NAMASTÉ



"Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno."


Un día me levanté y ví que algo había cambiado a mi alrededor, en mi. Me inundaba una serena sensación de Paz y Amor por todo lo creado. Una simple florecilla me parecía entonces lo más hermoso y más grande en su perfección. La sonrisa de un niño, las lágrimas de un anciano... Mirarme a mi misma en el espejo... El mundo en sí parecía tener colores de recién pintado.

Al principio, yo no entendía a que podía deberse aquel cambio que sólo yo parecía ver. Nadie a mi alrededor parecía ser consciente de que todo a su lado brillaba de otra manera excepto yo. Llegue incluso a pensar si no estaría volviéndome loca, pero no. Simplemente había tomado conciencia de quien soy.

Poco a poco, al principio con paso inseguro y un tanto sola, fui iniciando mi camino. Buscaba a ciegas información en los sitios mas insospechados. Era como si una voz interior me guiase. (No puedo dejar de sonreír ante este comentario: "una voz interior".) Lejos estaba entonces de saber que era precisamente eso lo que me impulsaba a seguir.

Pronto comencé a conocer a gente que se encontraban en mi misma situación. Pronto comenzaron a aparecer en mi vida personas, Almas de Luz, que me fueron guiando, ayudando, consolando cuando tropezaba y caía y empujándome cuando parecía que iba a desistir en mi labor.

Comprendí que significaba haber DESPERTADO. Comprendí la tarea que tenía por delante para llevar a buen puerto la misión que se me encomendó. Aprendí lo ya sabido de nuevo, como si fuera de nuevo un bebe recién nacido. Viaje en mis sueños a las ciudades de sanación.

Ahora sé que soy Amor porque provengo del AMOR del PADRE y que como tal, estoy para difundir ese mismo Amor por todo lo que ÉL creó. Que mi meta está en ir evolucionando hacía la perfección y en ayudar a aquellos de nuestros hermanos que comiencen su caminar como un día fui ayudada yo.


*********


Por todo esto puedo y debo deciros:


Yo soy Drisana, la hija del Sol.


Ese es el significado de mi nombre, al menos el nombre más antiguo que recuerdo haber tenido en esta dimensión desde la primera vez que encarne en mi amada Lemuria.


En este aquí y ahora he vuelto de renacer, he despertado a la verdad y he recordado. Me he reconocido en cada un@ de mis herman@s. He reaprendido a amar al Padre-Madre y a toda su Sagrada y Divina Creación.


Y he sentido el llamado ancestral que anclado en lo más profundo de mi Esencia, me empuja a ayudar e iluminar desde la humildad de mi Ser y como persona humana, al resto de mis herman@s que ya están despertando.


Es tiempo de volver a Ser aquello que tan profundamente duerme dentro de nosotr@s. Tiempo de abrir los ojos del Alma, de avivar la llama imperecedera del AMOR Incondicional que se guarda en la cámara mas secreta de nuestros corazones. Tiempo de reconocer nuestra parte Divina. Tiempo de entender que como parte de la más Pura Luz del PADRE, tenemos un trabajo que hacer, una misión que cumplir.


Es tiempo de regresar al Hogar.


¡Despertar!


Llegó la hora de volver a ser Unidad con el UNO y de brillar con su Infinita Luz.


Desde la LUZ y con el AMOR más puro y profundo, os pido que repitáis conmigo:


YO SOY el/la que YO SOY y como tal me manifiesto en la Serena Paz, la Pura Luz y el Infinito Amor Incondicional del PADRE-MADRE.


YO SOY el/la que YO SOY



Que la LUZ del PADRE ilumine siempre nuestros corazones y junto con sus Ángeles y Arcángeles, seamos dignos y capaces de llegar al mismo centro de SU corazón,


La Paz y el Amor con nosotros.


Drisana

miércoles, 31 de mayo de 2017

MEDITACIÓN VIPASSANA


MEDITACIÓN VIPASSANA
El arte de observar tus sensaciones


La meditación vipassana es una de las meditaciones clásicas. Se enseñanaba en la India hace más de 2500 años y su significado y propósito es “Ver las cosas como son” (no como nos gustaría que fuesen) Se dice de esta técnica que fue con la que Buda se iluminó, aunque si preguntas a otras corrientes budistas, probablemente te digan lo contrario.

A mi  particularmente me gusta, porque va muy en la línea del mindfulness; es decir se puede practicar sin ceñirte a una creencia determinada, la experiencia la generas tú que cuanto menos y con disciplina estarás generando un hábito saludable para tu  mente, que es la que nos suele crear tensiones y sufrimiento.

Esta meditación consta de varias etapas y encontrarás que en muchas escuelas te proponen realizar cada una de ellas durante un número de sesiones y días muy definido. Se suele recomendar hacerlo durante un mes antes de pasar a la siguiente fase, sobre todo si no has practicado nunca meditación. El tema es que practiques, porque lo principal es que observes las sensaciones que van surgiendo de tu cuerpo y también de tu mente y emociones, como si fueras un espectador.

Postura: Cómoda con la espalda recta, puedes estar sentado en una silla o en posición de loto. Evita hacerlo tumbado para no quedarte dormido /a, pero mejor esto que nada…Si tienes sopor, entre abre un poco los ojos

1- Práctica Primera: Observa tu respiración, cómo entra el aire y cómo se mueven todos los músculos que intervienen. No intentes controlar nada, poco a poco todo se irá asentando y si te vienen pensamientos, vuelve a centrarte en la respiración sin generar ningún juicio. Si puedes haz treinta minutos y una vez termines no pases de inmediato a la actividad.

Los tiempos que doy son de referencia. Lo dicho, si no puedes hacer tanto ves haciendo lo que puedas

2- Práctica Segunda:

Realizamos la primera práctica

Observa las sensaciones externas de todo tu cuerpo, a nivel de piel. Empieza sintiendo cada miembro y realiza un recorrido de abajo a arriba. y de arriba a abajo. Sé consciente de lo que sientes.
3- Práctica Tercera:

Realiza la práctica uno y dos.

