¿Cuántas veces hemos dejado de lado nuestros sueños por creerlos imposibles? ¿Difíciles tal vez? Perseguir tus sueños en todos los ámbitos de tu vida: personal y profesional no es fácil.
Es mejor arriesgarse que quedarse con la duda y poder decir algún día, sin ningún tipo de arrepentimiento: «¡Mírame! Al menos lo intenté.»
Todos sabemos que la vida no es el camino de rosas que nos imaginábamos, ese en el que todo sale bien. Hay veces que nos encontramos con muchas piedras (de diferente tamaño), algunas tan grandes que nos hacen dudar de nuestra capacidad de poder saltarlas.
Pero lo cierto es que solo depende de nosotros. Todos tenemos piedrecitas en nuestras vidas, sabemos vivir con ellas, nos incomodan, pero no por ello vamos a dejar de vivirla.
Solemos pensar que la gente con éxito en la vida ha logrado su propósito al primer intento, o que han nacido con una estrella, pero su realidad es muy distinta a lo que pensamos.
Los que llegaron a la meta, a cumplir sus objetivos, lo hicieron con disciplina y mucho esfuerzo, sin cesar en su empeño, aunque a veces fallaron, pero no lo dejaron, siguieron luchando por sus sueños, por sus ilusiones.
No siempre se falla por haber cometido un error, muchas veces es porque aparece un imprevisto para el que no teníamos ningún plan B,C,D… establecido ni pensado. Por eso debemos plantear bien las cosas antes de hacerlas.
Tener claro que queremos conseguir, a dónde queremos llegar, qué tengo que hacer para lograrlo… Y ser consciente del esfuerzo que eso nos va a suponer y conocer nuestras capacidades, no dudar de ellas.
Es fundamental tener la fuerza de voluntad suficiente para no rendirnos y seguir luchando a pesar de los obstáculos que nos vamos a encontrar en el camino.
Si las cosas no salen como habíamos pensado, nos sentiremos frustrados y con ganas de dejarlo, pero, eses es el error, no debemos arrojar la toalla. No dejemos que el miedo nos detenga.
Aceptemos el fracaso y volvamos a intentarlo. Cuando las cosas fallen, reacciona, piensa en lo que no ha salido bien y sobre todo encuentra el por qué.
Es necesario que volvamos a ponernos en marcha y no nos dejemos invadir por la apatía y las ganas de dejarlo todo.
Debemos ser consciente que nuestro objetivo debe ser realista, soñar en grande pero con pequeñas metas a cumplir.
Un simple reflexión «en voz alta» para todos aquellos que quieren perseguir sus sueños, que deben empezar a CREER EN ELLOS MISMOS.
«Conviértete en la mejor versión de ti mismo y trata de ser una persona a la que te gustaría conocer.»
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