
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