Ahora realiza el mismo recorrido de antes, pero centrándote en las sensaciones internas, más profundas en tu cuerpo
4- Práctica Cuarta:

Repetimos los tres primeros pasos.

Observa tu mente y cada pensamiento que llegue, observándolo en la distancia, como si fuera una hoja seca que arrastra el viento, tú sólo eres espectador de la escena.
Si conseguimos poner distancia y separarnos de nuestras sensaciones, estaremos dando pasos firmes para eliminar bloqueos físicos, psíquicos o emocionales y con ello enfrentaremos mejor los problemas, ganando en felicidad.

¡DaJul!

La entrada Meditación vipassana aparece primero en Recursos para Superarte.

Fuente: este post proviene de webpositiva.es, donde puedes consultar el contenido original.

PRACTICANDO LA PRESENCIA


PRACTICANDO LA PRESENCIA

Es en la sociedad de la información en la que estamos inmersos, que el estrés está causando problemas de manera generalizada. Un estrés que nunca antes ha sido conocido por el Ser Humano, desde nuestros abuelos hacia atrás.

Es a través de la aceptación de las necesidades y deseos que tiran de nosotros desde afuera, que aceptamos por presión social o por cualquier otro motivo, que gastamos energías y recursos en movernos sin progreso. En gran medida, es la aceptación de las necesidades sociales, lo que nos lleva a perder la conexión con lo que verdaderamente queremos y nos hace felices en nuestras vidas.

Es cada vez más común observar en las personas el deseo de desconectar,  de apartarse del mundo del trabajo estresante de forma permanente. Una pregunta muy común en este caso, y que suele frenar a las personas a dar el paso que creen que deberían dar, es: ¿y de qué viviré?.

Estamos mejor preparados que nunca para impulsar un sistema sin futuro. Sin embargo, el paso que tenemos por delante se está construyendo a partir de la confianza en el presente y en las propias capacidades para vivir la vida. Ciertamente, a nadie se le impide crear e impulsar cualquier otro paradigma de convivencia y desarrollo social. Como siempre, la realidad creativa se impulsa a través de la acción, el pensamiento y el sentimiento. Es trabajo de cada uno volver a su origen.

Es cuestión de que cada uno/a se escuche, y encuentre la mejor manera de hacer que emerja en el mundo lo que desea, mientras en el rato a rato siente el palpitar de su alma.

Meditación:

– En primer lugar, tomamos aliento y respiramos profundamente dos o tres veces, hasta que tomemos conciencia de la respiración.

– Una vez ahí, entornamos los ojos, de manera que tengamos perspectiva del entorno (la sala), a través de la parte baja de los ojos. Esto nos va a servir para estar presentes y no volarnos.

– Así, meditamos tomando conciencia de nuestra respiración, de manera que con cada respiración, nos hagamos cada vez más presentes en la sala. percibiendo más nítidamente los sonidos que nos llegan, la poca luz que vemos a través de nuestros ojos entornados, los cambios en el aire a través de la piel, los olores, etc. Con cada respiración nos vamos sintiendo (y haciendo) cada vez más y más presentes. Nos damos cuenta de nuestra posición en la sala, nos damos cuenta del espacio que existe en la sala… sin perder la presencia de la respiración y de nuestro interior.

– A partir de ahí, cada vez que venga un pensamiento, vamos a intentar darnos cuenta que somos nosotros quienes lo pensamos, y que se trata de un pensamiento que hacemos. Que el pensamiento es nuestra creación. Que dándonos cuenta del presente, este pierde fuerza y tiende a disolverse.

Gracias a esta meditación y con la práctica, podríamos llegar a experiencias místicas, donde podemos comprobar como todo esta dentro de nosotros,  “Somos el universo”.


Fuente: Meditarte y Shurya

martes, 30 de mayo de 2017

AMAR A TU NIÑO INTERIOR… por Louise L. Hay


AMAR A TU NIÑO INTERIOR…
por Louise L. Hay

Si no puedes intimar con otras personas, es porque no sabes cómo intimar con tu propio niño interior. El pequeño que hay dentro de ti está dolido y asustado. Ayuda y acompaña a tu niño.

Uno de los asuntos más importantes que necesitamos comenzar a abordar es la curación del olvidado niño interior. Muchos de nosotros nos hemos pasado demasiado tiempo sin hacer caso de nuestro propio niño interior.

Tengas la edad que tengas, hay en tu interior un pequeño que necesita amor y aceptación. 

Si eres una mujer, por muy independiente que seas, tienes en tu interior a una niña muy vulnerable que necesita ayuda; si eres un hombre, por muy maduro que seas, llevas de todas formas un niño dentro que tiene hambre de calor y afecto. 

Cada edad que has vivido está dentro de ti, dentro de tu conciencia y de tu memoria. 

Cuando éramos niños y las cosas iban mal, solíamos pensar que algo no funcionaba bien en nosotros, que teníamos algo malo dentro. Los niños piensan que si pudieran hacer las cosas bien, sus padres (o quien sea) les amarían y no les castigarían ni les pegarían.
Así pues, siempre que el niño o la niña desea algo y no lo obtiene, piensa: «No valgo lo suficiente. Soy anormal, un retrasado». Entonces, cuando nos hacemos mayores rechazamos ciertas partes de nosotros mismos.

A estas alturas de nuestra vida, ahora mismo, es necesario que empecemos a hacernos íntegros y a aceptar cada parte nuestra: la que hacía el tonto, la que se divertía, la que se asustaba, la que era estúpida y boba, la que llevaba la cara sucia. Todas y cada una de nuestras partes.

Creo que por lo general nos desconectamos, nos cerramos, alrededor de los cinco años. 

Tomamos esa decisión porque pensamos que algo no funciona bien en nosotros y ya no queremos tener nada que ver con ese niño o niña que somos.

