Son los centros espirituales de luz, receptores de la Energía Universal, ubicados en el doble etéreo, regulan el flujo de energía hacia las diferentes partes de los cuerpos inferiores.
Contamos con chakras superiores que están fuera de nuestro cuerpo físico, pero hay siete chakras más grandes dentro de nuestro cuerpo que se corresponden con los siete rayos que recibimos los seres humanos desde el Aura de Dios. Además, tenemos cinco chakras más pequeños que se corresponden a los rayos secretos. En total tenemos ciento cuarenta y cuatro chakras, más los pequeños chakras nuevos que la Madre María nos ha dado, ubicados en distintas partes de la cabeza y de la cara, y uno que está entre el chakra de la garganta y el del corazón.
La cámara secreta del corazón corresponde al octavo rayo rosado.
Al morir los chakras se cierran y el alma se va a otro plano de la misma dimensión, si asciende y se convierte en espíritu, irá a una dimensión más elevada con una mayor conciencia y una más alta frecuencia vibratoria.
Hay una corriente ascendente y otra descendente, por eso el alma sube y baja por el doble etéreo.
Podemos elevar las energías descendentes, tomando energía de la Naturaleza por los pies y recostándonos con la cabeza hacia el suelo. Contraer los músculos, también ayuda a elevarlas. La energía se almacena en el quinto chakra llamado "plexo solar". Podemos llenar esta rueda de energía con nuestras manos mientras visualizamos una luz del color del rayo que necesitemos en su interior. Estas energías sutiles se manifiestan en señales endocrinas de las glándulas principales de secreción interna, descargando sus hormonas en la sangre por los canales energéticos. Las energías sutiles se dirigen hacia aquellos órganos de frecuencia similar.
Los chakras son ruedas, a través de las cuales van y vienen las energías divinas del ser, para integrar la conciencia a los planos de la conciencia divina.
Los chakras son vórtices metabolizadores de la energía, y actúan dentro del cuerpo etérico también conocido como doble etéreo, idéntico al físico porque está más cerca de él, es de color entre grisáceo y azul platino, es más grande que el Físico, lo sobrepasa como cuatro centímetros porque su cometido es el de absorber los rayos solares y distribuir la vitalidad por todo el Físico. No es difícil verlo. Está unido al cuerpo físico por el cordón de plata y tiene rasgos de nuestras vidas pasadas, del karma y de las influencias de los astros. Se le llama el Aura de Salud porque cuando la persona está sana es brillante y cuando está enferma luce opaca. Los chakras que están en este cuerpio actúan como trasmisores de los rayos en el plano físico, a través de las glándulas endocrinas que permiten el funcionamiento corporal, mental y emocional. Dependiendo del uso que le demos a nuestra energía, los chakras serán constructivos o discordantes. Los chakras son numerosos, pero existen siete chakras básicos interiores y cuatro exteriores.
La salida y la entrada de la energía a través de los siete chakras principales, señalan la integración del alma con el cuerpo causal o Yo Superior.
Hay una liberación contínua de anillos concéntrico de luz (como ruedasa sobre ruedas) desde todos los chakras. Esta liberación es posible cuando el individuo emplea conscientemente los chakras como centros distribuidores de la energía de la Presencia YO SOY que circula desde el corazón y pasa por los cuatro cuerpos inferiores (físico, mental, emocional y etérico).
Cuando el estudiante va adquiriendo control de la fuerza de vida (energía universal) a través de su ser, la entrada y salida de esta energía en los chakras va aumentando y el individuo tiene más vitalidad, hasta el momento de la transfiguración, donde los siete chakras junto con la cámara secundaria del corazón emiten simultáneamente los anillos de color de los siete rayos y el octavo rayo desde la base de la columna hasta la coronilla. Aunque el aura está rodeada de anillos que provienen del corazón, los rayos de colores que el aura tiene dentro emiten anillos concéntricos desde cada uno de los otros chakras. Estos están en concordancia con los pétalos y con las frecuencias de color que se han asignado a cada uno de los chakras.
PRIMER CHAKRA.
Localización: Base de la espina dorsal, entre el ano y los genitales.
Elemento: Tierra.
Yantra: Loto amarillo de cuatro pétalos. Mantra: LAM.
Función: Controla las glándulas suprarrenales, el intestino, la columna vertebral, los cabellos y las uñas, los órganos sexuales, y el tejido cromofino de la espina dorsal que contiene una sustancia que mantiene el cuerpo en forma.
