El reino de Sirio fue el primero en ser explorado por las conciencias curiosas que habían pasado por el Prisma de Lira y se habían separado de los Fundadores. Sirio representa un símbolo muy importante para toda la Familia Galáctica, el símbolo de la tríada. Aunque aún no ha sido confirmado científicamente por la mayoría de los astrónomos, Sirio es un grupo trinario de estrellas.(1)
Ese grupo representa simbólicamente el patrón - dos polaridades en la base del triángulo, uniendo o integrando esas polaridades en el ápice. De ese modo, se refleja el fundamento básico del deseo de la Familia Galáctica, fundirse nuevamente gracias a la unión de las polaridades.
Después del comienzo, muchas conciencias que eligieron quedarse en un estado no físico se sintieron atraídas hacía el reino de Sirio. Fue aquí donde realizaron el trabajo de base, tanto físico corno no físico, para el papel vital que Sirio iba a jugar en el drama que se estaba desplegando. Ellos se convirtieron en los primeros ingenieros genéticos y etéricos que siguieron los pasos de los Fundadores.
Anticipándose a lo que iba a suceder, estos Sirios no físicos comenzaron a crear (mediante la transmutación de energía en materia) un mundo de tercera densidad que eventualmente seria capaz de albergar vida física. También crearon otros dominios con una vibración enfocada para las conciencias que iban a elegir existir ahí en estados no físicos. Debido a esto, gracias a su habilidad de crear feudos adecuados para todas las manifestaciones de conciencias, se les conoce como los Ancianos de Sirio.
Durante los conflictos entre los liranos y los habitantes de Vega representantes de ambas polaridades moraron en los campos de Sirio con el deseo de lograr una integración allí. Los Ancianos de Sirio se prepararon para una fuerte afluencia, tanto de energía positiva como negativa. Tenían bastante claro qué tipo de situaciones iban a presentarse.
Los habitantes de Vega que eligieron vivir en los dominios sirios decidieron encarnarse físicamente en un marco de realidad de la tercera densidad. Culturalmente estaban muy anclados en la polaridad masculina y su filosofía era dominante, lo cual en la cuarta densidad era cada vez más difícil de sostener Ellos sentían que tenían que dominar a su entorno y controlar la evolución. Según ellos, eso les permitiría obtener una maestría sobre su terreno y desde ese punto de vista, su evolución progresaría a ritmo acelerado.
Debido a ese deseo, los habitantes de Vega comenzaron sus planes para colonizar un planeta que órbita uno de los soles de Sirio. Si querían mantener su filosofía dominante, la polarización natural inherente a ésta, sólo podía perpetuarse en una existencia de la tercera densidad. Iban a estar estrechamente ligados a lo físico, creando un velo de ilusión y de olvido más denso aun que el que existe actualmente en la Tierra. Estaban tan seguros de sus propias habilidades (y tan poco conscientes de la trampa de la separación existente en la tercera densidad) que comenzaron a acelerar apresuradamente el proceso evolutivo de la especie parecida a los primates que se desarrollaba en el mundo que ellos habían elegido. En el momento que el ADN de la especie indígena era compatible con sus deseos, ellos empezaron a encarnarse.
Casi inmediatamente, estos nuevos sirios perdieron su memoria con respecto de la conexión con Vega. El velo era demasiado tupido. Sus deseos de crear el olvido fueron tan fuertes que no recordaron nada de sus orígenes. Ellos no estaban interesados en perseguir actividades creativas, sólo querían mantener su estructura de autoridad. Cuando su afán se tradujo en una realidad física, éste creó una cultura aguijoneada por el deseo de dominar -sobre los otros y sobre todo el universo que les rodeaba.
Cuando el planeta negativo Sirio estaba en pleno desarrollo, un grupo de Lira decidió aventurarse al sistema de Sirio, Estos seres eligieron quedarse en ámbitos no físicos. Su orientación estaba polarizada hacia la idea del servicio a los demás. Estaban particularmente interesados en la sanación física de aquellos que sufrían. La combinación de sirios negativos (que negaron su sí mismo espiritual) y los sirios positivos, no físicos, de origen lirano (que entendieron que era su deber sanar a los que sufrían) creó una dinámica de tensión que resonó en todo el sistema sirio e incluso más allá. Así comenzó la saga. Los positivos comenzaron a bombardear a los negativos a niveles inconscientes y subconscientes con energía amorosa y sanadora. Debido a que los negativos estaban tan estrechamente dirigidos, esto les creó un malestar psicológico. Cuanto más se resistían los negativos, más energía sanadora mandaban los positivos. La fricción que se produjo debido a esta interacción fue muy incómoda para todas las conciencias arraigadas dentro del sistema de Sirio. Finalmente intervinieron los Ancianos de Sirio.