También llevamos a nuestros padres dentro. Tenemos en nuestro interior al niño y a sus padres. La mayor parte del tiempo el padre (o la madre) reprende al niño, casi sin parar. 

Si prestas atención a tu diálogo interno, podrás oír el sermón. Podrás escuchar cómo papá o mamá le dice al niño que está haciendo algo mal o que no sirve para nada.

Lógicamente, entonces comenzamos una guerra con nosotros mismos; empezamos a criticarnos de la misma forma en que éramos criticados: «Eres un estúpido», «No sirves para nada», «Otra vez la has fastidiado». Se convierte en costumbre. Cuando nos hacemos adultos, la mayoría de nosotros no hacemos el menor caso de nuestro niño interior, o lo criticamos igual como nos criticaban. Continuamos con la pauta una y otra vez.

John Bradshaw, autor de varios libros maravillosos sobre cómo sanar al niño interior, dijo una vez que cuando llegarnos a adultos llevamos dentro 25.000 horas de cintas grabadas con la voz de nuestros padres. ¿Cuántas horas de esas cintas crees que te dicen que eres un ser maravilloso? ¿Cuántas te dicen que te aman y que eres inteligente y brillante? ¿O que eres capaz de ser lo que desees ser y que cuando seas mayor serás una gran persona? En realidad, ¿cuántas horas de esas cintas te dicen«No, no, no» en todas sus formas?

No es nada extraño que nos pasemos la vida diciéndonos «no» y «debería». Lo que hacemos no es otra cosa que imitar a esas viejas cintas. Sin embargo, son sólo cintas, no la realidad de nuestro ser. No son la verdad de nuestra existencia. Son sólo grabaciones que uno lleva dentro, y se pueden muy bien borrar o volver a grabar.

Cada vez que digas que estás asustado, comprende que es tu niño interior el que está asustado. El adulto en realidad no tiene miedo; sin embargo, el adulto no está ahí para confortar al niño. El adulto y el niño necesitan entablar amistad, hablar el uno con el otro de todo lo que haces. Sé que puede parecer tonto, pero da resultado. Haz saber a tu niño que pase lo que pase nunca le vas a volver la espalda ni a abandonarle. Siempre estarás allí para acompañarle y amarle.

Si cuando eras pequeño tuviste una mala experiencia con un perro, por ejemplo, digamos que te asustó o incluso que te mordió, tu niño interior tendrá miedo de los perros, aunque tú seas un adulto grande y corpulento. Es posible que veas a un perro pequeño en la calle y que tu niño interior reaccione aterrado: « ¡Un perro! Me va a hacer daño». Ésta es una fantástica oportunidad para que tu padre interior le diga al niño: «No pasa nada. Ahora soy adulto. Yo cuidaré de ti. No dejaré que el perro te haga daño. Ya no tienes por qué tener miedo». De esta forma comenzarás a hacer de padre con tu niño.

La curación de las viejas heridas

He descubierto que el trabajo con el niño interior es sumamente útil para curar las heridas del pasado. No siempre conectamos con los sentimientos del asustado pequeño que llevamos dentro. Si en tu infancia sentiste mucho miedo y angustia, y ahora te castigas mentalmente, continúas tratando a tu niño interior de la misma forma. Sin embargo, él no tiene ningún otro Sitio adonde ir. Es necesario que superes las limitaciones de tus padres. Necesitas comunicarte con el pequeño, que se siente perdido. Tu niño interior necesita saber que tú lo amas.

Tómate un momento ahora mismo y dije que te interesas por él: «Te quiero. Me importas. De verdad te quiero». Tal vez le has estado diciendo esto a la persona adulta que llevas dentro. De modo que empieza a decírselo también a tu niño. Imagínate que le coges la mano y ambos vais a todas partes juntos durante unos días. Verás las felices y alegres experiencias que podéis tener.

Necesitas comunicarte con esa parte de ti mismo. ¿Qué mensajes deseas escuchar? Siéntate en silencio, cierra los ojos y habla con tu niño interior. Si te has pasado 62 años sin hablar con él, es posible que tengas que insistir unas cuantas veces para que el niño realmente crea que quieres hablarle. Insiste: «Deseo hablar contigo. Deseo verte. Deseo amarte». Finalmente lograrás la comunicación. Es posible que veas al niño dentro de ti, que lo sientas, que lo escuches.

La primera vez que hables con tu niño interior puedes comenzar por pedirle disculpas. Dile que lamentas no haber hablado con él o haberle reprendido durante todos estos años. Dije que deseas compensar todo el tiempo que habéis estado separados. Pregúntale qué puedes hacer para hacerle feliz, y de qué tiene miedo. Pregúntale qué desea él de ti.
Empieza con preguntas sencillas; obtendrás respuestas.«Qué puedo hacer para hacerte feliz? ¿Qué te gustaría que hiciéramos hoy?» Por ejemplo, le puedes decir: «Me gustaría salir a caminar, ¿qué deseas tú?». El niño puede contestar: «Ir a la playa». Así habrá comenzado la comunicación. 

Persevera. Si te puedes tomar unos instantes cada día para comunicarte con el pequeño que llevas en tu interior, la vida te va a resultar muchísimo mejor.

Cómo comunicarse con el niño interior

Puede que algunos de vosotros ya estéis trabajando con vuestro niño interior. Hay muchos libros y se organizan muchos talleres y conferencias sobre este tema. Al final del libro encontraréis una lista de títulos para estudios más avanzados.

John Pollard III ha escrito un libro excelente, Self-Parenting [Ser tu propio padre], con muchos ejercicios y actividades maravillosos que se pueden realizar con el propio niño interior; te recomiendo que lo leas. Como he dicho anteriormente, hay muchísima ayuda en este aspecto. No estás solo y desamparado, pero necesitas pedir ayuda para obtenerla.

Otra sugerencia que te hago es que busques una fotografía tuya de cuando eras niño. Mira la foto. ¿Ves a un niño desgraciado? ¿Ves a un niño feliz? Veas lo que veas, comunícate con él. Si ves a un niño asustado, haz algo para tranquilizarlo. Busca varias fotos de tu infancia y habla con el niño de cada foto.