Este centro de conciencia es la morada del Kundalini o energía sexual, de la más intensa energía vital y tiene forma de serpiente enroscada. Varía entre blanco y rojo; según sea la pureza de la persona.
Simboliza la emanación de los cuatro elementos (tierra, agua, fuego, aire), en los que el espíritu vivifica la materia y se ancla en ella. A través de este chakra, el ser humano debe abordar la búsqueda de la seguridad y el equilibrio entre la materia y el espíritu.
Si este chakra funciona bien y está integrado, tendremos un sistema inmunológico sano y mucha energía. Se enciende con la corriente espiritual; mucha actividad sexual lo drena demasiado e impide la elevación espiritual. Es el chakra de las sensaciones y la supervivencia.
El rayo blanco trabaja en este chakra. Blanco es el color de la Ascensión, de la pureza de los ángeles y del fuego blanco con el que son creadas las Llamas Gemelas. La conciencia atraviesa el chakra base y luego vuelve a ascender. La voluntad, la conducta pacífica,la buena apariencia del aspecto físico, la seguridad y la fortaleza interior son experiencias relacionadas con este chakra.
Para alcanzar el logra de mayor entrada y salida del flujo de energía a través de los chakras, hay que estar consciente de que los siete chakras principales además de centros de energía son centros de conciencia y que en cada uno de ellos tenemos una lección que aprender. Maestro Kuthumi.
SEGUNDO CHAKRA
Localización: Entre la quinta vértebra lumbar y el hueso sacro, estre chakra rodea los órganos reproductores.
Elemento: Agua.
Yantra: Loto blanco de seis pétalos.
Mantra: VAM. Función: Ejerce influencia sobre todo aquello que es líquido: regula la digestión, el sistema urinario, la vejiga y la uretra, influye en la esfera sexual y controla los órganos sexuales. Este chakra es la expresión del símbolo del yin y el yang, y las polaridades inversas. Regula las sensaciones y a la procreación. Es el centro de la creatividad. Interviene en los procesos internos de armonización que se manifiestan en una correcta valoración de si mismo. juega un papel importante en las emociones, en la necesidad de estabilidad y en la supervivencia. Cuando la persona sufre alguna enfermedad este chakra se bloquea.
Para mantenerlo sano hay que vivir con el amor incondicional que emana nuestra Divina Presencia YO SOY, a fin de tener sentimientos elevados. También es importante el autocontrol emocional.
Pedro fue el discípulo que se acercó a Jesús para aprender el control del flujo de energía. Para lograrlo se le pidió que dominara el miedo, la duda, el cuestionamiento y la curiosidad de la mente carnal, emociones que proceden del sentimiento de separación de Dios que tiene el ego.
En este chakra se trabaja con el rayo rosado y el rayo oro-rubí. Su color es violeta. En este chakra que también es sede del alma. Con la llama violeta de la trasmutación para trasmutar en todos los chakras el mal uso que hacemos de la energía.
El Yo Divino, nuestro séptimo cuerpo, para poder expresarse a sí mismo debe de fragmentarse, ya que si sus vibraciones nos llegarán directamente al cuerpo físico, nos electrocutaríamos. En la dimensión donde habita este cuerpo, no hay conciencia de separación, se percibe el infinito con inmensos espacios y enormes formaciones de luz, el sonido se escucha como u murmullo palpitante y se siente paz. Es conocido como la Amada Presencia Yo Soy. El Samadhi sin semilla porque no existe perspectiva desde donde observar la realidad. Tiene forma cilíndrica y envuelve a los restantes seis cuerpos de luz. Su sustancia refinada se observa en el aura como hilos de luz de color plata y oro. Experimentamos este séptimo cuerpo electrónico; cuando meditamos y en la Iluminación.
Según Kuthumi, es un requisito para que el estudiante logre la iniciación de la conciencia búdica que vaya alcanzando el dominio de cada uno de los siete chakras principales para que se cumpla LA LEY DE LOS SIETE CHAKRAS en cada uno de los planos de la conciencia divina. Primero; debemos dominar el chakra del corazón equilibrando la LLama Triple (AMOR, SABIDURÍA Y VOLUNTAD) aprender a controlar las emociones y a elevar los sentimientos y luego trasmitir ese poder a los otros chakras. Segundo; debemos controlar el de la garganta o quinto chakra con el dominio de la palabra hablada y los decretos.
