Después de las dos poderosas lunaciones del Weesak (28-abril en Tauro y 27 de Mayo en Géminis, con la conjunción por medio del día 17 de mayo entre nuestro sol y Alcyone, la estrella central de las Pléyades) entramos de lleno en la poderosa energía ascensional del verano, que se plasma con el Solsticio del día 21 de junio y el gran portal interdimensional que se abre a continuación con la Luna llena del 26 de junio con eclipse de Luna, la conjunción de nuestro Sol con Sirio el día 5 de julio y la Luna nueva del 11 de julio con eclipse de Sol.
Este pasillo de comunicación interdimensional que se produce en los meses donde el Sistema Solar se sumerge más profundamente en el cinturón de luz (banda o cinturón de fotones) de la Galaxia, elevará mucho más la vibración de la Tierra incidiendo sobre el despertar de muchas más almas todavía dormidas en la Tierra, que verán despertar súbitamente sus capacidades de conexión interdimensional y con su Ser Espiritual.
Esto también traerá lógicamente una mayor polarización de la energía en la Tierra, entre las conciencias despiertas y el viejo mundo de la conciencia dormida del ego. Esta polarización alcanzará su nivel de máxima tensión en la Luna nueva del 10 de agosto (03:09h GMT), donde Plutón, el planeta de la muerte y la transformación, en el signo de Capricornio (signo de tierra, el signo de las normas y las estructuras), se situará en una gran cuadratura con los principales planetas (Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno-sextil) clamando por la destrucción de los viejos sistemas y patrones y la apertura a lo nuevo. La presencia de Urano (energía impulsiva y disolutoria) en Aries (signo de fuego regido por Marte, el dios de la acción) desde el 28 de mayo, ayudan a conformar el impulso revolucionario del cambio sin paliativos. Toda esta energía se recogerá el día 17 de agosto con la conmemoración del Aniversario de la Gran Convergencia Armónica de 1987, que inició el gran cambio planetario que está viviendo de lleno la Tierra y la humanidad en estos momentos.
La energía del momento actual corresponde a la energía del tiempo final. Toda la tremenda convulsión político-social-económica que envuelve ahora a la Tierra entera no si no un reflejo de este tiempo final de despertar. El plazo se termina. El tiempo para ver, para sanar, para revisar el pasado, se acaba. Las viejas formas de la "nueva era" enfocadas en la sanación repetida una y otra vez son ahora algo del pasado. La energía del Cristo (la Kundalini-Shakti) viene, la Diosa desciende a la Tierra. Se exige ahora a los trabajadores de la luz una decisión sin paliativos: dejar atrás las viejas formas para asumir totalmente el poder del Cristo desde la completa entrega del corazón.
Es un momento de separación de la paja del grano donde cada cual debe tomar una decisión final: continuar del lado del ego, con sus visiones limitantes, con sus programaciones de la mente pensante-emocional del pasado, o entregarse a Eso que despierta en la Tierra y que se encuentra más allá de nuestros análisis racionales a los que tan aficionados somos. Lo que viene y está aquí, hará saltar todos los grilletes de lo que hemos llamado la mente racional que descubrimos que no era otra cosa que la mente limitada y programada del ser humano esclavizado a la matrix de su propia creación.
Una matrix que ahora se derrumba estrepitosamente y nos permite declarar nuestra libertad como seres despiertos conectados al Espíritu y a la inteligencia y a la mente del universo.
Son momentos estelares de la humanidad que exigen a las conciencias despiertas o en vías de despertar una congruencia y un compromiso mayor con el Espíritu y con la mente-corazón para dejar atrás ya las viejas separaciones y temores de la mente del ego, polarizada en el hemisferio izquierdo masculino que sólo ve competencia, lucha, separación, análisis, dominio y control.
La mente global o mente holística holográfica es una mente donde ambas polaridades (masculina-femenina, hemisferio izquierdo-hemisferio derecho) se unen en una sola visión del Espíritu Uno, plasmada a través de esa activación de la glándula pineal, que junto con la pituitaria, realizan el puente de unión, que a través de la activación del chakra de la frente (tercer ojo) y del chakra del corazón, nos lleva a un nuevo ser humano ascendido en la Nueva Tierra.
El camino es ya lo femenino, como apertura al corazón y a las facultades del hemisferio derecho, y que corresponde a los nuevos valores de unidad y de compasión de la nueva era de fotones o Era de Acuario.
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