Es muy útil hablar con el propio niño interior frente al espejo. Si tenías un sobrenombre cuando eras niño, utilízalo. Ten pañuelos a mano. Te sugiero que te sientes frente al espejo, porque si te quedas de pie saldrás corriendo por la puerta. Es mejor que te sientes con una caja de pañuelos y empieces a hablar.

Otro ejercicio que puedes hacer es comunicarte con él mediante la escritura. Aflorará también muchísima información, Usa dos bolígrafos o rotuladores de colores distintos. Con uno de ellos en la mano dominante escribe una pregunta. Con el otro en tu otra mano haz que el niño escriba la respuesta. Es un ejercicio fascinante. Cuando escribe la pregunta el adulto cree que conoce la respuesta, pero cuando coge el bolígrafo con la mano no dominante, la respuesta suele resultar distinta a la esperada.

También podéis dibujar juntos. A muchas personas probablemente les encantaba dibujar y pintar en su infancia, hasta que les dijeron que debían ser limpias y ordenadas y no dibujar o pintar fuera de los márgenes. De modo que empieza a dibujar nuevamente. Utiliza tu mano no dominante para dibujar una imagen de algún acontecimiento que acaba de suceder. Observa cómo te sientes. Hazle una pregunta a tu niño interior, déjalo que dibuje con tu mano no dominante, y ve qué dibuja.

Si te es posible, reúnete con un pequeño grupo de amigos, o con un grupo de apoyo, para trabajar juntos con estas ideas. Por ejemplo, podéis hacer que vuestros niños dibujen y después sentaros alrededor y analizar atentamente el significado de los dibujos. La información que se obtiene de este modo puede ser increíblemente reveladora.

Juega con tu niño interior. Haz cosas que le gusten a tu niño. ¿Qué te gustaba de verdad hacer cuando eras pequeño? ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste? Con demasiada frecuencia el padre o la madre que llevamos dentro nos impiden divertirnos porque no es cosa de adultos. Así pues, tómate el tiempo necesario y diviértete. Haz las cosas tontas que hacías cuando eras niño, como saltar sobre montones de hojas o pasar corriendo bajo el chorro de agua de la manguera. Observa a los niños cuando juegan. Te traerá recuerdos de los juegos que jugabas.

Si deseas más diversión en tu vida, comunícate con tu niño interior y actúa desde ese espacio de espontaneidad y alegría. Verás cómo comienzas a divertirte más, te lo prometo.
¿Fuiste bienvenido cuando naciste? ¿Estaban realmente contentos tus padres de que nacieras? ¿Se mostraron encantados con tu sexo, o deseaban un bebé del sexo opuesto? ¿Te sentiste «deseado»? ¿Se celebró tu llegada? Cualesquiera sean las respuestas, date la bienvenida ahora. Haz una celebración. Dite a ti mismo todas las cosas maravillosas que le dirías a un bebé que llega a su nueva vida.

¿Qué es lo que siempre deseaste que tus padres te dijeran cuando eras pequeño? ¿Qué es lo que siempre quisiste oír y que nunca te dijeron? Muy bien, dile precisamente eso a tu niño. Díselo cada día durante un mes mientras te miras en el espejo. Observa lo que sucede.

Si tus padres eran alcohólicos o te maltrataron de pequeño, puedes meditar y visualizarlos como a personas sobrias y cariñosas. Dale a tu niño lo que desea. Probablemente ha estado privado de ello durante demasiado tiempo. Empieza a visualizar el tipo de vida que te gustaría llevar con tu niño interior. Cuando él se sienta seguro y feliz, podrá confiar en ti. Pregúntale: « ¿Qué tengo que hacer para que confíes en mí?». Lo repito, te quedarás sorprendido ante algunas respuestas.

Si tus padres no te demostraban cariño en absoluto, y te resulta francamente difícil relacionarte con ellos, busca una imagen de lo que te parece que serían una madre y un padre amantes. Coloca las fotos de esos padres cerca de tu foto de cuando eras niño. Crea nuevas imágenes. «Re-escribe» tu infancia si es necesario.

Las creencias que aprendiste cuando eras pequeño aún las tiene tu niño interior. Si tus padres tenían ideas rígidas y tú eres duro contigo mismo y propenso a construir muros a tu alrededor, probablemente tu niño interior continúa conformándose a las normas de tus padres. Si sigues reprendiéndote por cada error, debe de ser bastante terrible para tu niño interior despertar cada mañana. « ¿A causa de qué me va a chillar y regañar hoy?»

Lo que nos hicieron nuestros padres en el pasado es un asunto de su conciencia. Ahora somos nosotros los padres. Nosotros usamos nuestra conciencia. Si continúas negándote a cuidar de tu niño interior, es que estás estancado en un rencor justiciero. Esto invariablemente significa que aún te queda alguien por perdonar. 

Así pues, ¿de qué no te has perdonado? ¿Qué necesitas dejar marchar? Bueno, sea lo que sea, deja que se vaya.

Si no prestamos atención a nuestro niño ahora, y no lo elogiamos, no es culpa de nuestros padres. Ellos hicieron lo que creían que era lo correcto en ese tiempo y ese lugar. Pero ahora, en el momento presente, sabemos lo que podemos hacer para nutrir y criar a nuestro niño interior.

Las personas que han tenido o tienen un animal doméstico saben lo que es llegar a casa y que salga a recibirte a la Puerta. No le importa la ropa que lleves, ni si eres viejo y tienes arrugas, ni cuánto dinero has ganado ese día. Al animal sólo le importa que estás allí. Su amor es incondicional. Haz eso contigo mismo. Emociónate por estar vivo y por estar aquí. Eres la única persona con quien vas a vivir siempre. Mientras no estés dispuesto a amar a tu niño interior, a los demás les resultará difícil amarte a ti. 

Acéptate sin condiciones y de todo corazón.