Se decidió trasladar de nuevo el conflicto a otro lugar Esta vez se iba a intentar lograr la integración desde una perspectiva un poco menos polarizada. Los Ancianos buscaron un hogar para este conflicto. No les llevó mucho tiempo descubrir las propiedades electromagnéticas del entorno llamado Orión. Es así como comenzó el mito de cómo Sirio, el astro Can, muestra el camino al Cazador - Orión.
Una vez eliminado el conflicto inicial del sistema de Sirio, la civilización física se quedó. Ellos se habían alejado tanto del espíritu, incluso hasta la muerte, después de la cual ocurría una reencarnación inmediata en el sistema, alejándoles de cualquier forma de existencia no física. Por ello, la mayoría de la sociedad negativa ni siquiera se percató de la existencia de un conflicto y, por tanto, no se dio cuenta de su acercamiento al sistema de Orión. Su sociedad seguía envuelta en la bruma del olvido. Aquellos que desearon una integración de los opuestos negativo/positivo, se iban ahora desde Lira/Vega a Orión en lugar de ir a Sirio. Algunas veces, poco frecuentes, un alma del mundo negativo de Sirio despertaba y avanzaba hacia la arena de Orión.
Desde la perspectiva positiva (no física) de Sirio, ahora se estaba en condiciones de influenciar directamente a los negativos que sufrían. Hubo muchos que alegremente se aventuraron a visitar Orión para llevar a cabo esa tarea. Otros prefirieron quedarse en el dominio de Sirio, concentrando sus habilidades sanadoras en otros objetivos. Otros seres positivos de Lira se unieron a la lucha de Orión. Así nació la historia galáctica.
Debido al deseo de los sirios positivos de facilitar una sanación física (su deseo de servir a lo físico en lugar de elegir una encarnación) se aliaron con las energías de Arcturus. Arcturus está encaminado hacia la idea de la sanación emocional. Juntos forman la matriz Sirio/Arcturus. Esa matriz ha ido encontrando su camino hacia casi cada planeta físico dentro de la Familia Galáctica en forma de energía holística, que representa la sanación del cuerpo, de la mente y del espíritu.
El planeta Tierra ha conocido la matriz Sirio/Arcturus de muchas maneras. Es una energía arquetípica que utiliza un individuo o una sociedad para con muchos propósitos. Esta energía arquetípica es maleable y puede ser plasmada en cualquier definición. Sea cual sea la forma, siempre estará al servicio de lo físico. La matriz Sirio/Arcturus recuerda a los fragmentos su conexión con el Todo y sus habilidades naturales de autosanación.
Aunque sólo se trata de un pequeño porcentaje, un grupo de sirios positivos decidió también encarnarse en lo físico. No obstante ellos rechazaron la forma humanoide por otra más representativa de su propia naturaleza. Esa forma es la forma de los cetáceos. Delfines y ballenas representan una traducción de la energía siria a un mundo físico y polarizado. En la simbología arquetípica, el agua representa el subconsciente. Los cetáceos están ahí, silenciosamente -en los océanos de la Tierra y en el mar del subconsciente de la humanidad. Ellos permanecen ahí para recordarnos el potencial que tiene la humanidad para la integración. De todas las energías que son parte de la Familia Galáctica inmediata, la energía de Sirio es la más utilizada en la Tierra. La palabra sirio significa «el que brilla» o «el que calienta», también llamada «Estrella Can» y «Estrella del Nilo». Tal vez porque sea la estrella más brillante y la segunda estrella más cercana visible desde la Tierra (su distancia es de 8,7 años luz), muchas culturas antiguas, pero sobre todo la egipcia, reconocieron la importancia de la energía de Sirio.
