Simplificándolo mucho, ser fiel a uno mismo significa actuar de acuerdo con nuestras propias creencias y convicciones. Implica actuar en coherencia con nuestra manera de ser, con nuestras ideas, deseos y necesidades.
Hoy en día se habla mucho de autenticidad, pues ser auténtico significa ser fiel a uno mismo, y eso entraña respetar lo que somos y lo que es importante para nosotros sin importarnos las opiniones ajenas.
Pero estarás de acuerdo conmigo que ni siempre es fácil practicar la autofidelidad.
¿Cuántas veces callas lo qué te gustaría decir? ¿Cuántas veces haces cosas que no te apetecen solo por complacer, por no «desentonar», por encajar? ¿Cuántas veces has ignorado tus deseos y aspiraciones?
Desconozco tus respuestas, pero si eres como la mayoría de nosotros, la respuesta es: muchas veces. Pero sabes qué, es absolutamente normal que pase eso.
Por un lado arrastramos muchas creencias negativas, creadas o heredadas de otros, que nos impiden ser como somos.
Por otro lado están las normas sociales que adoptamos de nuestro entorno. De acuerdo con el sociólogo Émile Durkheim el comportamiento y las ideas comunes en un grupo social ejercen un poder coercitivo sobre el pensamiento, comportamiento y conducta de las personas.
Dicho de otro modo, las pautas de conducta inculcadas por nuestros padres, familiares, profesores etc., han moldeado nuestra forma de ser. Gracias al entorno aprendemos a actuar de la manera más adecuada para encajar, el problema es que al final eso puede crear una fractura entre lo que somos y lo que aparentamos.
Afortunadamente podemos cambiar eso. Hay segundas oportunidades y reconciliaciones que sí funcionan. Reconciliarnos con nosotros mismos es una de ellas.
¿Cómo ser fiel a uno mismo?
La autofidelidad requiere un alto grado de honestidad para asumir lo somos de verdad, con nuestras fortalezas y debilidades, luces y sombras, carencias y limitaciones, sin autoengaños.
Ser fiel a uno mismo necesita de tres ingredientes:
- Valentía, para dejar de tener miedo de ser quien eres;
- Honestidad, para asumir lo bueno y lo malo;
- Compromiso, para mantenerte firme en tu proceso de desarrollo personal.
Por muy difícil que parezca al principio, tenemos que aprender a aceptarnos tal y como somos.
Tú no eres perfecto, ni yo tampoco. Nadie lo es. Todos tenemos cosas buenas y cosas malas, la ventaja de conocerlas y asumirlas es que podemos decidir qué hacer con ellas. A mí me parece inteligente aprovechar las buenas y pulir las malas. ¿Tú que opinas?
No tenemos porque actuar o fingir ser una persona distinta a como somos para gustar a los demás.
Créeme si te digo que esta es la vía rápida de la insatisfacción personal.
El autoconocimiento es la clave del proceso de reconciliación con uno mismo. No podemos reconectar con nuestro verdadero yo sin conocernos en profundidad.
¿Quién eres, más allá de las etiquetas que sueles utilizar para describirte? ¿Te sientes a gusto contigo mismo y con tu vida? ¿Cuáles son tus aspiraciones y deseos? ¿Qué te inquieta? ¿Qué te estimula y motiva?
Toma consciencia de tus pensamientos y diálogos internos. Cómo te hablas, qué te dices, cómo te tratas, cómo tratas a los demás, cómo ellos te tratan a ti, cómo te sientes en tu entorno, cómo interactúas con el mundo en tu día a día…
Indaga en ti. Sin reflexión no hay autotransformación.
Algunas prácticas introspectivas como la meditación, el yoga y la escritura de un diario pueden ayudarte en este proceso. Ir al psicólogo también.
Si te conoces bien y sanas tu autoestima te resultará fácil ser fiel a ti mismo.
6 formas de practicar la autofidelidad
Antes de seguir es importante que seas muy consciente de que los cambios en este sentido requieren tiempo. No hay un botón que apretar ni una receta súper eficaz que lo soluciona todo en un plisplás.
Trabajar la autofidelidad es un proceso, y si te preguntas por dónde empezar, aquí van algunos consejos.
1. PERDÓNATE LOS ERRORES DEL PASADO
Como te decía antes, somos criaturas perfectamente imperfectas. Todos hemos cometido errores, y la mayoría de nosotros nos hemos sentido perdidos en algún momento de la vida. Todo eso forma parte de la experiencia humana.
Nos hemos equivocado en el pasado y volveremos a equivocarnos en el futuro, porque nadie tiene una «bola de cristal» que nos dice las respuesta. Hacemos lo que creemos mejor en cada momento, y no podemos fustigarnos si luego las cosas salen mal.
Perdonarse es aceptar que somos imperfectos, cometemos errores y no por ello tenemos que castigarnos. Tenemos el derecho a equivocarnos, eso sí, hay que procurar aprender de los errores para evitar no repetirlos. El aprendizaje es lo que nos hace crecer como personas.
Perdonarse es un acto de amor propio.
2. ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TU FELICIDAD
Para ser fiel a ti mismo tienes que asumir la responsabilidad de tu vida.