TERCER CHAKRA:
Localización: Entre el plexo solar (donde se ha descubierto que existen células cerebrales) y la zona umbilical.
Elemento: Fuego.
Yantra: Loto rojo y naranja de diez pétalos.
Mantra: RAM.
Función: Beneficia el sistema digestivo. Actúa especialmente sobre el páncreas, el hígado y el estómago.
Es el centro del autocontrol, desde donde podemos controlar el cuerpo emocional.
Desde el plexo solar asimilamos las nuevas experiencias que serán útiles en nuestra evolución futura. De este centro salen las ideas y los conceptos nuevos.
En el chakra del plexo solar se trabaja con el rayo violeta de la trasmutación que promueve la alquimia interior para transformar nuestras partes más densas en menos densas, así estaremos listos para cambiar de plano cuando llegue el momento. Violeta es el color de maestría sobre el plano físico. Este centro facilita la fusión con el Yo Superior y nos da sentido de previsión. Influye en la memoria etérica y en el subconsciente. Para mantenerlo sano hay que experiementar la seguridad y evitar las relaciones donde haya lucha de poder. Para expandir su actividad hay que tener hábitos saludables. En este centro se trabaja con el rayo oro-rubí que es de color naranja y este tercer chakra es de color morado salpicado de oro. El tercer chakra está conectado principalmente con el cuerpo etérico. Maestro Kuthumi.
Sananda nos ha enseñado que en el momento de la fecundación del ser humano, grandes fuerzas entran en movimiento, iniciándose la creación del cuerpo físico, nueva sede de la conciencia humana en el plano tridimensional.
La conciencia humana durante el periodo de gestación permanece en los planos superiores, comparte el cuerpo de su madre y llega al mundo manteniendo de sí mismo los recuerdos de sus existencias anteriores. Sin embargo, dado que los vehículos que (el alma) maneja en el mundo espiritual, son únicamente el astral y los correspondientes superiores, es normal que al momento de la encarnación, esos recuerdos queden archivados en ciertas regiones de su vehículo astral, donde el fluir energético no es lo suficientemente puro como para que pueda pasar a través del vehículo etérico que se encuentra en formación y del cuerpo físico.
Una vez que el niño ha visto la luz y sus pulmones empiezan a aspirar el aire de la tierra, inmediatamente la nueva sustancia penetra en él y empieza a conformar su cuerpo astral que lo acompańará a lo largo de su vida. Este cuerpo astral viene a modificar y de hecho, a fundirse al vehículo astral que portaba en los momentos previos al nacimiento; mientras que el uno guarda los recuerdos de sus existencias anteriores, la nueva sustancia que ingresa en su cuerpo, provocará que se forme una pequeńa capa energética densa alrededor de ese vehículo, lo cual dificultará aún más las comunicaciones entre la conciencia humana, que en estos momentos, aún no se ha desarrollado y la conciencia astral que se encuentra perfectamente desarrollada y que, en estas etapas de la vida, constituye la morada de la conciencia del ser.
El cuerpo etérico se termina de desarrollar a los catorce años. Estos son los años de desarrollo emocional del individuo. El doble etéreo, de la cintura para abajo, se llama cinturón etérico y contiene la información personal de nuestras acciones que es guardada en nuestros registros etéricos. También contiene el molde del cuerpo de Luz, las energías astrológicas y los chakras internos y externos. Este cuerpo es un instrumento para aprender la maestría, ya que es un puente entre las energías vibratorias superiores e inferiores. En el cuerpo etérico están contenidas las memorias de todos los hechos pasados, pensamientos y sentimientos durante encarnaciones anteriores. A la acumulación de estos registros de le llama “el alma”. Por consiguiente, el cuerpo etérico es la envoltura del alma. Cuando un individuo no está encarnado, vive en su cuerpo etérico y tiene la conciencia del alma. Las experiencias discordantes han causado heridas o rasgaduras en el cuerpo etérico, las cuales se curan y arreglan de manera natural. Pero las cicatrices permanecen, y bajo ciertas circunstancias o durante experiencias similares, vuelve a abrirse una incisión y se manifiesta en enfermedad, angustia o inarmonía. No cabe la menor duda de que un sentimiento profundo forma un registro en el cuerpo etérico. Este cuerpo es el que más íntimamente está conectado con el físico y con él viajamos mientras dormimos. De manera que cuanto más purificado esté dicho cuerpo etérico, y más sensible sea a la Divinidad, tanto más podrá recordar la Verdad y las experiencias felices que toman lugar en los Niveles Internos, para conocer la alegría de estar en la presencia de Seres Divinos y traer esa asociación de vuelta al mundo de la forma.