A veces, la conciencia de Sirio puede elegir densificar su frecuencia para que ésta sea visible para los humanos de la tercera densidad. Durante muchas dinastías egipcias era bastante común recibir una visita de un sirio bajo el disfraz de uno de sus dioses (como por ejemplo Isis, Osiris y Anubis). Estas «costumbres» facilitaban a los egipcios honrar su presencia y, a menudo, estas visitas evocaban memorias de tiempos muy antiguos, cuando los «dioses» caminaban abiertamente sobre la Tierra. Esos sirios proporcionaron a los egipcios (al igual que a muchas otras culturas terrestres) información muy avanzada sobre astronomía y medicina, Incluso hoy en día, los estudiosos de este tema se preguntan por el origen de esta información.
Al otro lado del globo, la cultura maya tuvo su propia relación con Sirio, Avanzadas prácticas médicas e información astronómica galáctica les fue impartida. Aun hoy en día los investigadores modernos no han sido capaces de descifrar dicha información. Su relación con Sirio era mucho más personal. Aquellos mayas fueron, por decirlo de alguna manera, turistas procedentes de los dominios de Sirio (encarnados aquí en la Tierra) que querían experimentar lo físico desde un sitio más ventajoso. Su relación con los sirios fue tan íntima que, de hecho, estos últimos compartieron con ellos la tecnología de la transmutación -convertir materia en energía/conciencia pura. Cuando hubieron aprendido sus lecciones, la raza maya desapareció (se transmutó), dejando detrás de sí una senda para que los humanos les pudieran seguir.
Esos sirios dejaron muchas cápsulas de tiempo y puzzles detrás de sí para las futuras generaciones. Uno de estos puzzles es el cráneo de cristal.
El cráneo de cristal podría representar la naturaleza infinita del hombre y de la conciencia. Reparando en sus profundidades, uno puede divisar el pasado y el futuro. Los humanos aún no han aprendido a traducir los datos y emociones que se disparan cuando uno observa fijamente su esfera. Puede que algún día los códigos contenidos dentro de ese cráneo originen chispas de memoria en la humanidad, tal como fue, probablemente, la intención de los sirios, tilos son el principal grupo que, disfrazado de muchas formas, ha dejado pistas sobre el pasado de la Tierra.
Es importante darse cuenta de que uno no debe referirse a los sirios como un grupo de extra terrestres, más bien se les debe entender como un grupo de conciencias expresándose a sí mismas tanto físicamente como en lo no físico. Ellos han sido una fuerza inspiradora para las civilizaciones en desarrollo en la Tierra. Tal como veremos más adelante, ellos son los caracteres principales en la creación de la especie humana de la Tierra.
Volviendo ahora al planeta negativo de Sirio, la Tierra tiene una traducción análoga de aquella filosofía. La práctica que se denomina «magia negra» o «arte negro» tiene sus raíces en la filosofía de los sirios negativos. En la cultura egipcia, la organizada devoción de las fuerzas negativas tuvo lugar en los templos de Set, donde existían también sacerdotes específicos dedicados a esas artes negras. Esta filosofía rechaza la idea de una nueva inserción en el tejido universal- Aquellos que practican esta filosofía se consideran únicos, separados de los demás y egocéntricos. La ilusión que han creado es la no aceptación de la responsabilidad de sus actos. Con frecuencia, les cuesta muchas lecciones y, a veces, muchas vidas para reconocer que sus actos y sus creencias crean la propia realidad de la cual intentan escapar.
Otra manifestación de la influencia de Sirio aquí en la Tierra, aunque desde una perspectiva ligeramente negativa, son los Illuminati. Los Illuminati son un grupo de extraterrestres físicos y no físicos encaminados negativamente (incluso hay algunos que están orientados positivamente) que vinieron a la Tierra como seres físicos durante la infusión de las dimensiones.(2)
Estos seres sintieron en un momento dado que no recibían el reconocimiento (o el poder) que pensaban merecer.(2) Muchas de estas tempranas conciencias, procedentes de fuera del planeta, que interactuaron con la humanidad habían permitido que sus energías y sus «historias» evolucionasen hasta convertirse en arquetipos, ayudando así a la Tierra.