Me parece que es muy bueno inventar una meditación para hacer que el niño interior se sienta a salvo. Como yo fui una niña que sufrió incesto, he inventado una maravillosa imagen para mi pequeña.

En primer lugar, tiene un hada madrina idéntica a la Billie Burke de El mago de Oz, porque eso es lo que a ella le gusta. Sé que cuando yo no estoy con ella, está con su hada madrina y está siempre segura. Vive en un ático muy alto y tiene un portero y dos perros grandes, de modo que sabe que jamás nadie le volverá a hacer daño. Cuando logro hacer que se sienta absolutamente segura, entonces yo, como adulta, puedo ayudarle a liberar y olvidar las experiencias dolorosas.

No hace mucho me descentré y estuve llorando durante dos horas. Comprendí que mi niña interior se sentía de pronto dolida y desprotegida. Tuve que decirle que ella no era mala ni había hecho nada mal, sino que era su reacción a algo que había sucedido. De modo que tan pronto como pude hice algunas afirmaciones y medité, sabiendo que allí había un Poder mucho mayor que me apoyaría y me amaría. Después de eso la pequeña ya no se sintió tan sola y asustada.

Además yo tengo una enorme fe en los ositos de felpa. Con mucha frecuencia el osito es nuestro primer amigo. Es nuestro confidente, puesto que uno le puede contar todos sus problemas y secretos y jamás se chiva. Siempre está allí para hacernos compañía. Saca del armario tu osito y haz que tu niño lo coja una vez más.

Sería maravilloso que en los hospitales hubiera ositos en todas las habitaciones para que cuando el niño interior se sienta solo y asustado a media noche, pueda abrazarse a su osito.

Tus muchas partes

Las relaciones son fabulosas, los matrimonios son maravillosos, pero la realidad es que son temporales. En cambio tu relación contigo mismo es eterna. Dura para siempre. Ama a la familia que llevas dentro: el niño o la niña, el padre o la madre, y la adolescente y el joven que hay en medio.

Recuerda que también llevas a tu adolescente en tu interior. Dale la bienvenida. Trabaja con él de la misma forma que lo haces con el niño. ¿Qué dificultades tuviste en tu adolescencia? Hazle preguntas a tu adolescente igual como se las haces a tu niño. Ayúdale a pasar por las amedrentadoras situaciones y los momentos de aprensión de la pubertad. «Corrige» esa época. Aprende a amar a tu adolescente igual Como aprendes a amar a tu niño.
No podemos amarnos y aceptarnos los unos a los otros mientras no amemos y aceptemos a ese niño interior que se siente perdido. ¿Qué edad tiene ese niño? ¿Tres, cuatro, cinco años? Generalmente tiene menos de cinco años, porque es entonces cuando se cierra y se desconecta por la necesidad de sobrevivir.

Coge a tu niño de la mano y ámalo. Crea una vida maravillosa para ti y tu niño. Di: «Estoy dispuesto a aprender a amar a mi niño. Estoy dispuesto». El Universo contestará. 

Encontrará la forma de curar a tu niño y también de curarte a ti. Si deseamos sanar, tenemos que estar dispuestos a experimentar nuestros sentimientos y a pasar a través de ellos hacia el otro lado y conseguir así la curación. Recuerda, nuestro Poder Superior está siempre disponible para apoyarnos y alentar nuestros esfuerzos.

Fuera como fuese tu primera infancia, buena o mala, tú y únicamente tú estás ahora a cargo de tu vida. Te puedes pasar toda la vida culpando a tus padres y al entorno, pero lo único que conseguirás con eso es mantenerte estancado en hábitos de víctima. Jamás te servirá para conseguir el bien que dices desear.

El amor es la mejor goma de borrar que conozco. El amor borra hasta los recuerdos más dolorosos y profundos, porque penetra más al fondo que ninguna otra cosa. Si tus imágenes mentales del pasado son muy fuertes y te pasas la vida afirmando «Todo es culpa de ellos», te quedarás estancado.

¿Deseas una vida de dolor o una vida de alegría? Mírate a los ojos, y ámate y ama a tu niño interior.


Louise L. Hay


NADA HAY PERSONAL EN NOSOTROS, por Jean Klein


NADA HAY PERSONAL EN NOSOTROS
por Jean Klein

*(Contiene link para lectura o descarga del libro “¿Quién Soy Yo?”, de Jean Klein)

Tú vives en contracción, pensando en ti mismo como un individuo. ¿Dónde encuentran significado los términos “yo” y “mío”? Cuando miras de verdad dentro de ti mismo, no puedes decir que el cuerpo te pertenece. Tú eres el resultado de dos personas y cada progenitor tiene dos progenitores y así sucesivamente. Toda la humanidad está en ti. 

Eres lo que absorbes. Comes hortalizas, pescado, carne y éstos dependen de la luz, el sol, el calor. La luz está relacionada con la luna y las estrellas están todas relacionadas entre sí. Nada hay personal en nosotros. 

El cuerpo está en orgánica relación con el universo. Está hecho de los mismos elementos que todo lo demás. La composición de los elementos varía, pero esta variación es casi insignificante en los seres humanos. Puede que haya diferencias en estructura y color, pero la constitución y el funcionamiento son los mismos en todos nosotros. 

Nada hay de personal en el corazón, el hígado, los riñones, los ojos, los oídos o la piel, ni tampoco en los elementos que configuran los modelos de conducta, pensamiento, reacciones, cólera, celos, competición, comparación y demás. Son todos ellos los mismos estados emocionales. Las funciones corporal-mentales en un sentido universal y el cuidado que ha de llevarse son los mismos en todos nosotros. 

Debes entender el cuerpo y cooperar con él. 

Es la ignorancia del mecanismo lo que crea conflicto. La investigación sólo puede llevarse a cabo en la vida diaria. Tu mente y tu cuerpo se reflejan en tu conducta desde la mañana hasta la noche. 

Tu atención debe ser bipolar, observando los campos interior y exterior. 