El cuerpo emocional responde rápidamente a los estímulos, convierte los sentimientos en acciones, atrayendo la sustancia necesaria para que se manifiesten∙ Además no está limitado ni al tiempo ni al espacio. Los sensores de las emociones y los sentimientos tienen largo alcance. Cuando entramos en la madurez, experimentamos emociones más intensas. Entre los catorce y los veintiún años, se termina el desarrollo del cuerpo emocional.
Para mantenerse en emociones armónicas es bueno conectarse con Gaia la Madre tierra desde el chakra de la estrella de la tierra que está debajo de nuestros pies, enviamos amor al corazón de la Tierra, y luego nos cargamos con su energía y la elevamos en sentido contrario de las agujas del reloj hasta el chakra corazón. Ayuda; caminar descalzos sobre la grama, bañarse en el mar, tomar Sol, conectarse con los árboles o con cualquier energía de la Madre Naturaleza.
El Cuerpo Físico es el depósito de las sustancias de todos los demás cuerpos y un conglomerado de la materia planetaria, trasmite las energías de los rayos a través de los cilindros del Sistema Endocrino y su asiento es la base de la Espina Dorsal. Es el último cuerpo que se forma. Esta sujeto al tiempo y al espacio tridimensional. Se compone de dos partes muy marcadas. La parte densa formada por sólidos, líquidos y gases, y la parte que no vemos, formada por cuatro tipos de materia muy fina del cuarto éter.
CUARTO CHAKRA.
Localización: Región dorsal vertical al nivel del corazón.
Elemento: Aire.
Yantra: Loto gris de doce pétalos.
Mantra: YAM.
Función: Controla el corazón, el nervio vago, la glándula del timo (que se encarga del sistema inmunológico) y el sistema respiratorio.
Este chakra sirve de nexo entre los chakras inferiores y los superiores. Establece un vínculo activo entre el alma y el corazón, incentiva la capacidad afectiva para expresar lo que se siente. Estimula el conocimiento y el uso del propio poder, canalizando la energía para superar traumas emocionales.
Si este chakra está armónico, se irradia alegría, bondad, calor humano, e incluso capacidad de curación a través de la imposición de las manos. En este chakra se trabaja con el rayo rosado que representa el Amor y la actividad del Espíritu Santo que es la energía de la Madre Divina.
Este rayo proporciona la sustancia primaria para toda actividad. Si queremos que este chakra funcione bien, debemos practicar el amor por uno mismo y por lo externo. En este chakra trabajamos con el cuerpo electrónico o Yo Divino y con la chispa divina.
Este es el chakra del discernimiento y de la trascendencia. En este nivel sentimos el sustento espiritual y la vitalidad del rayo verde con él que las emociones se convierten en empatía, afecto y comprensión. La conciencia ha sobrepasado el egoísmo del segundo chakra y la ambición del tercero, reuniendo a las fuerzas de los chakras superiores con las fuerzas de los inferiores.
Entrar en el jardín del corazón es introducirse en una camara que está en la mente de Dios que puede llegar a ser el Reino de Dios dentro de ustedes a través de la meditación y las visualizaciones. El chakra del corazón es de doce pétalos, de color morado salpicado en oro y su camara secundaria es de ocho pétalos y es de color rosado. ESTE CHAKRA COMO CENTRO DE CONCIENCIA ADEMÁSA DE SABIDURÍA Y VOLUNTAD, NOS PROPORCIONA AMOR Y EL AMOR ES UNA ENERGÍA QUE SE BASTA A SI MISMA Y NO NECESITA DE NADA MAS.
QUINTO CHAKRA.
Localización: En la laringe, al nivel de la garganta, en el lugar en el que la médula espinal se convierte en el bulbo raquídeo.
Elemento: Éter.
Yantra: Loto blanco-dorado de dieciséis pétalos. Su símbolo es el éter.
Mantra: HAM.