Su ¡denudad es el control. Si no pueden controlar a otros, se sienten como si no existiesen... y les aterroriza la no existencia. Por este motivo han intentado interferir en el desarrollo de la Tierra desde el principio. Al igual que insectos molestos, son un estorbo, pero raramente causan problemas serios. Sólo se encontrarán individuos que no tienen ningún sentido de su propio poder en aquellas estructuras de poder de la Tierra que se basan en el miedo o la impotencia. Ellos no tienen ninguna influencia si uno no se lo permite. Al final, todo se resume en reconocer el propio poder.
La última representación concerniente a manifestaciones contemporáneas de la energía de Sirio tiene que ver con la aparición de extraterrestres tal como se explica en la literatura sobre ovnis. En la mayoría de los casos, las experiencias extra terrestres severa-mente negativas como la mutilación de ganado y los «Hombres de Negro», están conectadas con el grupo negativo de Sirio (y Orión) y, en realidad, generan más miedo que daños. Hay momentos que los sirios físicos (y los de Orión) pueden traspasar las capas de protección del sistema solar intentando provocar el caos. ¿Cuál es su motivación?
Al explorar antiguos textos súmenos que hacen referencia a la historia antigua y a la naturaleza de los conflictos entre los dioses, uno percibe claramente que la Tierra (en conjunto o en parte) estaba involucrada en las disputas territoriales con diversos grupos en diferentes épocas. Con frecuencia se ha planteado la pregunta de por qué los sirios estaban tan implicados en el desarrollo de la Tierra. Si realmente es cierto que Sirio es un grupo trinario de estrellas (tal como sugiere la tradición astronómica de los Dogon) ¿es posible que Sol (el sol de la Tierra) sea o fuese en algún momento la tercera estrella? Si fuera cierto, la Tierra podría haber sido parte de la disputa territorial entre los sirios desde el mismísimo comienzo. Esto explicaría por qué los sirios negativos consideran que es su derecho hacer lo que les plazca en la Tierra y por qué levantan un dedo acusador a otros extraterrestres que interfieren erróneamente en los asuntos internos de Sirio, creando, de este modo, muchas peleas históricas. Actualmente, el Sol sólo está unos 8,7 años luz del sistema Sirio y ha sido considerado por los astrónomos parte de nuestra familia estelar local
Muchos de los antiguos sirios eran bastante hábiles en el manejo de la ingeniería genética. Durante la infusión de la Tierra, los sirios físicos implantaron un código de ADN oculto en los primeros humanos. Cuando los seres de la Tierra, como raza, llegan a una determinada frecuencia vibratoria, este código se dispara. Ese código ayudará a aquellos que viven en la Tierra a recordar el pasado galáctico de la humanidad. Los sirios negativos contemporáneos han evitado estoicamente pasar a la cuarta densidad debido al miedo de la no existencia. Temen que sí la Tierra logra esta transición, ellos también tendrán que pasar y dejarán de existir Creen que si mantienen a la sociedad encerrada en el miedo, la Tierra no será capaz de conseguir este cambio. Como un todo, no pueden determinar el destino de la humanidad, ya que los habitantes terrestres tienen más poder de lo que sospechan los sirios negativos. No obstante, continuarán en esta tesitura. No conocen otra manera.
No importa si se trata de extraterrestres físicos o energías arquetípicas, la identidad de los sirios está entrelazada con la de la humanidad. Esta es rica en conocimiento y también en retos. Uno siempre debe recordar que Sirio es una tríada, y no hay que olvidar lo que esto representa - la integración de las polaridades - y ése es el destino de la Tierra.
(1). Algunos astrónomos como Van Der Bos y Finsen del Union Observatory especularon ya en 1920 que Sirio verdaderamente era un grupo lunario de estrellas. También lo hizo más recientemente, D. Lauterborn. No obstante aún no ha aportado ningún dato apto para confirmar dicha especulación.
(2). El grupo los Illuminati no sólo se compone de sirios. Otros colectivos, tales como los habitantes de Orión, forman parte de la estructura del grupo de los Illuminati.
(3). Estos seres representan únicamente un pequeño porcentaje de la conciencia de Sirio. Desde los Comienzos de la Tierra, el planeta ha desarrollado unas relaciones fuertes y positiva con los seres de Sirio, siendo éstos uno de los soportes mis importantes de la humanidad.
Extracto de: El Prisma De Lira.
Una Exploración De La Herencia Galáctica del Ser Humano.
por Lyssa Royal y Keith Priest.
PUBLICADO EN TRABAJADORES DE LA LUZ
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