Las relaciones son el espejo en el que se refleja tu ser interior. 

Sé consciente de que tú eres un eslabón en la cadena del ser. 

Cuando realmente sientes esto, el énfasis ya no está en ser individual y, espontáneamente, sales de tu restricción. Tú no vives en aislamiento, en autonomía. En el estar relacionado está el presentimiento de presencia.

Jean Klein

¿QUIÉN SOY YO? 
La búsqueda sagrada


* Para descarga o lectura on line del Libro: “¿Quién Soy Yo?”, de Jean Klein, podéis visitar la siguiente página:

http://datelobueno.com/wp-content/uploads/2014/05/quiensoyyo.pdf

lunes, 29 de mayo de 2017

TRES EJEMPLOS PARA COMPRENDER QUÉ SOMOS Y VER EN TODO LA MANO DEL CREADOR


TRES EJEMPLOS PARA COMPRENDER QUÉ SOMOS Y VER EN TODO LA MANO DEL CREADOR


"El hombre es mirada

El hombre es mirada, el resto no es más que carne;
mas la mirada verdadera es la de aquel que ve al Amigo;
funde tu cuerpo entero en tu mirada;
ve hacia la visión, ve hacia la visión, ve hacia la visión.”

(Rumi)


“Toda Belleza es Él, el Creador, 
Toda Belleza y bajo todos sus aspectos.
Allá donde brilla la Belleza
ves su Luz.
Claramente visible.
En su Creación, donde aparece Su Belleza.
Abre los ojos y Le verás.
Desde la Belleza te mira, 
desde el sol y las estrellas
desde las flores y las hojas
desde muy cerca de ti
en todo momento.”

(Bhâî Vîr Singh)


"Aprenda a mirar sin imaginación, a escuchar sin distorsión: eso es todo. Deje de atribuir nombres y formas a lo esencialmente sin nombre y sin forma, dése cuenta de que todo modo de percepción es subjetivo, de que lo que se ve o se oye, se toca o se huele, se siente o se piensa, se espera o se imagina, está en la mente y no en la realidad, y usted experimentará paz y liberación del temor.

La sensación de «yo soy» se compone de luz pura y de la sensación de ser. El «yo» está aquí incluso sin el «soy». Igualmente, la luz pura está aquí tanto si usted dice «yo» como si no lo dice. Devenga consciente de esa luz pura y nunca la perderá. La eseidad* en el ser, la presenciación en la consciencia, el interés en cada experiencia —eso no es descriptible, aunque es perfectamente accesible, pues no hay nada más."

Yo Soy Eso
Nisargadatta Maharaj


*Eseidad: Cualidad o circunstancia de ser… Esencia) 

domingo, 28 de mayo de 2017

LA PASIÓN POR LO IMPOSIBLE, por Osho (Sobre aceptar y dejar que ocurran las cosas)


LA PASIÓN POR LO IMPOSIBLE
por Osho
(Sobre aceptar y dejar que ocurran las cosas)

La realidad consiste solo en el ahora, el presente. No tiene  nada que ver con el pasado ni nada que ver con el futuro. Está tan concentrada en el momento presente que, si puedes estar en ella, todo lo que estés buscando se cumplirá...

¿Quién eres tú para forzar las situaciones? ¿Qué poder posees para forzarlas? Las situaciones surgen de la existencia misma. 

Lo mas sensato es estar de acuerdo con ellas, no en desacuerdo. Si estás deacuerdo con las situaciones, podrás remontarlas, pero en cuanto empiezas a luchar... eres algo tan minúsculo y el universo es tan inmenso que no existe posibilidad de que venzas. Entonces llega la fustración, y tras ella el dolor, el sufrimiento.

Sé como una nube blanca que atraviesa el cielo sin deseos de llegar a ninguna parte. No hace falta; ya estas allí. ¿Qué más quieres? Y si el viento sopla hacia el sur, la nube blanca irá hacia el sur. Cada momento flotando allá arriba, en el cielo, es tal éxtasis que, ¿qué mas da la dirección, sur, norte, este u oeste? Y si de repente cambia el viento y vuelve a soplar hacia el norte, la nube no se queja, no dice que es ilógico ni que "nos dirigíamos hacia el sur y de repente sin razón alguna, te pones a soplar hacia el norte otra vez". Sin la menor resistencia, la nube empieza amoverse con el viento, adonde quiera que vaya. No hay conflicto entre la nube y el viento.

Y ese debería ser el punto de vista de todo buscador de la verdad: ningún conflicto con la naturaleza, ningún conflicto con la existencia, y todo el sufrimiento, toda la tensión, la angustia y la ansiedad desaparecerán por si mismos. Son creaciones tuyas, por supuesto, tú no eres totalmente responsable; son la herencia de un pasado largo...

La esperanza para el Ser humano es; escuchar al corazón y seguirlo. Entonces la vida se transformará en un peregrinaje dichoso.


La pasión por lo imposible
Osho

viernes, 26 de mayo de 2017

DA Y SE TE DARÁ


DA Y SE TE DARÁ

Según la leyenda, en un monasterio había un abad muy generoso. Jamás negaba alojamiento a nadie y siempre daba todo lo que tenía. Lo extraño del caso es que cuanto más daba, más próspero se volvía el monasterio.


Al morir el viejo abad, fue sustituido por otro de naturaleza totalmente opuesta. Era mezquino y muy poco generoso. Un día llegó un anciano al monasterio pidiendo alojamiento. Le contó al nuevo abad, que años atrás ya le habían acogido por una noche. El abad se negó a alojarlo, alegando que el monasterio ya no podía darse el lujo de ser tan hospitalario como antes.


Nuestra abadía ya no puede ofrecer pensión a los extraños como hacíamos cuando éramos más prósperos, porque ya nadie hace ofrendas para nuestra obra.

No me sorprende, dijo el anciano. Creo que se debe a que echaron a dos de los más importantes habitantes del monasterio.