Función: Influye sobre la tiroides, los pulmones y los bronquios.
Armoniza el lenguaje, el pensamiento y los sentimientos. Es el punto de reunión de los tres chakras superiores. Transmuta las limitaciones y se relaciona con nuestro Yo Superior porque estimula la comunicación y la expresión con seres que están en otras dimensiones Favorece la búsqueda de la verdad.
Es el lugar donde la energía que procede de los chakras inferiores se sutiliza aún más para abordar los chakras superiores.
En este chakra se trabaja con el rayo azul que nos trae el poder, la voluntad, la protección y la abundancia. Se usa para eliminar sustancias negativas∙ Su fuerza curativa y rejuvenecedora, proviente del Yo Superior.
Es el chakra utilizado en las prácticas alquimistas, las invocaciones, la telepatía, la clariaudiencia, los mantras, los mudras y los decretos. Los poderes superiores del ser humano se desarrollan en la base del craneo.
Su color es el azul. Cuando este centro está activado la voz adquiere tonos melodiosos. Sus niveles vibratorios son muy altos porque está conectado directamente al cuerpo causal o Yo Superior.
A través de este centro se curan: la anemia, el vértigo, la fatiga y los procesos de oxidación del metabolismo.
El cuerpo mental superior es de forma circular, tiene una inteligencia capaz de enfrentar todos los niveles de la realidad∙ Nos permite tener contacto con los maestros espirituales que están en otras dimensiones y alcanzar momentos de inspiración y creatividad. Sirve de puente entre los cuerpos inferiores y los superiores. Sus atributos son la fortaleza y la certeza intuitiva. En el cuerpo mental superior, se van desarrollando al mismo tiempo; el pensamiento, la razón y el intelecto. La ley no considera responsable de sus acciones a un niño menor de siete años, porque aún no ha desarrollado completamente su cuerpo mental, por lo tanto no podemos considerarle responsable aún de sus actos. Aunque un niño cometa un delito, se supone que lo ha cometido por alguien lo ha obligado.
El Yo Superior o cuerpo causal es un puente entre nuestro ser cósmico y nuestro ser personal, reside en la séptima dimensión que es la región de los Registros Akásicos y del cuerpo etérico. Tiene forma de huevo y su luz alrededor del aura es de color pastel.
Este cuerpo es el nivel emocional del plano espiritual, el samadhi con semilla, con un punto central desde donde se percibe la realidad.
SEXTO CHAKRA:
Localización: Glándula pineal, entre las cejas (Tercer Ojo). Elemento: Todos los anteriores, purificados.
Yantra: Loto de «color de luna» con noventa y seis pétalos.
Símbolo del Yoni (órgano sexual femenino) Es el punto en el que todos los poderes se unen en una unidad suprema.
Mantra: OM.
Función: Fortalece la vista, los oidos, la nariz, el sistema nervioso, las glándulas endocrinas y la gándula pituitaria del cerebro izquierdo.
Es el centro de la visión interior y la percepción extrasensorial. Incentiva la devoción espiritual y la armonía de la mente. Manifiesta una visión positiva de las cosas y nos permite acceder a la armonía del Universo. Está relacionado con las actividades intelectuales y del aprendizaje. Su equilibrio ayuda en el conocimiento y en la dualidad.
Es la base del rayo verde; de las precipitaciones, de las curaciones y de las ciencias. Gobierna el cuerpo mental inferior. Promueve la visión interior y la manifestación de las ideas divinas porque es el chakra del cuerpo mental superior. Dirige la clarividencia y la intuición.
Su color es el verde.
El Yo superior funciona cuando la persona ha dominado el chakra del corazón, el de la garganta y del tercer ojo, entonces el individuo ingresa en los reinos de la causalidad. Evitar las lecciones de este centro nos lleva a la introspección. Aquí se almacena la memoria de vidas pasadas que está en el cuerpo etérico. Este chakra de la visión omnividente de Dios, se sana con el azul. Su asiento está delante de la frente.
Cuando elevamos las energías del chakra de la base del alma y las de la conciencia al plano del tercer ojo, estamos dominando la llama violeta de la trasmutación, la llama verde de la precipitación y el elemento aire del plano mental. Cuando converge el equilibrio del Amor y la Sabiduría, nos convertimos en alquimistas del Espíritu en los planos de la materia.