No podemos responsabilizar a otros de nuestra felicidad y bienestar. Eso es algo que nos incumbe a nosotros. ¿Cómo? Siendo proactivos.
Si alguien te hace sentir mal, díselo. No lo toleres por miedo a lo que vaya a pensar o decir. Si no te gusta una situación, ya sea en el ámbito personal o profesional, busca un cambio. Haz algo, actúa.
Quejarnos del destino» o de la «mala suerte» es un modo de evadir nuestra responsabilidad, y para colmo solo sirve generar más insatisfacción, así que empieza por cambiar de actitud.
La autofidelidad implica abandonar la actitud pasiva, dar un paso adelante y ser proactivo, o sea, asumir las riendas de tu vida.
3. NO TE AVERGÜENCES DE TI
No importa si eres alto o bajo, gordo o delgado, con los ojos así o asá, si tienes pelo o no, los pechos grandes o pequeños, mucho culo o poco, una pata de palo, un garfio o lo que sea, tienes que amarte tal y como eres.
Por genética o por los motivos que sean nuestro físico es el que es, y no tenemos porque disculparnos por ello, y menos sentirnos inferiores o avergonzados.
No podemos gozar de una buena autoestima, ni ser fiel a nosotros si nos avergonzamos de nuestro físico, además, somos mucho más que un «cuerpo» y tenemos mucho más que ofrecer. Y quién no lo quiera ver se lo pierde.
La satisfacción personal pasa por sentirnos cómodos en nuestra piel.
4. EVITA LAS PERSONAS TÓXICAS
Hay personas que pueden resultar sumamente dañinas, ya que, por su modo de ser o actuar disminuyen a los demás. Estas personas, en vez de apoyar y motivar, lo que hacen es criticar, desmoralizar y crear un mal ambiente.
Con eso no quiero decir que sean malas personas. Muchas veces ni siquiera son conscientes de cómo son, y normalmente actúan así por sus propias heridas, no obstante no tenemos porque aguantar sus tonterías.
Cómo te comenté antes, es tu responsabilidad mirar por tu bienestar, de modo que si alguien te anula o te hace sentir mal, tal vez sea el momento de hablar de ello, y si eso no se soluciona, siempre puedes reducir el contacto o cortar lazos.
Eso puede ser más difícil si la persona tóxica es un familiar o un compañero de trabajo, pero igualmente es necesario tomar acción. La autofidelidad pasa rodearnos de personas que nos hagan sentir bien y que nos acepten tal y como somos.
5. APRENDE A DECIR "NO" CUANDO ES NO
Si nuestra autoestima depende de las opiniones ajenas nos será muy difícil ser asertivos y poner límites.
Toleramos, sacrificamos nuestras necesidades y callamos nuestras opiniones para no crear conflictos ni «estropear» la imagen que tienen de nosotros.
Pero sabes qué, no hay nada noble en el autosacrificio, especialmente cuando pasamos por encima de nuestros valores o principios.
Cuanto más sacrificamos nuestras necesidades en pro de los deseos de otros, más insatisfechos nos sentimos, más nos anulamos, más nos perdemos.
Y si hacemos eso durante mucho tiempo, al final dejaremos de existir, no literalmente, porque nuestro cuerpo estará aquí pero nuestra esencia estará anulada. Seremos un ¿vivo-muerto? ¿un desconectado? ¿un zombie? Eso me parece triste.
Decir «sí» a la gente y a los compromisos cuando queremos decir «no» es agotador, frustrante y castrante.
Ojo, no me mal interpretes, a veces tenemos que hacer cosas por compromiso, al final de cuentas vivimos en un ecosistema que tiene de eso, sin embargo tenemos que filtrar.
Decir «no» de manera respetuosa y asertiva cuando no te apetece hacer algo es un acto de fidelidad. Es una muestra de respeto hacia tus deseos y eso es amor propio.
6. PRACTICA EL AUTOAMOR
Autoamor significa amor incondicional por uno mismo. Es amor sin condiciones ni beneficios, es amor puro, amor del bueno, como debe ser.
Pero la realidad es un poco distinta. ¿Te tratas con amor? ¿Cuánto te cuidas? ¿Te dedicas tiempo?
Y con ello no me refiero a estar tirado en el sofá viendo la serie de turno. Me refiero a tiempo de calidad, haciendo algo para ti, algo que te guste y te haga sentir bien.
Tal vez empezar ese proyecto que llevas años retrasando, ir a clases de baile, aprender a patinar, o lo que sea que te apetezca. Reserva un ratito para ti cada día. Tu elijes cómo consumirlo, es tu momento.
Y además de hacer cosas que te hagan sentir, también tienes que aprender a dejar de hacer cosas que te haga sentir mal.
En definitiva, escúchate más, cuídate más y sé fiel a ti mismo.
Y hasta aquí este artículo. Espero esta «charla» haya resultado tan agradable para ti como lo ha sido para mí. Y si te ha gustado este post, deja tu comentario. Me encantará leerte.
Un abrazo,
Marcia Lagasse
FUENTE: https://revolucionando.me/
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