No recuerdo que jamás hayamos hecho eso, respondió el abad desconcertado.

Sí que lo hicieron, replicó el anciano. Eran gemelos: uno se llamaba Dad y el otro Se os dará. Como echaron a Dad, Se os dará decidió irse también.


REFLEXIÓN ZEN

jueves, 25 de mayo de 2017

EL PODER DE LA SENCILLEZ, por Álex Rovira


EL PODER DE LA SENCILLEZ
por Álex Rovira


Lo sencillo es poderoso. Lo sencillo se conquista desde la síntesis de la experiencia y de la sabiduría. Lo sencillo es natural, es fácil, es amable, no tiene pretensiones.

Ocurre a menudo que grandes lecciones de vida, plenas de sabiduría, nacen de conceptos sencillos pero a los que, paradójicamente, cuesta llegar y aún más comprender cabalmente.

Para ilustrar este principio,  reproduzco aquí un fragmento del libro que co-escribí con mi queridísimo y admirado amigo Francesc Miralles, y debo decir que la parte que se relata en las próximas líneas corresponde a la creatividad de Francesc y a la actitud que tomaba él cuando, de joven para poder ganarse la vida, trabajaba como camarero. Precisamente el capítulo del libro del que surge este extracto es “El Secreto del Camarero” y relata uno de los momentos más especiales que vive la protagonista, Ariadna, perdida en el Laberinto de la Felicidad. Dice así:


“Con la lección aprendida sobre los obstáculos reales y postizos, Ariadna golpeó el muro con las palmas de las manos hasta derribar una columna de ladrillos. Se había abierto una brecha suficientemente ancha para que pudiera pasar al otro lado, donde para su sorpresa encontró la calle donde había dormido tres días atrás.

Al pasar nuevamente junto al CAFÉ DEL LABERINTO, recordó que el camarero le había prometido explicarle cuál es el sentido de la vida.

Ariadna se sentó en el único taburete vacío junto a la barra y se sorprendió al encontrar ante sí las tres tazas vacías, como la primera vez que había entrado en el café. Eso la convenció de que la estaban esperando.

El camarero confirmó esa certeza al dirigirse hacia ella muy risueño y decir:

-Bueno, ¿qué desea la señora?

-Ya lo sabe: vengo a que me explique cuál es el sentido de la vida.

-Eso haré. Pero no olvide que el sentido de la vida es diferente para cada persona y es usted misma quien debe descubrirlo. Yo sólo puedo contarle lo que he descubierto después de trabajar cuarenta años como camarero.

Ariadna contempló expectante las tres tazas vacías mientras el hombre se ponía bien la armilla antes de iniciar, feliz y sonriente, su explicación:

-He calculado que el contacto de un camarero con cada cliente que pide un café no supera de media un minuto escaso. Es el tiempo que suman el saludo y la pregunta: “¿qué desea tomar?”, lo que te pide el cliente, cuando pones la taza sobre la mesa, la hora de pasar la cuenta y la despedida cuando se marcha. Son muchos momentos diferentes, pero el verdadero contacto entre el camarero y el cliente no supera en conjunto el minuto.

-¿Y qué significa eso?

-¡Significa que es una oportunidad! Independientemente de la calidad del café, que es lo de menos, en ese minuto el camarero tiene ante sí tres opciones o, mejor dicho, tres posibles resultados que dependen de su actitud.

Tras decir eso, el camarero hizo una breve pausa para buscar las palabras más adecuadas. Luego explicó:

-En ese minuto puedes conseguir que la persona se marche peor de lo que ha llegado, si eres grosero. O bien puede irse igual que ha venido, si le tratas con indiferencia. Pero también tienes la oportunidad de que salga del café mejor de lo que ha entrado, si le regalas un poco de amabilidad.

-¿Y eso es todo? -dijo Ariadna sin ocultar su decepción- Pero ¿qué tiene que ver eso con el sentido de la vida?

-¡Este ES justamente el SENTIDO DE LA VIDA!, y no sólo para los camareros. Todos tenemos cada día decenas de pequeños y grandes contactos con los demás. Nuestro reto es conseguir el tercer resultado: que su vida sea un poco mejor después de estar con nosotros. ¡Ese es el desafío, el premio gordo de cada encuentro!

Al escuchar esto, Ariadna se quedó muy pensativa. El camarero entonces le guiñó el ojo y se despidió así:

-Y ahora debo irme: tenemos muchas vidas que mejorar.”


Y así es. Nada es menor en nuestra vida. Nada es pequeño en el encuentro con el otro. Precisamente la mayor muestra de grandeza de un ser humano se observa en su sencillez, en su humildad, en su calidez, en su amabilidad, en su ternura, en la capacidad de mejorar el momento presente del otro desde la entrega que busca regalar una brizna de alegría a quien tenemos enfrente. Porque en efecto, tenemos muchas vidas que mejorar, empezando con la propia y la de quienes tenemos cerca.



Espero que este texto os sea útil y os deseo una feliz semana.


Besos y abrazos,


Álex Rovira


FUENTE: http://www.alexrovira.com/

miércoles, 24 de mayo de 2017

SAMMASATI, EL RECUERDO CORRECTO


SAMMASATI, EL RECUERDO CORRECTO

Las últimas palabras de Buda fueron sammasati: "Recuerda" 

Todo lo significativo está contenido en una simple palabra. Sammasati: "Recuerda"... Recuerda cual es tu espacio interior, sólo recuérdalo...

No hay nada que conquistar, nada en qué convertirse. Ya eres eso que has estado buscando durante todas tus vidas de diferentes formas, por diferentes senderos; pero nunca has mirado hacia dentro.

Sólo durante unos cuantos segundos siéntate con los ojos cerrados para recordar, para tomar nota de dónde has estado, qué profundidad has podido alcanzar; cuál es el sabor del silencio, la paz; cuál es el sabor de desaparecer en lo supremo....Mira hacia dentro. Y cuando dispongas de tiempo, ya sabes el camino. Simplemente ve una y otra vez hacia tu espacio interior, para perder el miedo a desaparecer y empezar a recordar el lenguaje olvidado. Sammasati.....

Recuerda...
Ahí dentro no se necesita nada ni nadie...Nadie que nos dé su conformidad, nadie que aplauda ni que admire lo que hacemos. En ese "lugar" no hay éxitos ni fracasos, no se establece ninguna competición... En ese lugar sólo estás tú.

(El dhammapada de Gautama el Buda. 500 a.de C)

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La mente siempre está en lucha por mantener viva una actividad, mientras que el ego siempre quiere conseguirlo todo. Así es como pasa la vida el ser humano: olvidado de sí mismo, sumergido en la vorágine de la supervivencia. Escribe Emilio J. Gómez.

“Todo ocurre a su debido momento”
Ramana Maharshi

Día a día lucha por conseguir materializar tus pequeños o grandes deseos. Quizás, en tal lucha aparezca algo que conceda sentido a la existencia, quizás todo ocurra en la nebulosa del sueño…

Mientras, los días se suceden sin cesar, las estaciones cambian el color de la naturaleza, los árboles se visten de ámbar antes de mostrar su alma sin ningún pudor. El verano da paso al otoño, y este al invierno… Todo se prepara para que la Tierra vuelva a aproximarse de nuevo al Sol y que con su calor la vida retorne al planeta. Un nuevo ciclo, un nuevo año, una nueva oportunidad de despertar la consciencia que ya se es, pero que en el fragor de la batalla diaria se ha olvidado.

El ser humano se ha proyectado en el mundo exterior al punto de creérselo. Se ha identificado con su ego y el personaje que lo arropa, y sufre con la catarata de deseos y aversiones que genera. No se da cuenta de que con cada deseo que trata de satisfacer o con cualquier aversión que trata de eludir deviene en su esclavo. Las impresiones le arrastran, las noticias inundan de suciedad su subconsciente, la publicidad genera deseos ajenos a su alma… Pero ¿dónde está el recuerdo de sí?

Samasati significa “recuerda”, recuerda quien eres, recuerda tu esencia, recuerda tu auténtica naturaleza, que es espiritual. Recuérdate a ti mismo. Se dice que el yoga tiene la capacidad de sanar, pero en realidad, la única enfermedad que el yoga cura es la amnesia, ya que su único fin es uno: hacer recordar al practicante su auténtica naturaleza espiritual.

Todo ocurre a su debido tiempo, decía Ramana Maharshi, el sabio de Arunachala. También el recuerdo de la auténtica naturaleza sucederá a su debido tiempo. Quizás la práctica del yoga sea un acelerador de partículas que imprima velocidad al proceso del darse cuenta. Pero también puede suceder que sumerja al practicante en el sueño del mismo yoga y comience a luchar por una nueva asana, o un nuevo nivel, una nueva serie… y, de nuevo se vea dormido en el sueño del despertar.

¿Cómo mantener viva la llama del recuerdo de nuestra auténtica naturaleza? Sabiendo que ya se es Eso, que todos ya somos Luz y Amor, que esa es nuestra auténtica y común naturaleza. Recordándolo y actualizándolo a través de las prácticas yóguicas y del vivir en lo cotidiano. Muy simple, muy sencillo. Es tan fácil que por eso se lo ha olvidado. Como siempre, lo más fácil es lo más efectivo.


Luz y Amor. Eso eres. Simplemente, recuérdalo.



Fuente: Hermandad Blanca

martes, 23 de mayo de 2017

LA FUERZA ESPIRITUAL - De Wayne W. Dyer


LA FUERZA ESPIRITUAL
De Wayne W. Dyer

He experimentado esto personalmente en muchas ocasiones. Una vez estaba haciendo jogging en Egipto a las cuatro y media de la madrugada; entonces apareció una manada de perros que corría hacia mí ladrando con furia. Dejé de correr y dejé de tener pensamientos de miedo o violencia. Los animales se calmaron y no me hicieron ningún daño.

Cuando contemples esta idea de la abstención de pensamientos o intenciones perjudiciales, ten en cuenta que las áreas de tu vida a las que llamas «problemas» no existirían si te ciñeras a esta idea cada día. La razón por la que no experimentas alegría en este preciso momento es porque te centras en lo que está mal o lo que falta. Inicia el proceso de llenar tu mente de amor, gratitud y perdón.
Ernest Holmes escribió: «Qué carga se nos quita de encima cuando nos damos cuenta de que la mente eterna no tiene nada contra nadie».

Lo que tienes que hacer cuando buscas soluciones espiritua­les en tu vida es estar en el espacio de la mente eterna. No ten­gas nada contra nadie y, de paso, ten en cuenta las útiles palabras de Albert Einstein respecto a la importancia de cambiar el modo en que analizas todo lo referente a lo que llamas problemas.

Einstein dijo: «Los problemas importantes no pueden resolverse al mismo nivel de pensamiento que los creó». Los problemas son ilusiones del mundo material. Las soluciones son atributos de tu inmersión en el mundo del espíritu. Sí, hay una solución espiritual para cada problema. Pero para encontrarla tendrás que pasar a un nivel de pensamiento más elevado. Estos son los cinco aforismos básicos de Patanjali que te guiarán para cambiar la mente que creó el problema:

1)        Abandona tu identificación errónea.

2)        La calma es la paz de Dios dentro de ti.

3)        No pecas, sino que creas obstáculos.

4)        Abstente firmemente de la falsedad.

5)        Abstente firmemente de los pensamientos y actos perju­diciales.


Puedes aplicarlos cada vez que tengas un «problema». Son extremadamente útiles para descubrir y aplicar soluciones espirituales.

Cuando te enfrentes con un problema recuerda que lo creaste con una mente y lo resolverás con otra. Hay una solución espiritual y tú puedes crear la energía necesaria para acceder a ella cuando quieras.


Wayne W. Dyer
(De su libro: La Fuerza del Espíritu)