Según las enseñanzas de Kuthumi. La visión con un sólo ojo, es la convergencia de la estrella de seis puntas de la conciencia crística en el tercer ojo. Entonces estamos conscientes de la vida en las cuatro octavas y la consagramos al Espíritu Santo que es la energía de la Madre. Si tenemos los campos energéticos de las doce virtudes o los doce atributos divinos (sabiduría, armonía, gratitud, justicia, amor, poder, maestría, control, percepción divina, obediencia, visión y victoria) todo nuestro ser y nuestros cuatro elementos estarán llenos de luz.
Con el ojo del alma estamos interpolando patrones de causalidad, ángeles de perfección y bloques de construcción de la creación que está detrás de toda experiencia en los planos de la materia.
Con el tercer ojo te sintonizas a lo que en realidad debe de ser y no a lo que está ocurriendo en las condiciones del presente. Ves el concepto puro a través de una visión más elevada de la conciencia y si tienes autodisciplina puedes llegar a ver tu propia merkaba o ciudad cuadrangular. La ley de la vida es la perfección. El ser humano debe visualizar y sentir perfección para ser perfección.
SÉPTIMO CHAKRA:
Localización: Centro del cráneo a cuatro metros de la cabeza, sobre la fontanela. Esta situado fuera del cuerpo, en el punto en el que la línea del eje sobrepasa el cráneo.
Yantra: Flor de loto «color de diamante» con mil pétalos en el que se inscribe una rueda con «mil radios».
Mantra: OM.
Función: La personalidad le da el mando al Yo Divino y acentúa todas las facultades humanas. Simboliza lo Absoluto. Está muy unido al octavo chakra la estrella del alma que es de color tuequesa y al noveno que es un pequeño merkabah de color dorado. Con la ayuda del Maestro Kuthumi, podemos activar el noveno chakra.
Toma un color amarillo brillante de gran belleza, cuando la evolución del sujeto es muy alta. Una vez desbloqueado, es una abertura invisible que puede recibir la voluntad divina, la luz sagrada y el prana Se relaciona con ser parte de TODO LO QUE ES, con el sentido de participación en la unidad de la vida, con la integración, el humor, la percepción, el entendimiento, la reflexión, la voluntad y el razonamiento. Estimula la búsqueda de la sabiduría y la sed de conocimiento para trascender hacia niveles superiores. Nos otorga la sensación de equilibrio y de paz. Este chakra nos proporciona satisfacción con nosotros mismos y con los demás. Este centro trabaja con la energía pura y de altas vibraciones, desde la Presencia de Dios individualizada.
Su color es el amarillo, dorado y morado.
Según la enseñanzas de Kuthumi, cuando elevamos la energía del fuego blanco de la Madre desde el chakra de la base de la columna hasta el chakra de la coronilla, para unirlas con las energías del Padre, aumentamos la luz de nuestra aura y adquirimos la conciencia del Cristo.
Todos los que se esfuerzan para alcanzar esta unión y practican el ritual de la ofrenda de sus energías delante del altar del corazón, aumentarán el aura a su máximo potencial, hasta que el aura misma concentrando el magneto del Gran Sol Central, atraiga y absorba la esencia viva y palpitante del Espíritu Santo, y el hombre y la mujer anden por la Tierra colmados de la Presencia de nuestro Dios.
Las tres llamas del corazón representan los tres poderes creativos del Universo. La Llama Rosada es el Amor, la Llama Azul es la Voluntad y la Llama Amarilla es la Sabiduría.
Al expresar estas cualidades en tu vida, tú estás alcanzando la perfección. Entonces, cuando desees contactar a Dios, sólo debes saber que Dios y Tú son Luz. Pensar en la Luz significa poner toda tu atención en un estado vibratorio que le ordena a cada célula de tu ser, igualar la vibración de la Luz, transformando todos tus cuerpos en Luz y para ello debes dirigir tu atención a ese centro de luz que es tu corazón.
Al sentir al Único Radiante en tu corazón, la conciencia de separación desaparece. Si integras tu conciencia a la Luz, desde allí, puedes invocar a los Seres Cósmicos como, a los Arcángeles, a tu Maestro o Guía Interior y a los Maestros Ascendidos.
Si mezclamos las energías de la Conciencia Universal con las del chakra del corazón podemos sanar nuestro cuerpo, expandiendo la Llama Triple y potenciando la energía que sale de las palmas de las manos manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario